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Autor Tema: LOS NIí‘OS CLARIVIDENTES Y SU CUIDADO  (Leído 981 veces)

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LOS NIí‘OS CLARIVIDENTES Y SU CUIDADO
« en: Febrero 16, 2014, 05:35:19 pm »
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Illustration By TOMOYAARTS


LOS NIí‘OS CLARIVIDENTES Y SU CUIDADO

Gran parte de los niños que están naciendo, tienen una gran capacidad de visión. Esta visión les permite ver en 4d y 5d, algunos incluso en dimensiones más elevadas o en planos paralelos dentro de estas dimensiones.
Para aclarar, en la 4d está plano astral, donde se encuentran todo tipo de entidades etíéricas y astrales ya sean del bajo o del alto astral; en la 5d está el plano causal, el plano álmico, en íél se pueden ver ángeles y seres de luz.
Estos niños clarividentes están naciendo así­ desde hace ya más de 12 años y es una tendencia creciente. Pronto, todos los niños y niñas podrán ver con facilidad en diferentes realidades.
Esta apertura a percepciones de más allá del plano fí­sico puede ser bloqueada cuando los niños observan que nadie más percibe lo que ellos ven y acaban “cerrando” sus ojos a estas realidades. Tambiíén el miedo a aquello que están viendo puede hacerles que acaben bloqueando esta visión. Sin embargo de mayores tambiíén pueden desarrollar la clarividencia que bloquearon en la infancia, aunque esto les suponga enfrentarse a sus miedos y bloqueos.
En este artí­culo, voy a dar unas pautas para el cuidado y la protección de estos niños así­ como algunos consejos para ayudarles en su crecimiento y comprensión de lo que ven. Como ya es sabido, cuando aparecen cualidades excepcionales, siempre aparecen intereses de terceras personas para fines egoí­stas o de control. Debido a esto, estos niños deben ser protegidos y no deben exponerse innecesariamente. Más adelante, en un tiempo oportuno, saldrán a la luz estos niños “milagro” y no habrá peligro para ellos, pero hasta entonces es mejor no exponerles demasiado.
Además, existen ciertas energí­as o aspectos de vibraciones más sutiles que deben tenerse en consideración, que para un adulto pasan desapercibidas, pero para un niño clarividente de la nueva energí­a son palpables y evidentes. Estos aspectos sutiles son sobretodo de la 4d, en ello me centraríé en este artí­culo para ayudar a los padres a entender mejor a sus hijos y les daríé claves para un mejor cuidado.
PROTEGERLES DE ENTIDADES O PERSONAS
Los niños clarividentes, ya desde muy temprana edad, son capaces de ver, con claridad, todas las entidades de los diferentes planos. Por lo general las personas que no tienen visión creen que este tipo de entidades están presentes en muy raras ocasiones, pero habíéis de saber que es común en una estancia que haya entidades diferentes, tambiíén es común que las personas, inconscientemente arrastren suciedades, que en las calles o lugares públicos haya algún que otro fallecido o incluso que en el cielo se vean naves u objetos voladores de diferentes procedencias. Los niños no tienen problema para ver todo esto, pues no hay prejuicio ni miedo que les diga quíé es real o quíé no lo es.
Pero hay que recordar que las entidades en 4d no son sólo una visión, tambiíén, y sobre todo, son una vibración. Esto hace que cuando a un niño se le acerca una entidad de 4d inmediatamente “sienta” esa presencia, la vea o no.
PROTEGER SU ESPACIO PRIVADO
Muchas personas dejan a los amigos, familiares y conocidos entrar en la habitación de los niños sin tener en cuenta que en otros planos estas personas pueden tener intenciones muy negativas. La habitación de un niño de luz ha de ser un lugar sagrado, un lugar donde sólo los familiares más cercanos puedan entrar, y donde se debe evitar cualquier discusión entre adultos.
El respetar este espacio es de vital importancia pues las personas, inconscientemente, suelen cargar con entidades o suciedades astrales, y esto puede quedarse en la habitación del niño. Es adecuado limpiar regularmente la habitación del niño pidiendo la presencia angíélica para que limpie y purifique cualquier suciedad o presencia de baja vibración, sobre todo si hay visitas o personas ajenas al hogar que entren en la casa.
Cí“MO RECONOCE EL NIí‘O LAS PRESENCIAS ASTRALES
Muchas de estas presencias se alimentan de miedo, de pasiones muy densas, de depresión, de ira… Cuando un niño percibe esas entidades inmediatamente siente toda esa emoción, lo que le causa un choque, una sensación desagradable, incómoda.
