Despuíés de una concentración de dos días con todos sus ministros en el palacete de Meseberg, Merkel tragó ayer saliva e inspiró profundamente al anunciar la primera medida de la gran coalición alemana: rebajar la jubilación a los 63 años.
El mismo país que ha presionado al resto de sus socios europeos a no permitir por más tiempo las jubilaciones antes de los 67 años realiza ahora una reforma de sus propias pensiones que reabre la jubilación a los 63 años y que será aprobada en el Consejo de Ministros del próximo 29 de febrero para inmediatamente ser redirigida al Parlamento en forma de proyecto de ley.
Mientras Merkel perfeccionaba su cara de póquer, durante la rueda de prensa posterior a la reunión gubernamental, el vicecanciller socialdemócrata Sigmar Gabriel defendía la reforma alegando que «las personas de las que estamos hablando han rendido extraordinariamente a lo largo de su vida. Han trabajado en condiciones durísimas, han conocido la semana laboral de 6 días y mucho más que 40 horas». «Para mi generación y para los alemanes más jóvenes que yo se trata de una obligación moral», enfatizaba.
Esta imposición del Partido Socialdemócrata (SPD) durante las duras negociaciones para lograr el acuerdo de coalición tendrá un coste cercano a los 60.000 millones de euros hasta 2020. La ministra de Trabajo, la tambiíén socialdemócrata Andrea Nahles, ha incluido además mejoras para las madres con hijos nacidos antes de 1992, y subidas en las pensiones de invalidez. Hasta 2019 los gastos adicionales de todo el conjunto de reformas se pagarán con las reservas del seguro de pensiones y con la renuncia a una baja de las cotizaciones, según lo previsto. Sólo a partir de 2020 se destinará dinero adicional proveniente de la recaudación fiscal. A partir de ese año, el aporte del fisco al seguro de pensiones deberá aumentarse en torno a los 400 millones de euros al año y subirán las cotizaciones del 18,9% actual hasta el 19,7% del salario bruto, para cubrir así los gastos adicionales.
Giro radical a la política de jubilaciones
Alemania da, de esta forma, un giro radical a su política de jubilaciones. En 2012 comenzó en este país la aplicación gradual de la jubilación a los 67 años, una medida que rasgaba toda una cultura de la vejez, ya que todavía en 2011,un 47,5% de los trabajadores que se retiraron lo hicieron sin haber alcanzado la edad legal de jubilación, que eran entonces los 65 años. La reforma, que comenzó a gestarse en el Gobierno alemán en tiempos del canciller socialdemócrata Gerhard Schrí¶der, estaba prevista para entrar en vigor a lo largo de 18 fases, prolongando un mes más la vida laboral por cada año transcurrido-, de manera que se completaría en 2029.
La pensión de jubilación media que percibe actualmente un contribuyente que haya pagado sus cuotas los 45 años completos se sitúa en los 1.236 euros mensuales. Se calcula que en Alemania hay unos veinte millones de jubilados, que se convertirán en 23 millones en 2029, mientras que la cifra de población laboralmente activa, entre los 20 y los 64 años de edad, disminuirá desde los actuales 50 millones a 45 millones en ese mismo periodo, sin contar todavía las prejubilaciones a los 63 años cuya posibilidad abre ahora esta última reforma. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schí¤uble, debe hacer cuentas, por lo tanto, a toda prisa.
El calendario fijado por la gran coalición contempla que las nuevas medidas entren en vigor este mismo verano, concretamente el 1 de julio, con un coste adicional para los presentes presupuestos generales alemanes de 4.400 millones de euros. En 2015, con las medidas ya vigentes durante todo el año, el coste adicional subirá a 5.000 millones de euros y a partir de 2030 se estiman en 11.000 millones adicionales al año.
Aunque la mayor parte de los gastos adicionales provienen de las mejoras para las madres con hijos nacidos antes de 1992, es una de las exigencias que pudo imponer la Unión Cristianodemócrata (CDU) -el partido de Merkel- en el acuerdo de coalición. Esas mejoras tendrán un coste estimado de 6.700 millones de euros al año.
Europa, 65 años y diferentes sistemas
>España. El retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años fue una de las grandes concesiones de España a la Eurozona, ante la fuerte presión de Alemania. En la UE, la edad ronda los 65 años con gran variedad de particularidades.
>Francia. En Francia, Nicolas Sarkozy retrasó la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años. Su sucesor, Franí§ois Hollande ha planteado elevar el periodo de cotización hasta los 44 años para cobrar la pensión completa, frente a los 41,5 años actuales.
>Italia. En Italia, se accedía a la pensión a los 58 años y desde 2009 ha aumentado gradualmente. La suma de la edad de jubilación y los años de cotización deben ascender a 96.