De sorpresa en sorpresa. Así es como se ha inaugurado la temporada de resultados en la banca, de la que el próximo capítulo lo veremos hoy, cuando presente resultados Santander. Por ahora, tanto Bankinter como Sabadell han batido las previsiones y han contado con una ayuda común: una importante reducción de los deterioros y las provisiones; de un 27 y 30%, respectivamente.
Con este escenario, y con la renta variable limpiándose parte de la subida acumulada, están haciendo míéritos para volver a ser un sector en el que fijarse. "Una corrección en la banca puede abrir una gran oportunidad para entrar", señala Joan Cabrero, experto de ígora A.F. "Popular y Sabadell están logrando reestructurarse y abandonar la tendencia bajista; Bankinter es fortaleza y Santander y BBVA rondaban en máximos desde 2011 y 2010, respectivamente, antes de las caídas que han forzado los mercados emergentes", añade este experto.
Para la banca de inversión, el panorama es distinto si toma de referencia las recomendaciones medias. Según datos de FactSet, menos CaixaBank y BBVA el resto de los bancos del Ibex 35 son acciones a vender, que han superado -o prácticamente lo igualan-, su precio objetivo.
Dos formas de ganar valor
Si bien los dos míétodos de valoración que se han usado para evaluar si los bancos estaban caros o baratos, el descuento por valor contable y el PER (número de veces que el precio en bolsa contiene el beneficio), indican que el sector ya no está a buen precio tras anotarase alrededor de 15% en un año, si los analistas comienzan a regresar a modelos de valoración más cíclicos, como los que utilizan el ROE (retorno de capital invertido) pueden encontrar razones para mejorar los precios objetivos.
Estos modelos utilizan dos básculas para calcular el valor teórico de un banco. Por una parte, la rentabilidad que una entidad es capaz de obtener de su capital (que compara el capital core con el beneficio neto) y, por otra, el riesgo del mercado. A menor riesgo -que nos lo indica el bono a 10 años-, el precio objetivo sube; igual que mejora a mayor ROE.
El as del bono ya está parcialmente utilizado, con la caída hasta el del 3,722%, pero aún puede dar más de sí -UBS calcula que elevaría de media más de un 10% sus valoraciones si el bono cayera hasta el 3%-. Pero el del ROE no; especialmente si los beneficios sorprenden. En 2013, despuíés de los mínimos de 2012, se espera que el ROE de la banca crezca por primera vez desde 2007. De media, se estima que en 2013 se ubicó en el 4,05%, y que en 2014 alcanzará el 5,88%.
Todo lo que supere esa cifra será una sorpresa (tanto Bankinter como Sabadell las han batido) y, por tanto, añadirá cíéntimos al precio objetivo de la banca española. Y más aún si se revisan al alza las expectativas de beneficio. Es cierto que son exigentes -se prevíé una mejora del beneficio medio del 64% en 2014 y del 48% en 2015, pero el factor provisiones, que ya ha ayudado a Bankinter y Sabadell, podría intensificarse-.
Según datos de FactSet, en 2012, los bancos españoles realizaron provisiones ligadas al críédito por 50.800 millones. Hasta el tercer trimestre de 2013, Santander, Popular, Bankinter, Sabadell y Bankia habían provisionado 15.123 millones. Los mismos realizaron ajustes de este tipo en 2012 por 52.116 millones. Son unas cifras que han erosionado los beneficios, pero que, poco a poco, podrían aliarse con la banca.
Primero, porque con la economía habiendo hecho suelo no será necesario hacer tantas, dejando de penalizar el beneficio neto (y el ROE). Segundo, porque su efecto a medio plazo puede ser muy interesante; es decir, que los bancos podrían ir liberando provisiones en la medida en que vayan recuperando, por ejemplo, críéditos fallidos. Y esas recuperaciones se suman al beneficio ordinario.