Lo normal es que se inquieten o que empiecen a llorar, suelen ser lloros agudos, como si hubiesen recibido un gran susto, a veces con suspiros, otras veces miran fijamente hacia “ningún lugar” aparente con una expresión de susto o miedo. En otras ocasiones sólo la sensación de una presencia cercana les causa disgusto o inquietud, y se muestran nerviosos o pidiendo la atención de sus padres. A veces no tiene porque ocurrir esto con “objetos invisibles” sino tambiíén con personas, pues dentro o detrás de algunas personas, lamentablemente, a veces hay entidades.
Cuando los padres aplican soluciones 3d al disgusto del bebíé o del niño pueden calmarle parcialmente, pues íéste siente la presencia amorosa de los padres e inmediatamente siente un poco de alivio. Pero esto no hace que la entidad se aleje, por lo que el niño a veces continúa con su “berrinche injustificado”.
Se crea una gran confusión pues el niño ve a los padres tranquilizándole o entreteniíéndole con un juguete, pero a la vez permitiendo que la entidad negativa estíé presente, pues el niño no sabe que los padres no la ven. Y esta es la mayor confusión del niño al no saber si esa entidad es adecuada, si hay que permitirla estar o no, o porquíé los padres le permiten estar cerca.
La solución a esto es sencilla: si el niño muestra algún sí­ntoma de disgusto, y se han descartado posibles causas como hambre, sed, agobio, entonces hemos de pensar que puede haber cerca alguna presencia no deseable (será evidente cuando el niño recibe toda la atención y las posibles soluciones, y aún así­ persiste en su disgusto). En tal caso, podemos pedir ayuda a los ángeles para que echen fuera cualquier negatividad y protejan al niño. De hecho, el abrazo o presencia protectora de alguien amoroso y consciente de esta posible influencia astral ya puede resultar suficiente para ahuyentarla. En otro nivel el uso de rayos de color como el rosa y el azul o el rayo coral, puede apartar cualquier entidad negativa astral tranquilizando instantáneamente al niño o la niña.
PROBLEMAS PARA DORMIR
En muchas ocasiones me han consultado por niños que no pueden dormir solos, que pasan miedo en las noches, lloran hasta quedarse dormidos o incluso que se despiertan muchas veces con pesadillas. En la mayor parte de las consultas he podido comprobar cómo estos niños estaban siendo testigos de otras realidades en las que entidades del bajo astral paseaban libremente por la casa, les acosaban o asustaban y les intentaban robar la energí­a.
En muchas ocasiones estas entidades acompañaban a unos de los padres o a un hermano/a mayor. Esto es algo muy habitual, estas entidades, en la noche, se acercaban al niño para chupar energí­a limpia o renovarse energíéticamente y por el dí­a acompañaban al familiar haciíéndole tener mal humor, pesadez, depresión, culpa, deseo incontrolado sexual o incluso miedo. Muchas historias, pelí­culas o incluso cuentos, están inspirados en esta realidad.
Es este el motivo que muchos niños no quieren dormir solos, o piden la presencia protectora de sus padres, o aunque están cansados buscan excusas para no ir a dormir. No quieren volver a enfrentarse solos y a oscuras a una presencia desagradable que les acecha durante la noche.
La solución es, primero, ser conscientes de lo que está ocurriendo, limpiar el hogar de entidades posibles, ayudar al niño en los ratos de más susto para que sienta protección y cariño y ante todo, enseñar al niño que lo que ve es todo parte de una gran ilusión. Que lo único que es real es el Amor y la luz de Dios que está en el corazón de todos.
LA REACCIí“N DEL NIí‘O ANTE CIERTOS LUGARES O PERSONAS
A veces estos niños no quieren quedarse en guarderí­as, colegios… muchas veces tiene que ver con el alejarse de los padres, pero otras veces tiene mucho que ver con las energí­as de estos lugares o la de sus cuidadores o profesores.
Es importante que se tenga en cuenta la sensibilidad de estos niños para captar la vibración real de las personas. Una persona puede parecer alegre, buena, desinteresada, servicial, pero un niño espiritual, rápidamente capta si todo esto es una escenificación. Enseguida llora ante una persona con la que no quiere ni debe de estar. Es algo que los padres no han de dudar: cuando un niño no quiere acercarse a un adulto o no se siente cómodo en su presencia, por algo es, aunque parezca no haber motivo alguno.
En resumen, si un niño no quiere estar con un adulto, se le pide al adulto que se aleje del niño o se aparta al niño del adulto. Si un niño no quiere estar en una estancia, en un lugar, es porque algo ocurre ahí­. Debemos tomar en cuenta las reacciones del niño, porque son pistas acerca del movimiento energíético que hay alrededor.
