El Senado de Estados Unidos ha refrendado el nuevo límite de endeudamiento del país, aunque la votación ha sido apretada. La ampliación del techo de deuda ha sido aprobada con 55 votos frente a 43. El nuevo límite se extiende así hasta el mes de marzo del próximo año, sin ningún tipo de condición ni enmienda.
De este modo, sólo queda la firma del presidente Barack Obama para que entre en vigor el nuevo techo de endeudamiento. Esta vez, los líderes políticos norteamericanos se han puesto de acuerdo pronto, si se tiene en cuenta que en las ocasiones anteriores han llegado a superar los plazos marcados para llegar a un acuerdo.
El próximo 27 de febrero era el último día en que Estados Unidos tenía liquidez para pagar sus facturas, por lo que, con esta ampliación, dispone un año más para no incurrir en imago.
La pasada semana, el secretario del Tesoro, Jack Lew, exigió a republicanos y demócratas que se pusiesen de acuerdo "sin dilación" para elevar el techo de deuda, pues el actual, que es de 16,7 billones de dólares, pronto dejará de ser vigente.
El 22 de enero, Lew ya enció una carta al Congreso para advertirle de la proximidad de esa fecha límite, pero la pasada semana fue cuando afiló su discurso, ya que advirtió de que si no se lograba el acuerdo, el Tesoro tendría que empezar a usar medidas extraordinarias para que el Gobierno pudiese seguir atendiendo sus obligaciones.
Si no se hubiese aprobado el nuevo techo, Estados Unidos hubiese incurrido en impago, lo que habría provocado recortes en su calificación crediticia.