La elíéctrica cree que en 2014 sus resultados tocarán suelo, con 2.300 millones de euros, y el año próximo volverán a crecer, con incrementos anuales del 4% hasta 2016. La compañía prevíé inversiones de 9.600 millones en tres años, de los que sólo un 15% se destinarán a España. Iberdrola ha sufrido un fuerte golpe en sus resultados por las medidas incluidas por el Gobierno en su progresiva reforma elíéctrica. Los cambios regulatorios en España tuvieron el año pasado un impacto en sus cuentas de 801 millones, y se ha convertido en el principal lastre que hizo que el beneficio neto del grupo cayera un 7% en 2013, hasta los 2.571 millones de euros. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha confirmado hoy en una conferencia con analistas que el grupo seguirá recortando el beneficio este año. La previsión de la elíéctrica contempla un beneficio neto de 2.300 millones en 2014, lo que supone una fuerte caída del 10,5% del resultado. No obstante, íéste sería el ejercicio en que la elíéctrica tocaría suelo para volver a crecer el año próximo. El objetivo que se marca Iberdrola es crecer un 4% anual en los dos próximos dos ejercicios, lo que le permitiría alcanzar un beneficio de cerca de 2.390 millones en 2015 y de algo menos de 2.500 en 2016. Esto es, aún por debajo del resultado alcanzado el año pasado. La compañía tambiíén confía en tocar suelo este año con su resultado bruto de explotación (ebitda), con 6.600 millones de euros, un 8% menos que los 7.200 millones alcanzados en 2013. Las previsiones para los próximos dos ejercicios contemplan igualmente incrementos anuales del 4% en el ebitda. Iberdrola pretende ejecutar inversiones por valor de 9.600 millones de euros durante los próximos tres años que se centrarán en "negocios y países con una regulación predecible y estable". La compañía sólo destinará a España un 15% del montante de su plan inversor, frente al 41% que concentrará Reino Unido, el 23% de Latinaomíérica o el 17% que se destinará a su negocio en Estados Unidos. La mayor parte de la inversión se centrará en el negocio de redes, con un 57% del importe total, frente al 22% que se destinarán a renovables o el 19% de la actividad de generación y comercial.