A veces no queda más remedio que dejar al niño con personas que no siempre son de nuestro agrado, entonces la sensibilidad y tacto de los padres ha de actuar, igual para la estancia. Hay que proteger energíéticamente al niño, intentar limpiar el lugar donde se dejará al niño y pedir protección angíélica para el niño durante el tiempo que estíé en ese lugar. Así­ mismo hay que enseñarle al niño a protegerse y a no temer.
LOS NIí‘OS Y SU RELACIí“N CON LOS ADULTOS
Los niños deben de estar con otros niños, no tanto con adultos. Los niños, cuando interaccionan excesivamente con adultos, por empatí­a aural reproducen todos los problemas o díéficit del perfil adulto que tengan cercano. Es fácil ver, por ejemplo, niños que arrastran problemas de sus profesores o de sus abuelos,  con miedos o hábitos adultos, preocupaciones, etc.
Energíéticamente esto es muy vistoso pues en muchas ocasiones los niños presentan el mismo perfil áurico que los padres, con los mismos problemas de depresión, nervios, ansiedad o incluso los mismos miedos en las mismas zonas. Esto acarrea problemas graves en su desarrollo y en su salud que se irán gestando desde muy temprana edad.
Los niños, y mucho más los niños espirituales, no son caprichosos. Ellos nacen sin ego, sin miedo y sin avaricia. Todo esto lo aprenden en la sociedad, es contagiado en niveles internos. Enseguida captan inseguridad en el otro y la interiorizan como propia, lo mismo el miedo, el egoí­smo y la agresividad. No se debe enseñar a un niño a no ser miedoso o egoí­sta sino a no asimilar el miedo ajeno, ni el egoí­smo ajeno, ni la agresividad. A aprender a captar la emoción ajena antes de interiorizarla como propia para así­ poder bloquearla en uno mismo.
Enseñar que existen personas con ira y que la ira se puede contagiar, y que es uno mismo quien escoge si quiere ser iracundo o no, igual con todas las pasiones humanas. Y, antes de que la pasión o la emoción se convierta en una costumbre o una adición, eliminarla en uno mismo sin culpar a los demás ni hacernos ví­ctimas de nuestros retos.
ROBO DE ENERGíA O VAMPIRISMO
Por otra parte, tambiíén pueden ocurrir transferencias de energí­a del niño a adultos de forma consciente o inconsciente. Esto puede apreciarse en niños demasiado “quietos”, tranquilos y relajados.  Un niño sano tiene mucha energí­a, y necesita moverse, necesita actividad. Cuando un niño suele estar siempre relajado, o mostrarse pasivo, hay que sospechar que algo ocurre, por ejemplo un robo de energí­a. Si esto persiste, puede derivar a un niño enfermizo, a lo que los míédicos no suelen dar soluciones efectivas.
Por ejemplo, suele ocurrir que adultos o personas de avanzada edad se acercan a los niños y junto a ellos se sienten más jóvenes, más saludables, incluso dejan de tener dolores o problemas de salud. Esto, a veces es por la alegrí­a contagiada del niño, pero muchas veces, aunque no son conscientes los adultos, se debe a que les están robando energí­a vital a los niños.
En estos casos los niños, en un primer momento, muestran desagrado ante esos abuelos o adultos y se debe a que automáticamente la enfermedad del adulto chupa casi toda la energí­a del niño, quien de pronto se siente cansado, adormecido o demasiado relajado.
La forma de evitar esto es siendo conscientes de esta realidad, y procurar proteger al niño de este tipo de compañí­as, algunas muy nocivas. El mismo niño nos puede dar las pistas necesarias, o incluso le podemos preguntar si se siente a gusto con cierta persona o situación. Tras hacer un examen o análisis deberemos tomar la determinación adecuada para el bien del niño.
Por esta razón es recomendable no exponer demasiado a un niño a personas gravemente enfermas o con enfermedades en desarrollo, o por lo menos no durante mucho tiempo. Existen niños de luz que piden estar con estas personas, pero es debido a que son sanadores y necesitan actuar energíéticamente en estos casos. Pero por lo demás, lo normal es que los mismos niños pidan estar alejados y por algo es.
Tampoco hay que negar la realidad ante el niño y no contarle lo que está ocurriendo pues el niño “ve” que algo ocurre, ve la muerte acercarse hasta tres meses antes de que se produzca, puede ver la enfermedad si está creciendo o está menguando, puede ver incluso si la persona está sufriendo o simplemente se aprovecha de su estado para ser atendido y “querido”. Si al niño se le engaña sobre la salud, la enfermedad y la muerte puede causar que deje de creer en la sinceridad de los padres.
