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Autor Tema: Comoa asimilamos la muerte?  (Leído 657 veces)

lauramsagra

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Comoa asimilamos la muerte?
« en: Febrero 17, 2014, 07:27:23 pm »

La muerte: Un hecho inevitable que debemos asumir

Cuando nos hacemos adultos aprendemos a familiarizarnos con el dolor y el sufriminto, debiendo soportarlo y afrontar la muerte como un proceso natural. Cuando somos niños, vamos a cumpleaños y bautizos; en la adolescencia y juventud, a casamientos, fiestas juveniles y muchas actividades sociales amenas. Pero al hacernos adultos, nos acostumbramos a ir a velorios y entierros de seres queridos, conocidos o familiares. Lo que más nos desconcierta es que la muerte casi siempre nos sorprende, es como si no estviíéramos preparados para asumirla como hecho inevitable.
Cuando nos hacemos adultos aprendemos a familiarizarnos con el dolor y el sufriminto, debiendo soportarlo y afrontar la muerte como un proceso natural. Cuando somos niños, vamos a cumpleaños y bautizmos; en la adolescencia y juventud, a casamientos, fiestas juveniles y muchas actividades sociales amenas. Pero al hacernos adultos, nos acostumbramos a ir a velorios y entierros de seres queridos, conocidos o familiares. Lo que más nos desconcierta es que la muerte casi siempre nos sorprende, es como si no estviíéramos preparados para asumirla como hecho inevitable.


El duelo y sus manifestaciones

Los sí­ntomas de una persona afectada por la muerte de alguien querido son caracterí­sticos y siguen una serie de etapas para asumir la píérdida. A veces se presentan otras dificultades que frenan el procesopero puede superarse con un planteamiento y apoyo adecuados. Somos seres inteligentes con un gran instinto de supervivencia y sabemos reaccionar ante las dificultades y sobreponernos a ellas y, si no, aprendemos. La vida continúa y una correcta elaboración del duelo permitirá continuar la vida normal.

Los sí­ntomas son parecidos a los de las depresiones mayores: Tristeza, trastorno del sueño, alteración del apetito y la libido, píérdida de peso. Disminuye el interíés por el mundo exterior, sobre todo en lo que recuerda a la persona fallecida. Y sobreviene el desinteríés por el trabajo, por encontrar nuevas relaciones, angustia, sentimientos de culpa, apatí­a, falta de esperanza y hasta pensamientos de suicidio en los casos más graves.

Surgen tambiíén sí­ntomas fí­sicos como cefaleas, úlceras, problemas respiratorios, palpitaciones, sudoración, y disminución de las defensas del organismo.

Los pasos de la elaboración del duelo son:

- Incredulidad. Es la primera reacción ante la noticia de la píérdida, acompañada de aturdimiento. Nos alejamos de la realidad.

- Agresividad. La persona tiene reacciones de descontento y resulta difí­cil de tratar. Tiene actitudes crí­ticas con quienes le rodean y se pregunta por quíé le ha tenido que pasar a íél.

- Depresión. Apatí­a y silencio. Se va haciendo a la idea de que la píérdida es irreversible. Es una resignación triste y silenciosa.

- Aceptación y paz. Asume con tranquilidad la ausencia. Comienza a centrarse y vuelve a sus actividades cotidianas.


El duelo patológico

Si el duelo no se elabora correctamente, pueden surgir sí­ntomas patológicos, relacionados con la necesidad de permanecer unido al ausente. Los indicadores del duelo patológico son los siguientes:.

- Sentimientos de culpa.

- Pensamientos de muerte.

- Sentimientos de inutilidad.

-Alucinaciones.

- Sensaciones de padecer la misma enfermedad de la persona difunta.

- Confusión.

- Lentitud psicomotora y deterioro de algunas funciones orgánicas.


Consejos para afrontar el duelo

Es bueno desahogarnos con alguien que pueda entender y compartir nuestro dolor pero no pretendamos que quien nos escucha o nos ayuda comprenda la dimensión de nuestro dolor.

Antes de realizar viajes o cambios de casa, conviene modificar los procesos mentales que llevan a la aceptación de la realidad. Reciíén estaremos preparados para enfrentar un cambio.

Así­ como no es aconsejable mantener tal cual estaban todas las pertenencias del fallecido, tampoco hacerlas desaparecer. Lo adecuado es quedarse con los recuerdos más significativos.

Cuando aparezcan los sí­ntomas del duelo patológico, conviene acudir al míédico y al psicólogo.


Errores más frecuentes ante la muerte

- Pensar que no debemos conocer los detalles de la muerte ni ver el cadáver. Aunque resulte duro, saber los detalles de la desaparición de la persona amada ayuda a aceptar la realidad de la ausencia. La falta de información puede generar confusión y fantasí­as irreales.

- La expresión de los sentimientos de rabia o de dolor es necesaria, porque permite que se procese la píérdida y se elabore el duelo, aunque puedan percibirse como manifestaciones exageradas.

- Pensar que cuando la persona muere se pierde su recuerdo. El recuerdo y las vinculaciones emocionales no desaparecen.

- Pensar que para superar el dolor debemos volver inmediatamente a nuestras actividades cotidianas. Conviene que darse un tiempo para reflexionar y para vivir el dolor.

- Considerar que el afecto por el ausente debe expresarse con mucha moderación. Debemos permitirnos expresar libremente las emociones dolorosas.

- Mantener que conviene no hacer partí­cipes a los niños de estas situaciones. Los niños son tan capaces como los adultos para elaborar los duelos. Deben aprender a superar píérdidas.



Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