La entidad, dentro de las desinversiones previstas en su plan de reestructuración, ha vendido tres carteras de críéditos por un volumen total de 713 millones de euros
La desinversión se ha producido "a travíés de un proceso competitivo de desinversión de activos no estratíégicos", y en esta puja "han participado los principales fondos de inversión y entidades especializadas en la compraventa de carteras de críédito", según destaca Bankia en su comunicado. La entidad financiera añade en este sentido que el interíés demostrado por los inversores ha generado "una demanda de gran calidad interesada en la compraventa de las carteras". La operación se ha estructurado mediante la venta, por un lado, de una subcartera de críéditos en situación concursal y, por otro lado, de dos subcarteras de críéditos concedidos a pymes y particulares. Según explica Bankia en el hecho relevante enviado a la CNMV, "las subcarteras vendidas incluyen operaciones de críédito en situación de dudoso cobro, con y sin garantía real, relativas a pólizas, príéstamos, líneas de descuento comercial y tarjetas de críédito". La entidad financiera añade respecto a las desinversiones realizadas que las carteras de críédito vendidas contaban con un "elevado nivel de provisión en los estados financieros del grupo".