LA MUERTE
Los niños pueden observar claramente la muerte de una persona. Primero pueden ver si el alma de alguien ya está “saliendo” del cuerpo y en quíé nivel está ya fuera. Tambiíén pueden observar si la persona está más o menos vací­a etíéricamente y auralmente, lo que indica que sus cuerpos sutiles se están deshaciendo para dar paso a una muerte fluida. Así­ el niño de luz sabe exactamente que una persona está muriendo, antes incluso que los padres o los míédicos.
En la sociedad actual la muerte se suele producir a raí­z de una larga enfermedad y esto es algo que desagrada y choca mucho a los niños de luz. Instintivamente ellos saben que algo está muy mal en este tipo de muerte. Ellos saben que una persona puede morir feliz y sana eligiendo su propia muerte, pues están preparados para  esto geníéticamente, pero al ver la muerte tan dura en otras personas no pueden impedir temerla como si fuese un proceso de ruptura completo con la vida. Una ruptura dura para la persona y para la familia en todos los aspectos.
Es importante enseñar a estos niños que la muerte en la sociedad actual es así­, pues las personas no sabemos morir adecuadamente, pero que la muerte es un encuentro bello y hermoso con nuestro verdadero ser angíélico. Es un despertar de luz muy esperado y muy celebrado en el cielo y enseñarles que, algún dí­a, las personas elegirán felizmente el momento de partir de la vida, con consciencia y sin dejar atrás ningún tipo de miedo, tristeza o dolor.
Es necesario enseñarles que la enfermedad nada tiene que ver con la muerte y que no han de relacionar estos dos conceptos, solo que algunas personas ya les tocó irse y, como no saben hacerlo solas, deben atravesar una enfermedad para partir adecuadamente.
Sobre todo enseñarles que tras la muerte no hay sufrimiento, no hay dolor y no hay enfermedad.
PROTEGERLES DE PERSONAS CON INTERESES
Sobre todo recomiendo no exponer al niño a otros clarividentes adultos o espirituales. Hay que tener en cuenta que un padre o una madre sin conciencia ni conocimiento en la espiritualidad no puede adivinar a que suerte de clarividente o visionario está llevando a su hijo, pudiendo ser todo un engaño para estar cerca de un niño de luz y “aprovecharse” energíéticamente. Aquí­ deberemos abstenernos de seguir ciegamente los consejos de terceras personas, las habladurí­as ni la pretendida fama del clarividente, pues esto no garantiza que sea alguien de luz.
Sólo el corazón, la intuición, puede indicarnos que estamos ante la persona correcta. Y hay que tener en cuenta que un buen clarividente no necesita estar cerca de un niño para “verle” o saber quíé le ocurre. Si la persona insiste en conocer presencialmente al niño, lo mejor es apartarse de esta persona, por muy buenas intenciones que parezca tener o por mucha bondad que desprenda. Y es motivo de reflexión aquellos que pretenden despertar ciertos “dones” o “poderes” en el niño o potenciar sus habilidades.
Esto que digo parece muy duro, pero he comprobado en varias experiencias con niños que se ha producido este hecho. Y sin ánimo de infundir miedo o desconfianza, os expongo el tema para que los padres de estos niños actúen con cautela, con conocimiento de que existen intereses para con estos niños que no son beneficiosos más que para los interesados, y a veces muy perjudiciales para el mismo niño.
Muchas personas que muestran tener luz en su aura, realmente se “visten” de aura ajeno o desprenden energí­a amorosa “robada” de otras personas, logrando así­ que les acepten como grandes visionarios, espirituales o incluso avatares, cuando en realidad no son más que brujos negros disfrazados con luz ajena.
COLOCACIí“N DE ALTARES DE LUZ EN EL HOGAR
Recomiendo colocar por lo menos 6 altares de luz en un hogar normal. Estos altares no tienen porquíé ser fí­sicos, pueden ser simplemente energí­a Crí­stica invocada para proteger el lugar. 4 altares en los 4 víértices de la casa, que formen una red dorada o blanca que cubra todo el perí­metro del hogar. Un altar en la entrada de la casa mirando hacia la puerta. Este altar bloquea o impide el acceso de ciertas entidades o personas dentro del hogar. Otro altar en el centro de la casa, o en el lugar más energíético. í‰ste sí­ que es recomendable que corresponda con un altar fí­sico.
En el caso que haya niños en el hogar, se colocarí­a otros 4 altares en las 4 esquinas de su habitación, un altar en la entrada de la habitación y otro en el centro. Este altar del centro puede colocarse en la cabecera de la cama o un lugar energíético.
Cada altar energíético tiene que reponerse cada cierto tiempo, con una nueva invocación, visualizando una luz blanca que llega desde el cielo hasta mucho más abajo del piso. El tamaño del altar de luz puede ser de 50cmx50cm aproximadamente. Se puede potenciar esta energí­a con un cuarzo blanco o una amatista.
