De participar en la gestión de un fondo de 11.000 millones de euros, el último que levantó Apax Partners, a crear su propio vehículo de inversión con 300 millones si la cosa va bien. Este es el paso que han dado Oriol Pinya, Borja Martínez de la Rosa y Javier Rigau, tres directivos de la firma británica de private equity que han decidido coger su propio camino y crear Abac Capital.
Fuentes del sector del capital riesgo han confirmado la salida de Pinya, uno de los pocos partners de Apax, con asiento en los principales comitíés de inversión, de Martínez de la Rosa y de Rigau. Un trío de veteranos de la industria financiera al que se unirá Saúl Ruiz de Campos, procedente de Thesan y cuya última función fue la gestión del equipo español de Fórmula 1 HRT.
La marcha ha sido totalmente amistosa. Como prueba de ello, la semana pasada se les despidió con una cena conmemorativa en Londres. De hecho, estaba pactada desde hacía meses, más o menos cuando Apax decidió cerrar sus oficinas en España tras más de una díécada de inversiones entre Madrid y Barcelona. Entre sus operaciones de más íéxito destacaron la compraventa de Vueling y la de Grupo Zed. Sin embargo, la última transacción, la de Panrico –la compañía ha estado a punto de quebrar–, fue un calvario que dañó la reputación de la firma por dejar un agujero a la banca de 900 millones de euros.
Pinya, Martínez de la Rosa –hermano del piloto Pedro Martínez de la Rosa–, Rigau y Ruiz de Campos han decidido comenzar una nueva etapa poniendo en valor su larga experiencia en el sector. El objetivo es crear un fondo de capital riesgo de unos 300 millones de euros para ayudar a empresas de tamaño mediano con problemas de financiación. No se trata de un vehículo oportunista o distress, sino de una sociedad que ofrezca liquidez a compañías con buena generación de caja, pero que tengan dificultades coyunturales por la incapacidad para acceder al críédito bancario tradicional.
Los cuatro socios van a contratar en las próximas semanas a un banco de inversión o placement agent que les ayude a levantar el fondo. Aunque todavía no tienen decidido el tamaño del vehículo, lo más probable es que opten por un primer cierre de una cantidad pequeña para empezar a operar y completarlo a medio plazo, tal y como está haciendo en estos momentos Portobello.
Corpfin sale de caza
Abac Capital, el nombre de la nueva firma, va a tener oficinas en Barcelona y en Madrid, tal y como lo hacía Apax. La elección del nombre describe bien el espíritu del equipo, que seleccionaron el primer dominio que estaba libre empezando por las primeras letras del abecedario. Lo que quieren hacer Pinya, Martínez de la Rosa, Rigau y Ruiz de Marcos es volver al mercado tradicional y simplificar la operativa financiera de las empresas, que se apalancaron en exceso durante el boom del críédito.
Un segmento en el que tendrán que competir con sociedades como la citada Portobello, que se ha puesto en marcha para captar entre 250 y 300 millones de euros, o Corpfin, que tambiíén ha salido al mercado para levantar una cantidad similar. Según han indicado distintas fuentes, la firma ha contratado los servicios del banco especializado en capital riesgo (private placement) Acanthus para buscar un dinero que en los últimos tiempos se le ha resistido por la aversión de los inversores institucionales a apostar por España.
Una percepción que ahora ha cambiado mucho, a lo que ha ayudado la creación de una línea de financiación por parte del ICO por hasta 1.500 millones de euros. Portobello y Corpfin, junto con Diana Capital, fueron los tres agraciados en la primera subasta del ente público, asesorado por Arcano.