Por... Lucy Kellaway
Una lista dada a conocer el año pasado sobre los sitios más visitados por los parlamentarios británicos revela que lo que hacen en horas de trabajo no es diferente a lo que hace el resto de la población: son “ciberperezososâ€.
¿Quíé hacen todo el día los hombres y las mujeres que nos gobiernan?
Se sientan frente a sus pantallas a ver Twitter, Facebook, Gmail, YouTube, Amazon, eBay, Flickr y TripAdvisor. Una lista dada a conocer el año pasado de los sitios más visitados por los parlamentarios británicos revela que lo que hacen en horas de trabajo no es diferente a lo que hace el resto de la población: son “ciberperezososâ€.
En una reciente conferencia escuchíé a los jefes de recursos humanos de dos bancos de inversión quejándose de que los datos de las computadoras de sus banqueros demuestran que menos de la mitad de sus horas en la oficina se dedicaron al trabajo. Un estudio de Kansas State University respalda esta afirmación: el trabajador promedio en EU pasa entre el 60 y 80 por ciento de su tiempo en línea durante horas de trabajo haciendo cosas que nada tienen que ver con su empleo.
David Ryan Polgar, un experto y abogado de EU, ofrece una metáfora para describir nuestra nueva aflicción. í‰l dice que nos estamos volviendo “mentalmente obesosâ€: nos llenamos de información basura.
La respuesta obvia es hacer una dieta extrema, reduciendo la cantidad de información basura que consumimos. Varios lectores y colegas me han dirigido hacia cientos de aplicaciones que se supone ayudan con la adicción, pero hasta ahora he resistido con el argumento de que la respuesta a la sobrecarga de tecnología no puede ser aún más tecnología.
Al reconocer que soy mentalmente obesa, decidí finalmente hacer el intento. Con ese fin empecíé el 2014 descargando cinco aplicaciones: Workrave, Rescue TIme, Nanny for Google Chrome, Focus Booster y Remember The Milk. El resultado inicial fue decepcionante. El ordenador no se sincronizaba con mi BlackBerry y yo no podía recordar los datos de acceso para los diferentes sitios. Peor aún, una nueva forma de improductividad se me presentó: empecíé a chequear obsesivamente mi progreso en las aplicaciones de productividad.
Nanny for Google Chrome
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La primera que probíé fue Nanny for Google Chrome – que hace con la información lo que las dietas Atkins o Dukan hicieron para los alimentos, al prohibir o restringir ciertos sitios web. Mi propio Triángulo de las Bermudas de la productividad está compuesto por Twitter, eBay y el correo electrónico, por lo que le dije a la aplicación que me permitiera respectivamente 15, 30 y cinco minutos en cada uno.
Desafortunadamente, esos límites se rompieron casi inmediatamente, activando un parpadeante mensaje con grandes letras: “¿No deberías estar trabajando? El sitio que está intentando acceder ha sido bloqueado por Chrome Nannyâ€.
Al sentirme retada, me convertí inmediatamente en un adolescente rebelde. ¿Cómo se atreve mi computadora a decirme lo que puedo o no hacer? Despuíés de unos minutos de búsqueda, encontríé un botón para desactivar la aplicación, e hice clic con gran regocijo. Twitter parecía más tentador que nunca.
Workrave
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El siguiente tipo de dieta informativa funciona apagando la pantalla por completo. Workrave es un poco como la dieta 5:2 que te obliga a ayunar dos días a la semana. Su pequeña bombilla luce una linda cara sonriente que te advierte: “Es hora de un micro-descansoâ€, seguido por advertencias cada vez más estridentes y llevaderas a la distracción, y finalmente el sistema entero se congela, obligándote a tomar un descanso, quieras o no. Es desesperante, especialmente cuando sucede en el momento en que por fin habías empezado a hacer algo de trabajo.
Remember The Milk
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Despuíés de haber decidido que las aplicaciones que se basan en castigos no eran para mí, me dirigí a las que utilizan recompensas.
Remember The Milk es un sistema glorificado de listas en línea, que te invita a escribir todo lo que quieres lograr y establecer una fecha límite para cada uno. Al completar cada tarea la marcas y envías un mensaje por Twitter alardeando de lo bien que te está yendo.
Remember The Milk es un concepto relativamente sólido, aunque no es tan sólido como escribir una lista en una hoja de papel – lo cual no requiere ninguna contraseña, además de que la acción de trazar una línea en una lista con un lápiz es mucho más satisfactorio que hacer clic en una caja.
Rescue Time
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Más prometedor es Rescue Time, que es como el Weight Watchers de las dietas de información. Es un sistema de recolección de datos con objetivos, que supervisa todo lo que haces en el ordenador y muestra los resultados en un atractivo panel. Un “pulso de la productividad†registra cuán duro trabajas en diferentes momentos del día, y lo bien que te va en comparación con tus objetivos y con el rendimiento de los días anteriores. Así descubrí que soy improductiva en la tarde y que hoy me fue mejor que ayer, algo que tambiíén sabía ya. La aplicación te invita a pasar tiempo estudiando detenidamente los datos, lo cual no es muy productivo que se diga.
Focus Booster
Despuíés de rechazar cuatro dietas, finalmente encontríé una que funciona para mí. Focus Booster es muy simple y no implica ni castigo ni recompensa.
Es un pequeño contador de tiempo que se encuentra en la parte superior de la pantalla y tiene una duración de 25 minutos, despuíés de lo cual se puede tomar un descanso de cinco minutos.
Despuíés de pulsar “Startâ€, una línea avanza lentamente a travíés la pantalla para recordarte que durante ese tiempo debes concentrarte en tu trabajo. Incluso yo puedo concentrarme durante 25 minutos, y por alguna razón que no puedo explicar no he hecho trampa ni una sola vez. Por más extraño que parezca, mi problema de “ciberpereza†parece haberse solucionado milagrosamente.
Cuando le dije a una amiga que Focus Booster estaba cambiando mi vida, me miró con ojos impasibles. Gracias a un jefe que estaba siempre vigilándola, su necesidad de una aplicación como las que probíé era completa y totalmente inexistente.