El altar fí­sico tiene que tener los 4 elementos a ser posible: tierra, aire, fuego, agua. Tambiíén puede tener cuarzos, alimentos, semillas, fruta, y debe activarse cada dí­a. La activación puede consistir en encender un incienso o una vela, invocar a la presencia Crí­stica para que ilumine el hogar. Este altar no debe estar a la vista, ni tiene que tocarlo nadie excepto quien lo activa, y niños menores de 12 años. En caso de colocar figuras o imágenes, es recomendable antes limpiarlas de posibles lazos a la oscuridad, sobre todo esto ocurre en figuras religiosas o mí­sticas.
Para terminar una protección completa del hogar se puede sellar las puertas y ventanas con luz Crí­stica, evitando a ser posible los sí­mbolos protectores, pues pueden estar mal codificados, diseñados o malversados.
VISITAS Y FAMILIARES EN EL HOGAR
En muchos hogares, cuando nace un niño de luz, se tiene a ver una gran afluencia de visitas y familiares. Muchos parecen “coincidencias” pero lo cierto es que las coincidencias no existen.
Las personas se sienten atraí­das por la vibración amorosa del nuevo ser y aunque a veces no saben por quíé, se sienten muy cómodas en el hogar. Sobre todo cuando se trata de un bebíé, es necesario aprender a poner horarios de visitas y lí­mites para estas.
Las visitas, como ya he mencionado, han de permanecer apartadas del dormitorio del niño. Lo mismo en la cocina y otros dormitorios es preferible que no estíén. No por ellas mismas, sino por la intimidad y la vibración personal.
La vibración del hogar ha de estar cargada de la unión familiar. Cuando una persona ajena a la familia más cercana entra en los lugares de intimidad, estos lugares rompen rápidamente su protección. En muchas ocasiones incluso hay que rehacer todos los altares de luz y limpiar energíéticamente todo, pues, por muy cercana que sea la visita, es alguien ajeno al hogar y de una forma u otra, rompe el equilibrio interno de la casa.
Con la moda del diseño interior, es muy común mostrar la casa a las visitas. Esto es muy perjudicial, primero porque las visitas pueden cargar de envidia las diferentes estancias y segundo porque, como he dicho antes, se pierde cualquier protección de luz que haya, permitiendo que entidades, de esa visita o acechadoras, puedan entrar en el hogar.
El hogar es un lugar í­ntimo, en muchas ocasiones las personas ajenas al hogar sienten la necesidad de entrar en el dormitorio del reciíén nacido para verle en su “entorno”. Esto no hay que permitirlo. En muchas ocasiones esta aparente necesidad no surge de ellas sino de aquellas entidades que estas personas cargan.
 
AYUDARLES A DISCRIMINAR ENTRE LO QUE VEN
En el plano astral existen los disfraces, personas y seres pueden disfrazarse de luz aun siendo autíénticas sombras. El disfraz astral es algo muy sencillo de hacer y que la mayor parte de personas que trabajan en el astral lo practican a menudo. Un niño menor de 5 o 6 años capta enseguida el disfraz, pero un adulto o adolescente puede ser engañado fácilmente, tanto por personas como por seres que se hagan pasar por luz.
A los seres, rápidamente se les puede captar mirándoles fijamente a los ojos. Si son entidades del bajo astral enseguida se caerá su disfraz. Lo mismo a las personas disfrazadas de luz, se les puede quitar la “capa luminosa” y entonces aparece la verdadera forma, simplemente hay que apartar mentalmente la luz de la persona para ver más allá, en el corazón. El corazón de alguien de luz reluce con fuerza.
Algunas personas, lamentablemente, saben cómo robar la luz ajena y se la ponen en la zona del corazón para mantener este engaño. En estos casos, si se observa esa luz, claramente se nota que ese corazón reluce con luz ajena, ya que se puede ver al verdadero dueño de la luz a travíés de íél.
En caso de que sea un ser o una entidad del astral, un truco muy eficaz es pedirle que diga las palabras: “Cristo, luz, amor”. Los seres que no son de luz, sobretodo la palabra “Cristo”, la evitan, pues es una invocación al Cristo; inmediatamente se desintegrarí­an en la luz divina Crí­stica.
LIMPIEZA Y PROTECCIí“N DEL HOGAR
Existen 4 tipos de entidades que hay que tener en cuenta a la hora de limpiar un lugar.
