í‰ramos pocos y parió el FMI. Por si no estuviíéramos ya hartos de los apóstoles del austericidio económico de Bruselas y la UE, ahora viene el Fondo Monetario Internacional a pedir que nos bajen más los salarios en España. Y lo dice un organismo cuya presidenta, Christine Lagarde, cobra más de 350.000 euros al año, casi cinco veces lo que Rajoy.
El mismo FMI que se creó en 1945 para garantizar la estabilidad del sistema monetario internacional y para prevenir las crisis financieras internacionales, pero que no se enteró, y ni siquiera imaginaba, el cataclismo financiero de 1997, cuyas secuelas estamos todavía padeciendo.
Además, es el organismo multilateral que ostenta el ríécord de previsiones fallidas sobre la evolución de la economía mundial y de las economías nacionales mientras sigue impartiendo doctrina de salón.
Ese FMI, que se ha convertido en un asilo de políticos jubilados y en un nido de burócratas, incapaces de bajar de las musas al teatro, y que no se enteran, o no quieren enterarse, de que la caída de los costes laborales en España ha sido un 20% mayor que en el resto de la zona euro desde el inicio de la crisis, o de que un trabajador español gana hoy por tíérmino medio 13,82 euros menos por hora al año que un asalariado francíés y 12,37 euros menos que un alemán.
Burócratas bien pagados incapaces de asimilar que la salida de la crisis pasa necesariamente por dos ejes fundamentales: la reactivación del críédito a empresas y familias y la recuperación del consumo, que es el motor de la producción y de la creación de puestos de trabajo. Y para que el consumo vuelva a resurgir no hay otra fórmula, salvo que nos estíén abocando a la corrupción y a la economía sumergida, que aumentar el poder adquisitivo de los ciudadanos a travíés de los salarios y de la reducción de los impuestos.
Esa es la realidad del teatro y no la utopía de las musas. Y ya, puestos a recomendar algo, yo recomendaría que cerremos de una vez por todas el FMI, para gastar el dinero que les damos en algo útil, por ejemplo evitar recortes y estimular el crecimiento.