Pese a no haber rodado más que un puñado de vueltas, siempre en vilo para que su RB10 no rompiera entre humo, pocas cosas han cambiado en la mente de Sebastian Vettel. Los Mercedes dominando a placer durante los 12 días de pruebas invernales, tampoco parecen variar ni una pizca su esquema mental para la nueva temporada.
El cuatro veces campeón se preocupa hoy de que Adrian Newey vaya poniendo a punto su nueva máquina y mira de reojo a un rival bien conocido, Fernando Alonso. Cuando se sabe lo que se ha llevado entre manos en estos cuatro años y que en dos de ellos el asturiano le ha podido arrebatar el título en la última cita del año, el respeto aparece de forma natural cuando se le pregunta por los rivales para 2014.
"Es uno de los mejores pilotos que tenemos hoy en la parrilla y uno de los mejores que la F1 ha visto nunca", afirma Seb rotundo. El alemán lo sitúa como su rival número uno, "tambiíén y sobre todo este año, porque es de la clase de pilotos que se exprime siempre al cien por cien, pese a que su coche no sea perfecto", afirma en una entrevista concedida a Autobild. Es interesante que Vettel haga referencia expresa a 2014, por las exigencias que el nuevo reglamento trae para la forma de conducir.
La carga aerodinámica ha descendido y el par, o entrega de la fuerza del motor, se ha multiplicado por dos, así como lo que puede aportar el ERS cuando se aprieta el botón que activa lo almacenado en la batería central.
"Hay que anticiparse a la entrada del turbo y cambiar unas cuantas referencias", afirma el propio Fernando Alonso. Desde luego, la imagen de un tipo tan fino como Rí¤ikkí¶nen, realizando un trompo y acabando en las protecciones de la curva 4 de Bahríéin, puso en aviso de que estos monoplazas serán más difíciles de controlar. "Simplemente lo perdí. Son cosas que pasan, no se puede decir que haya sido culpa mía", explicaba Kimi.
A eso se añade la necesidad de un estilo milimíétrico, que ayude a los estrategas del equipo a ahorrar combustible, a pesar de contar con la ayuda de programas que irán indicando el ritmo necesario en cada momento. Vettel no debería tener problemas en esto, pero sabe que Alonso especialmente cuidadoso con los pequeños detalles.
Racionará los donuts
No parece temer Sebastian que vaya a ser un año en blanco para íél, pese a las dificultades con las que ha arrancado el nuevo monoplazas. "Dejaríé los donuts (giros con el coche de 360 grados) sólo para las victorias especiales. Antes de eso debemos asegurarnos que tendremos un coche ganador", recuerda.
Por último, recordó que mantendrá el dorsal número 1 en su coche, "lo cual es un honor. Intentaríé preservarlo el mayor tiempo posible ahí", dice como declaración de intenciones. No parece que la irrupción de Mercedes haya variado sus ideas. En principio piensa en una lucha cerrada entre íél y Fernando.