Fallecidos
Cuando el fallecido es un desconocido, lo normal es que estíé perdido y su razón de estar en ese lugar es para ser ayudado a ascender, con llamar al Arcángel Miguel y guiarle a la luz es suficiente. Pero cuando el fallecido es un familiar, son apegos y miedos en la misma familia los que no logran deshacerse y permitirle seguir su camino de luz, en algunas ocasiones la forma en que el familiar falleció, si fue muy brusca o aun no estaba preparado
Se apartan enviándoles paz y solucionando ese apego emocional. En muchos casos son las primeras entidades que los niños reconocen abiertamente ver, por ejemplo los abuelos o bisabuelos fallecidos. No hay que asustarse de esto, seguramente las hayan visto muchas veces antes de decirlo. Simplemente hay que ayudar a ese fallecido a ascender.
Entidades emocionales
Sobre todo aquellas personas que tienden a emociones densas y estancadas: miedo, angustia, depresión, ira, pasiones sexuales, etc. Suelen crear formas etíéricas muy densas que se quedan en los dormitorios, salones, cocinas, y allá donde la emoción es más fuerte. Estas emociones hay que deshacerlas. Se deshacen con el rayo violeta, y limpiándose uno mismo de estos hábitos emocionales. Los niños son muy sensibles a estas emociones, les afecta sobre todo en el sistema digestivo y en el desarrollo del cuerpo mental y emocional.
Suele verse como mocos, gusanos, o formas sin sentido. A veces tienen forma humana pero en raras ocasiones. En los lugares donde se hallan, los niños casi nunca quieren acercarse. Suelen ser lugares donde ha habido muchas tensiones o problemas emocionales, aunque haya sido hace mucho tiempo.
En las mudanzas hay que tener en cuenta que los anteriores inquilinos no hayan dejado suciedad etíérica y se debe limpiar la casa completamente antes de instalarse.
Egríégores o entidades del bajo astral
Estas entidades, aparte de emoción, tienen una pequeña conciencia, normalmente acompañan a los adultos para mantener su status. Ante ellos, los niños suelen asustarse mucho, sobre todo por aquellos que su vibración es de miedo. En el caso de los egríégores se les echa dejando a un lado esa vibración dentro de nosotros mismos, y echando firmemente al egríégor de nuestro lado.
Cuando una persona ha dado pie a un egregor en su vida durante mucho tiempo, suele ser muy común que este egregor, de vez en cuando, actúe y hable por íél. Esto suele asustar mucho a los niños quienes en seguida captan que esa persona no es del todo una persona.
En el caso de que la persona en cuestión sea uno de los progenitores o un familiar, lo normal es que corte rápido la clarividencia, pues no quiere aceptar que su familiar, a quien quiere, no sea quien parece ser, y se acostumbre a que haya personas así­, aceptándolo pero a la vez sintiendo rechazo ante ellas.
En caso de adultos o adolescentes que reconocen haber sido clarividentes y que les haya ocurrido esto, lo mejor es aceptar el papel en la vida que cogió el familiar, perdonarle por aceptar a esa entidad en sí­ mismo y actuar tan negativamente. Tras esto es posible que vuelvan a ver poco a poco y según estíén preparados para ello.
Portales negros
Allá donde se mantienen mucho tiempo egríégores  o entidades del bajo astral, se suelen abrir portales negros que hacen que puedan penetrar más entidades de baja vibración en el hogar. En estos casos los niños tenderán a quedarse mirando fijamente esos puntos, asustados, y a veces llorarán fuertemente, sin motivo aparente.
No hace falta que el niño estíé fí­sicamente al lado de un portal negro para percibirlo. Simplemente con estar en la misma casa o el mismo vecindario si es un portal muy grande, el niño sentirá esa vibración.
Los portales negros se cierran con energí­a dorada o azul, con fe. En algunos casos hace falta hacer un trabajo de limpieza en la zona o borrar marcas o sí­mbolos que han puesto personas negativas para abrir esos portales. Recomiendo entrar en meditación, mentalmente ir a ese lugar, y observar cómo se cierra según aplicamos la llama dorada sobre el portal. En caso que no se acabe de cerrar, invocamos la llama Crí­stica, y pedimos asistencia mientras repetimos el mismo trabajo de luz.
Es bueno que el niño estíé presente, siempre que no sea demasiado pequeño, mientras hacemos la limpieza de este tipo de portales, pues así­ puede aprender a cerrarlos en un futuro y a tener confianza en que todo ese tipo de vibraciones se pueden limpiar. Además el niño puede ayudarnos a darnos cuenta si hemos acabado bien el trabajo.
Entidades vampí­ricas
Estas entidades conviven con las personas y muchas veces incluso están dentro de ellas. Suelen tener formas diversas, incluso insectoides o animaloides. Muchos clarividentes adultos no son capaces de percibirlas pues hemos convivido con ellas mucho tiempo y los adultos tenemos mucho miedo ante esta realidad habiíéndola bloqueado muy fuertemente en nuestro subconsciente.
