El aburrimiento empieza a ser la causa por la que los expresidentes del Gobierno de España dejan los consejos de administración de las sociedades cotizadas. Felipe González abandonará en breve el de Gas Natural porque le produce tedio acudir a las reuniones que la empresa gasita celebra en Barcelona, mientras que Endesa se ha hastiado de Josíé María Aznar por la improductividad del trabajo como lobbista del que fuera líder del PP.
Según distintas fuentes, la relación mercantil entre Endesa y Josíé María Aznar ha finalizado con la extinción del contrato de asesoramiento que el presidente de honor del PP firmó con la elíéctrica a principios de 2011. Ambas partes han decidido no continuar desde el 1 de enero con el vínculo laboral al comprobar que el trabajo del presidente de honor del PP no ha dado los frutos que se esperaban.
Principalmente por la impermeabilidad a las influencias externas de los hermanos ílvaro y Alberto Nadal, director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno y secretario de Estado del Ministerio de Industria, Turismo y Energía, respectivamente. Tanto uno como otro han hecho oídos sordos a los intentos de los distintos asesores de las grandes compañías energíéticas por influir en el Ejecutivo a la hora de modelar las numerosas reformas de la regulación elíéctricas.
Como adelantó El Confidencial en su día, Aznar fue contratado por el presidente de Endesa, Borja Prado, en enero de 2011 para acercarse al PP, al vislumbrar el más que posible cambio en la presidencia del Gobierno. Once meses despuíés, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, con el que se había fotografiado en muchas ocasiones, abandonaba la Moncloa y Mariano Rajoy tomaba las riendas del país. Prado consideró que tener de su lado a Aznar le facilitaría el habitual diálogo entre una empresa regulada con el nuevo Gobierno y le permitiría diluir su anterior cercanía con el PSOE.
Sin embargo, las relaciones entre el exlíder del partido conservador y el nuevo jefe del Ejecutivo fueron siempre más bien distantes, como quedó de manifiesto en alguna de las convenciones del PP. Unos vínculos que prácticamente se rompieron cuando el pasado año cargó duramente contra su labor en la políémica entrevista en Antena 3, en la que deslizó su posible vuelta a la arena pública. Tras aquellas declaraciones contra Rajoy, Endesa decidió que tenía que romper el vínculo con Aznar.
En consecuencia, tenerlo como asesor resultaba dañino para los intereses de Endesa, que ya había sufrido varios rejones por parte del Ministerio de Industria con la aprobación de varios reales decretos con los que intentó corregir en falso el díéficit elíéctrico. La ruptura del contrato se haría de mutuo acuerdo, según aseguran fuentes próximas a las dos partes.
Un buen salario
Aunque no se hicieron oficiales los emolumentos, Aznar recibía entre 300.000 y 400.000 euros entre sueldo fijo y variable de Endesa, que le contrató oficialmente con la justificación de que el expresidente iba a asesorar a la multinacional española controlada ya por Enel en asuntos relacionados con Latinoamíérica. Sin embargo, precisamente ahora que la italiana está reordenando sus negocios al otro lado del charco, prescinde de sus servicios. Su salario era de los más altos entre los lobbistas, ya que González recibe unos 126.500 euros al año en Gas Natural.
Endesa, como Iberdrola y Acciona, han sufrido mucho con los numerosos cambios regulatorios aprobados por Soria. Enel se ha visto obligada a aprobar un ajuste laboral para unos mil empleados, el 10% de la plantilla, y a paralizar varios de sus activos. El impacto estimado en sus cuentas ha sido de unos 1.600 millones de euros por el total de las reformas.
Endesa tambiíén tiene en nómina a Elena Salgado, vicepresidenta del Gobierno, a la que contrató como consejera de Enersis, su filial chilena, apenas un mes despuíés de dejar sus funciones como ministra de Economía. Además, nombró a Pedro Solbes, el predecesor de Salgado, consejero de Enel en abril de 2011, dos años despuíés de dejar la cartera de Economía. Por su parte, Iberdrola abrió las puertas de su consejo de administración a íngel Acebes, el exministro sin experiencia en la empresa privada, y a Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal, al que colocó en su filial de ingeniería.
Endesa ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.