La firma guipuzcoana CAF no ha podido vencer la presión que existía en Reino Unido para que se entregara ese contrato a Bombardier, que era la única de las compañías finalistas que tiene fábrica en Reino Unido. Un grupo de diputados británicos había llegado a pedir en el Parlamento que Bombardier se llevara la adjudicación, para preservar los cerca de 800 puestos de trabajo en su fábrica de Derby. Junto a CAF, la otra empresa finalista era la japonesa Hitachi. El grupo alemán Siemens se retiró antes de la puja por del contrato, uno de los mayores del sector de ferrocarril en Europa. Responsables de Siemens advirtieron de la dificultad de competir con Bombardier por las condiciones del concurso, que daban especial importancia a desarrollar la mayor parte de la construcción en el mercado británico. El Ayuntamiento de Londres y el Gobierno británico, que financian de forma conjunta la construcción de Crossrail, han defendido esta mañana su decisión, asegurando que la adjudicación se ha realizado de manera "justa", respetando las normas europeas y basada principalmente en el precio de las ofertas. El valor del contrato ronda los mil millones de libras (1.200 millones de euros). Sin embargo, Crossrail señala que la victoria de Bombardier permitirá salvar 760 puestos de trabajo en Derby y crear cientos de empleos en Londres, dónde se construirá una base para los trenes. Según los tíérminos de la puja, los oferta tres tenían que demostrar como crearían empleo y oportunidades para las pymes en Reino Unido. Un 74% del valor del contrato de quedará en Reino Unido, dice Crossrail. Otras empresas españolas como ACS, FCC y Ferrovial participan en la construcción de los túneles de la nueva línea de tren de Londres, que estará operativa en 2018.