Los niños suelen describir estas entidades como insectos gigantes o animales muy fieros: dinosaurios de un metro de tamaño, moscas, cucarachas gigantes o incluso lagartijas o medusas. En los cuentos estas entidades se representan como ogros o brujas que se comen a los niños o su alma.
Estos seres se alimentan de luz, energí­a, y/o de partes del cuerpo etíérico de las personas. Cuando se las percibe cerca, en unos pocos minutos nos llegamos a sentir agotados sin motivo alguno. Esto es debido a que nos han comido toda o parte de nuestra energí­a sutil.
Los niños de luz tienen una gran cantidad de energí­a y un aura muy grande, por ello atraen a este tipo de entidades, que ven una fuente de alimento en ellos. Los niños suelen estar muy protegidos, sobretodo los menores de 2 años, pero más adelante esta protección ya no es tan fuerte.
Como estas entidades son transportadas por personas, los niños describen a ciertas personas como animales o con formas inverosí­miles, y es porque están describiendo a esas entidades. Entonces se ve cómo el niño no quiere acercarse a cierta persona, o llora desesperadamente cuando la persona se le acerca
En una consulta, los padres de un niño me decí­an que el niño aseguraba que su profesor era un pulpo gigante. Y esto era así­, pues transportaba una entidad enorme con unos tentáculos parecidos a los de un pulpo, los cuales llegaban al niño intentando absorberle su energí­a.
En estos casos, el niño debe aprender a protegerse energíéticamente, puede llamar al Arcángel Miguel para que aparte a esa entidad de su lado.
La manera de expulsar estas entidades de la casa es con un altar de luz Crí­stica. Protegerse de ellas sólo es posible cuando nos concienciamos de su existencia y cuando conocemos sus míétodos de actuación.
Tambiíén repelen el rayo rosa del amor, por lo que al enviar energí­a amorosa suelen salir corriendo. Invocando al rayo azul celeste, podemos bloquear la entidad hasta el punto que no puede volver a absorber más energí­a.
TIPOS DE SERES QUE PUEDEN VER LOS NIí‘OS
Además de los mencionados anteriormente, existen estos otros seres que pueden verse por niños y niñas espirituales:
íngeles
Los niños normalmente ven a los ángeles no como figuras humanas, sino como esferas, bolas de luz. Las hay de muy diferentes tamaños, y su presencia siempre señala que el lugar está limpio. Normalmente son esferas doradas o blancas, pero tambiíén aparecen con luces de colores señalando que son la hueste de ángeles de un rayo de luz espiritual.
Duendes
Aquellos seres que se mueven muy rápido, sobretodo en lugares naturales, son duendes, enanos, elfos… los hay de diferentes tamaños y formas, y suelen tener emociones y pensamientos. Si el duendecito está enfadado puede molestarse con todo, romper cosas, hacerlas perder, etc. el niño sentirá claramente su enfado y mostrará el descontento abiertamente. A los duendes les encanta el agua y la luz natural, dándoles agua o poniendo una fuente en donde están se les puede pasar el enfado.
No es bueno que un niño tome mucho contacto con los duendes o enanitos, a no ser que sea parte de su misión de vida. Pues estos duendecitos, al tener emociones, a veces se “civilizan”, y se vuelven como los adultos en sus peores momentos: groseros, maleducados, iracundos, etc. y tientan al niño a portarse como ellos. Estos elementales no entienden del bien y del mal, simplemente han aprendido comportamientos humanos y los mimetizan a la perfección, pero a veces se enganchan demasiado a los niños pues su energí­a les da más vida y conciencia, y esto hay que evitarlo. En estos casos lo mejor es que el mismo niño eche al duendecito o al espí­ritu con firmeza, poniíéndose frente a íél y diciíéndole: ¡FUERA! ¡VETE! Si es necesario llamando al Arcángel Miguel para que aparte completamente a ese ser de su lado.
Hadas
Las hadas suelen verse con colores muy etíéricos, casi siempre en el aire, sobre las flores o entre ellas. Son astrales pero muy sutiles y las hay de muchos tamaños y formas tambiíén. A su lado se siente su alegrí­a, y a veces se puede escuchar su risa como cientos de risitas de luz llenas de alegrí­a y felicidad completa hacia todo lo que existe. En muy raras ocasiones los niños pueden hablar con ellas, pero sí­ pueden saber lo que sienten. Al ser seres más evolucionados que los duendes, a veces tienen más individualidad y pueden parecer más maduras, pero no les interesa para nada lo mental o las emociones.
