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Autor Tema: Codere anuncia una 'defensa numantina' contra el "fraude de ley" de los bonistas  (Leído 147 veces)

Eguzki

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Antes morir que perder la vida en el intento. La dirección de Codere está dispuesta a presentar la suspensión de pagos antes de aceptar el ‘regalo envenenado’ de 400 millones de euros que ofrecen los bonistas y demás ‘fondos buitre’ en su calidad de principales acreedores. Codere justifica su negativa a la propuesta con una serie de argumentos razonados jurí­dicamente, a los que ha tenido acceso El Confidencial, y que ponen de relieve la defensa numantina que prepara el presidente y primer accionista de la compañí­a, Josíé Antonio Martí­nez Sampedro.

La empresa de juegos fundamenta su rechazo en lo que considera un “fraude de ley” por cuanto que el plan de los bonistas induce al consejo de administración en contra de los intereses de los socios minoritarios que verí­an diluida su participación accionarial a la mí­nima expresión, en nada más y nada menos que un 97%. Todo ello para que los actuales propietarios de la deuda pasen a adquirir más del 80% del capital de Codere dejando a la familia Martí­nez Sampedro el control vigilado de la sociedad con un paquete de ‘obsequio’ estimado en torno al 14%.

La supuesta ‘trampa legal’ derivada de la propuesta efectuada por los bonistas adquiere carta de naturaleza como alternativa prevista de antemano ante la lógica negativa de la junta general de accionistas. La ‘oferta’ contempla que, en dicho y natural supuesto, el consejo de administración ejecute una cesión de todos los activos de Codere a una filial de nueva creación que serí­a controlada por los bonistas. Esta operación de segregación, denominada hive down, constituye un desafí­o a las normas de buen gobierno corporativo que defiende la CNMV desde el momento en que se plantea como una forma de burlar la decisión mayoritaria de los accionistas en calidad de verdaderos propietarios de la entidad.

Codere señala que el ofrecimiento de los 400 millones de euros es una mera “maniobra de marketing” destinada a imponer nuevos intereses de deuda en favor de los bonistas. Cabe señalar que del total de la mencionada cifra, sólo la mitad serí­a fondos frescos mientras que la otra mitad corresponderí­a a la capitalización de deuda por acciones para facilitar la toma de la propiedad por parte de los actuales acreedores institucionales. La empresa entiende que estos recursos son innecesarios y lo que se necesita ahora es tiempo para reembolsar el valor nominal de los bonos con la garantí­a de viabilidad de una compañí­a que generó un resultado operativo (ebitda) de 280 millones de euros en 2012.

Los Martí­nez Sampedro, como principales accionistas de Codere, consideran que los bonistas tratan de “comprar” su voluntad favorable al traspaso de la empresa con la cesión del citado 14% como moneda de pago para “arrebatar” la propiedad a los accionistas minoritarios. Los actuales gestores de la compañí­a apelan al ordenamiento jurí­dico español que exige la igualdad de trato para todos los accionistas y anuncian que la familia fundadora de la compañí­a no accederá a lo que califican como “una maniobra fraudulenta”.

Causa común con los sindicatos
Esta misma posición es sostenida por los sindicatos de la empresa de juegos de azar que da empleo a más de 20.000 personas distribuidas entre sus múltiples instalaciones en España, Italia y Latinoamíérica. UGT ha presentado incluso una denuncia ante la Fiscalí­a Anticorrupción en la que acusa a los fondos buitre de llevar a cabo prácticas de “extorsión” contra la sociedad. Los representantes de los trabajadores advierten que la propuesta de los bonistas supone “un claro desprecio hacia los accionistas minoritarios y sólo generará destrucción de empleo”.

Los sindicatos han hecho causa común con los actuales responsables de Codere para evitar que los acreedores extranjeros se queden con la compañí­a. La estrategia de defensa, que se irá ampliando a lo largo de los próximos dí­as, está dirigida principalmente contra las dos grandes entidades financieras, Canyon Capital Finance y GSO Fund (filial de Blackstone), que el pasado verano adquirieron a Credit Suisse, Barclays y BBVA la deuda senior de la empresa, valorada entonces en 120 millones de euros. Dicha compra se efectuó sin el consentimiento de Codere y con el previo amparo de seguros de críédito CDS para cubrir un eventual default.

Desde entonces la compañí­a española, referente en el sector del juego privado a nivel mundial, se ha visto sometida al calvario de unos acreedores oportunistas que tratan de aprovechar tambiíén las dificultades de Codere para afrontar las emisiones de bonos realizadas en los últimos años por importe de 1.000 millones de euros. Los bonistas se han convertido en la coartada de los fondos buitre dentro de un matrimonio de conveniencia financiera que busca carnaza entre las ví­ctimas de la gran crisis de deuda. El caso de Codere no es el único que preocupa a la CNMV, pero su desenlace puede ser determinante para demostrar si los intereses de las empresas españolas cotizadas en bolsa están o no a buen recaudo.