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Autor Tema: Los 7 niveles de conciencia  (Leído 607 veces)

Scientia

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Los 7 niveles de conciencia
« en: Febrero 07, 2014, 07:24:55 pm »
http://nuevamentes.blogspot.com.es/2013/10/los-7-niveles-de-conciencia.html

Los 7 niveles de conciencia

Los seres humanos no son iguales, no perciben de igual manera, ni han construido en su mente un mismo modelo de como funciona la realidad. Unos operan con un modelo totalmente desajustado e irreal, que siempre les genera sufrimiento, mientras que otros -que han logrado comprender como funciona- permanecen en paz interior y en total confianza que lo sucede a su alrededor siempre es perfecto.

Estas diferencias tan extraordinarias, son creadas porque no todos los hombres tienen el mismo nivel de consciencia, no todos han vivido el mismo número de experiencias, ni han cometido el mismo número de errores. Es precisamente el error el que genera comprensión sobre como funciona la realidad al permitir discernir las acciones y conductas que al ir en contra del orden universal, generan caos y sufrimiento.

No todos han desarrollado las mismas virtudes, dones y habilidades, ni las mismas certezas sobre como pensar, decidir y actuar para generar siempre resultados de armoní­a en sus vidas. No todos tienen la misma auto estima, ni tienen la misma capacidad de manifestación. No todos están en el mismo grado, no asisten al mismo curso, ni toman las mismas materias, en el colegio universal de los contrastes.

No son iguales el niño en kinder, el que está en quinto elemental y el que está a punto de graduarse de bachiller. La diferencia la crea la cantidad de cursos que han tomado, el número de vidas que han experimentado, las veces que han reencarnado. No todos fueron emanados del absoluto simultáneamente, unos lo hicieron primero y otros despuíés, por lo tanto los que encarnaron primero han acumulado más comprensión -por prueba y error- que los que lo hicieron más tarde. Sin embargo todos tienen la misma potencia para crear y experimentar una infinita variedad de estados de ser, para extraer comprensión de esas vivencias que transforme su ignorancia sobre la realidad en sabidurí­a. Todos sin excepción terminan su aprendizaje como Seres Humanos y alcanzan la iluminación, convirtiendose en Seres de Luz. Ni uno solo permanece condenado a una eternidad de sufrimiento, esto harí­a absurdo todo el Plan Divino.

En ese proceso de perfeccionamiento, los Seres Humanos ascienden por 7 niveles de consciencia. Hay un nivel básico por cada uno de los 7 colores mono cromáticos en que se descompone la luz, los que conforman el arco iris.  Uno por cada una de las 7 notas musicales, cada nivel de consciencia utiliza uno de los 7 chacras que ordenan el cuerpo etíérico, para generar su energí­a vital. Así­ se conforma la llamada Escala de Jacob, por la que ascienden los Seres Humanos a medida que van acumulando comprensión hasta que alcanzan la iluminación.

Cada uno de esos 7 colores básicos, el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el morado y el violeta, tiene en su interior 7 sub niveles o tonos dentro de su misma gama de color, por eso realmente existen 49 niveles de consciencia. 49 peldaños en los que se transforma un animal instintivo e ignorante en un maestro ascendido, en un creador eterno de realidades perfectas.

Entre más alto el nivel de consciencia, más ajustado a la realidad será el modelo conceptual que el ser humano tiene sobre la vida y sobre los procesos que experimenta. Obviamente esto determina distintas capacidades perceptivas y muy distintos sistemas de creencias sobre el orden y sobre la verdadera naturaleza del amor. Cada nivel de consciencia experimenta un proceso fundamental de aprendizaje muy distinto al que viven los otros niveles.

En el primer nivel básico de Consciencia, el representado por el color rojo y la nota musical Do y en sus 7 sub niveles, los Seres Humanos  creen ser cuerpos. Su mente busca sobrevivir, dominar sus miedos, sus preocupaciones, sus vulnerabilidades y sus inseguridades. La falsa creencia que son un cuerpo determina que sus experiencias sean casi las de un animal. Son seres salvajes que encarnan por primera vez como seres humanos, viven para comer, practican el canibalismo, son tremendamente violentos, reactivos y pasionales. Viven en cuevas y en construcciones primitivas. Los guí­an sus instintos, sus conductas automáticas inconscientes naturales, el sexo, el hambre y el miedo por sobrevivir que determina si huyen o atacan. Apenas comienzan a desarrollar sentimientos, a convertir sus emociones fí­sicas en procesos mentales fundamentados en un sistema de creencias sobre la realidad. Nacen inocentes, vací­os de información de sabidurí­a y de conocimientos, vulnerables, creen y aceptan todo lo que les dicen, llenan su mente de falsas creencias lo que los convierte en ignorantes. Aprenden por prueba y error, a travíés del sufrimiento que generan sus errores, mientras van explorando su individualidad, abandonando los procesos colectivos comunes a su animalidad original…