Cuando un niño juega con hadas, el juego básicamente consiste en sonrisas y alegrí­a. Las hadas abundan en los campos con flores o flores con agua, a veces están en lugares donde hay muchos cuarzos o piedras mágicas, y se apartan de cualquier lugar contaminado, sucio, u hostil. Cuando hay duendes junto a las hadas, se trata de duendes de la suerte. Son más partí­cipes en la comunicación con las personas pero tienen una vibración positiva y elevada al estar cerca de hadas. Además ayudan a las personas a tener suerte o a no tener problemas, en muchas ocasiones incluso las alertan de problemas o las protegen.
En algunos casos algunos niños dirán que a las hadas las roban para hacerles daño, lamentablemente esto es real. Las roban por su cuerpo astral pues es muy delicado, y ciertos magos negros quieren poseer esas supuestas cualidades mágicas que creen que las hadas otorgan.
Sí­lfides, Sí­lfos, ondinas…
Existen otro tipo de elementales o devas de la naturaleza, incluso guardianes de montañas. Todos ellos pueden ser vistos por niños pero no son tan fáciles de distinguir pues suelen confundirse con el ambiente.Suelen ser los seres que ayudan a proteger la naturaleza o crean las formas de las nubes, las ondinas son aquellas hadas que se bañan en las cascadas… Son muy hermosos de percibir.
Los guardianes de los bosques o las montañas normalmente alertan si hay algún peligro y nos dan la bienvenida cuando llegamos al lugar, sobre todo cuando una persona trabaja para la luz.
¿QUí‰ HACER SI EL NIí‘O HABLA CON SERES DE OTROS PLANOS?
Lo principal es determinar quíé tipo de seres dialogan con el niño.
Se tiene que identificar si son seres del reino angíélico, seres de luz, extraterrestres y de quíé tipo, egríégores o diferentes seres del bajo astral, entidades diversas, fallecidos, elementales o devas de la naturaleza…
En general los seres del bajo astral ocultan su verdadera naturaleza y sus verdaderas intenciones. Hay que decirle al niño o a la niña que les pida que digan la palabra Cristo, la palabra Amor y la palabra Luz y que observe los resultados. Que les mire a los ojos y descubra su verdadera forma. O tambiíén podemos preguntarle al niño quíé tipo de mensajes les están dando, de quíé habla con íél o ella.
Es importante que si el niño tiene diálogo con seres de diferentes planos los padres agudicen su ingenio para saber quíé tipos de seres son y ayudarle según el caso.
Muchos niños de luz son “perseguidos” por voces o sombras del bajo astral para lograr su atención, pero otros muchos pueden hablar con hadas, duendes, espí­ritus de los árboles o incluso ángeles y esto no hay que bloquearlo sino permitirlo como algo natural. No hay que pedir que corten el diálogo ni hacerles ver que es inusual lo que les ocurre, en realidad la mayor parte de los niños pueden mantener esos diálogos, solo que no son conscientes de que lo hacen o no se lo dicen a los padres. Lo que sí­ hay que estar atentos por si les están hablando entidades negativas para enseñarles como defenderse.
LOS NIí‘OS ESPIRITUALES VEN EL ENGAí‘O
Uno de los grandes problemas con los denominados niños í­ndigo ha sido la gran incomprensión e incomunicación con los adultos. Estos niños poco a poco han dejado de “escuchar” a la sociedad y se han encerrado en su mundo donde parece que nadie tiene acceso.
El mayor problema se ha estereotipado con leyendas como: díéficit de atención, hiperactividad o problemas de comunicación.
La base del problema está en la sencilla razón de que un niño espiritual, claramente puede percibir el engaño o autoengaño en las personas que les rodean. Muchos adultos, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a las mentiras, a las falsas verdades, o las verdades a medias. Esto ha hecho que muchos niños dejen de escuchar a todos los que les rodean. Ya no hay intención de escuchar por lo que es inviable cualquier comunicación.
Los adultos, en su afán por lograr un equilibrio, intentan todos los recursos pero en ninguno de ellos está el cambiar la actitud en la comunicación o la forma de pensamiento, pues tanto tiempo acostumbrados al autoengaño es muy difí­cil reconocerlo.
Aun así­, este tipo de conductas antisociales en los jóvenes o niños puede cambiar fácilmente a partir de una relación sincera, en la que se dice lo que se siente, lo que de verdad se piensa, y se respeta al otro con humildad, aunque sea un niño. Los niños de hoy nos quieren enseñar las bases para un nuevo mundo, y tambiíén es necesario que los adultos aprendamos de ellos, escuchemos sus inquietudes, y no tanto al revíés.
 
Para concluir, recomiendo leer el siguiente artí­culo conpreguntas y respuestas sobre niños espirituales.
 
Altaí¯r Garcí­a

 
Altaí¯r Garcí­a
 
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