En el Segundo nivel básico de Consciencia, el representado por el color naranja y la nota musical Re, el hombre sigue convencido que es un cuerpo. Su aprendizaje principal es a travíés de la sexualidad. El deseo de encontrar una pareja para explorar los placeres y los recovecos del cuerpo, para experimentar el orgasmo de múltiples maneras, hace que venza su miedo a sobrevivir, lo que eleva el nivel de su consciencia. Todas las personas con las que se relaciona son parejas potenciales, si la oportunidad se manifiesta. Son seres bárbaros que agreden a los demás para imponer su sexualidad o sus falsas creencias. Son guerreros con actitud confrontante, cuyo código de conducta está basado en la Ley del Talión y en la Ley del más fuerte. Luchan por el poder, realizan invasiones y masacres, viven en el conflicto y en la violencia. Sus estados interiores habituales son de No-Ser, viven en la oscuridad de la verguenza, la culpa, el odio y en la obsesión por el sexo. Su mente es muy emotiva, súbita, reactiva, pasional, desconfiada, insegura, y celosa. Se excita o se deprime, su estado de ser sube y baja súbitamente, dependiendo de las situaciones externas. Su estado habitual es de No-Ser porque vive explorando los sentimientos negativos que producen sus errores habituales, la verguenza, la culpa, la apatí­a, la tristeza, la rabia, el odio y el miedo. Su ignorancia es mucho mayor que su sabidurí­a, tienen muchas falsas creencias y conductas auto destructivas. En este nivel que crea un infierno en la vida permanece el10% humanidad actual. Son los llamados ¨malos¨ y su principal función es generar los conflictos, los eventos de destino y de dificultad con los que aprenden los llamados ¨buenos¨…

En el Tercer nivel básico de Consciencia, el representado por el color amarillo y la nota musical Mi, el aprendizaje lo induce la obsesión por adquirir posesiones materiales y el deseo de controlar a los demás. Operan bajo la falsa creencia que su felicidad está en las cosas y en que los demás renuncien a su libre albedrí­o y actúen como ellos quieren. Son seres materialistas, que verbalizan todo lo que ven para generar juicios y posiciones egoí­stas basadas en el sistema de falsas creencias que tienen sobre la realidad. Operan con una moralidad binaria, todo para ellos es bueno o malo, pecado o virtud, blanco o negro, no ven las gradaciones intermedias que conforman la realidad. Viven en el juicio fundamentalista que genera tantos conflictos y guerras en la sociedad actual, en competencia contra todos los demás, lo que les impide amarlos y encontrar su paz interior. Su principal obsesión es alcanzar el  ¨íéxito¨ para tener dinero, fama y poder sobre todos a su alrededor. Agreden por posesiones, por falsas creencias, y por su tremendo egoí­smo; Creen que el tiempo es oro y por eso viven en una sociedad organizada por el dinero y la propiedad privada, en clases económicas donde las leyes humanas se aplican por la fuerza. Donde el gobierno es -en tíérminos generales- la dictadura de una minorí­a corrompida, que busca enriquecerse a costa del erario público, elegida y reelegida por una mayorí­a de ignorantes incautos a los que compran con un vaso de leche. Su mente es racional, lo más importante para ellos es tener la razón, por eso crean una babel de egos individualistas extremos. Viven para razonar, su vida está en su cabeza, no tienen sentimientos, solo propósitos que les producen satisfacción o poder. Sin embargo al no alcanzarlo -solo una pequeña minorí­a lo logra- la gran mayorí­a cree ser ví­ctima inocente de los demás. No tienen por eso ningún poder ni capacidad de manifestación,  porque se lo han entregado a su victimario. Usan su poder para convencerse a si mismos que no lo tienen, se auto hechizan colocándose una camisa de fuerza. Al culpar a los demás viven en el odio, el rencor y los deseos de venganza. Tienen la falsa creencia que la realidad es injusta, que la enfermedad es un castigo divino y que el estado tiene la obligación de mantenerlos. Así­ está el 65% de la humanidad…

Al Cuarto nivel básico de Consciencia, el representado por el color verde y la nota musical Fa, se llega cuando ya no se enjuicia a los demás. Cuando se ha aprendido a respetar su libre albedrí­o, aún para tomar decisiones equivocadas porque se comprende que es precisamente a travíés del sufrimiento y de las dificultades que el error produce que se evoluciona. Son seres que a travíés de la auto observación han logrado desarrollar su voluntad, su disciplina y su auto control.  Son seres neutros, que no culpan a otros por sus creaciones equivocadas, saben que con ellas crean de oportunidades aprendizaje, por eso asumen su responsabilidad y agradecen el error cometido, lo utilizan para localizar y trascender las falsas creencias o las falsas conductas que los generan. Experimentan, sienten y al reflexionar sobre lo vivido, sobre los resultados que generaron sus decisiones y sus acciones obtienen certezas y sabidurí­a que convierten en dones, virtudes y habilidades que facilitan su vida. Son seres flexibles, que mantienen una convivencia armónica. Son discí­pulos que viven en el tiempo presente, verificando la información y los conocimientos que obtienen para convertirlos en comprensión sobre las reglas de juego de la realidad. Permanecen comprometidos con su perfeccionamiento espiritual, sin agredir a nadie. Su neutralidad los sitúa en el justo medio entre los ¨malos¨ a los que solo les interesa su propia satisfacción y los ¨buenos¨ a los que solo les interesa la felicidad de los demás, hasta el extremo de sacrificar la suya. En este nivel solo se encuentra un 10% de la humanidad…

El Quinto nivel básico de Consciencia, el representado por el color azul, el de la voluntad del padre y de la nota musical Sol, acoge a los que han acumulado la suficiente comprensión para tener total confianza en la perfección de todo lo que existe y sucede. Viven en un estado de alta consciencia, como testigos imparciales de lo que sucede, su alta energí­a vital les permite permanecer largo tiempo en un estado de meditación contemplativa. Su principal proceso es aprender a irradiar permanentemente amor. Son seres amorosos y humildes, llenos de dones y virtudes, que fluyen gozando y disfrutando con todo lo que sucede en su vida. Maestros mortales de sabidurí­a, su oficio está en el servicio a los demás, son un ejemplo de conducta mesurada y serena. No se preocupan por adquirir posesiones, no les interesa la fama ni controlar a los demás. Su mayor virtud es la humildad, mantienen empleos de servicio de muy bajo perfil. Las sociedades de quinto nivel son llamadas de los hermanos mayores, por sus facultades superiores y por la alta tecnologí­a que manejan. Su campo de energí­a genera un intenso bienestar, por lo que las personas desean estar en su presencia. Tienen una asombrosa capacidad de atención, concentración y memoria. Son imperturbables, súper flexibles y adaptables. Las sociedades de quinto nivel viven en planetas que tienen un gobierno mundial armónico, donde no existe la propiedad privada porque los recursos son comunes. En la Tierra hay muy pocos de estos seres…

En el Sexto nivel básico de Consciencia, el representado por el color morado y la nota musical La, su mente permanece en la contemplación meditativa de la realidad, en la altí­sima frecuencia del amor, la neutralidad y la incondicionalidad. Son seres sabios e inefables, con altí­simos niveles de energí­a vital, lo que ocasiona que su percepción sea en cámara lenta, su mente en el no-pensamiento. Tienen percepción simultánea desde todas partes, sin un punto focal definido, permanecen conectados a todo lo que existe. Su mente no conceptualiza, permanece en infinito silencio, solo es. Captan el pensamiento de quien desee, para ellos no existe la intimidad sino la transparencia, no se enferman, no tienen accidentes, viven total consciencia y en conexión constante con El Todo. Son maestros de maestros, en constante sincronicidad con todo a su alrededor, en control consciente de lo material y en absoluta neutralidad…

En el Síéptimo nivel básico de Consciencia, el representado por el color violeta-fucsia y la nota musical Si, termina el proceso de acumulación gradual de cualidades positivas y de sabidurí­a. Se alcanza la inefabilidad, lo sublime, el contacto con la divinidad y la libertad para mover la mente por el eje vertical de la realidad sin necesidad de morir, libre de las limitaciones espacio-temporales. Son seres súper conscientes, su estado es de dicha, gozo y íéxtasis. Tienen la máxima energí­a vital, la máxima información de sabidurí­a y el máximo poder que un ser humano puede alcanzar. Han terminado su destino porque ya aprendieron lo que este nivel podí­a aportarles. Son invulnerables ante lo que sucede, e incontaminables, están en servicio pedagógico apoyando a los ángeles y a los maestros, porque pueden ver la cadena de vidas, los eventos de destino y los bloqueos de todos a su alrededor, información que utiliza para ayudarlos cuando se lo solicitan. Nacen por ultima vez para convertirse en Seres de Luz, en hombres-Dios, para comenzar una nueva etapa de perfeccionamiento espiritual. como pedagogos y guí­as espirituales que transmiten, intuiciones, intenciones y sincronicidades a quienes aún permanecen encarnados. Invulnerables  a la tentación, tienen certeza absoluta del resultado que produce cualquier acción. Son súper consciencias, conscientes de lo inconsciente. Permanecen como observadores en amor, como testigos imparciales del despliegue, la transformación de la realidad y de el maravilloso proceso de perfeccionamiento de todo lo que existe…