El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a la privatización por capítulos de Bankia. Esta mañana cierra la venta del 7,5% del capital del banco nacionalizado para enviar el mensaje a las autoridades comunitarias de que les devolverá antes de lo previsto el dinero que le prestaron para rescatar al grupo financiero surgido de la fusión de Caja Madrid y Bancaja, una operación a la que ha vetado a los hedge funds que hundieron la cotización hasta sus mínimos históricos.
Esta fue la orden que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) les dio ayer por la tarde a Morgan Stanley, UBS y Deutsche Bank, los tres bancos que fueron seleccionados por Rothschild y Goldman Sachs para realizar una colocación acelerada sobre 863,79 millones de títulos de Bankia. El mandato fue tajante, salvo que no hubiera demanda suficiente para cubrir la colocación.
Un supuesto que se daba por descartado porque los propios gestores de Bankia habían contrastado en la reciente ronda de presentaciones entre inversores institucionales el apetito de las gestoras a largo plazo por adquirir acciones del banco nacionalizado. Unas reuniones en la que los grandes inversores le pidieron a Josíé Ignacio Goirigolzarri ampliar el capital flotante o free float que se mueve libremente en bolsa.
Hasta ayer, con el 68,4% del capital en manos del Estado y un 20% propiedad de los pequeños ahorradores que compraron en la salida a bolsa de julio de 2013, este ratio apenas era del 11%. Un porcentaje que para Bankia suponía un íéxito puesto que era la participación que las gestoras de fondos y de pensiones habían venido comprando desde septiembre de 2013 a los particulares que habían ido soltando sus títulos.
Pero el Gobierno no quería que la privatización parcial se hiciera a cualquier precio, al de facilitar la toma de posiciones por parte de inversores especuladores, los mismos que se forraron llevando la cotización hasta los 0,5 euros el pasado verano. Por ello, pidió a los tres colocadores no vender ninguna acción a operadores a corto.
Tan sólo a inversores conocidos como long term, que se comprometan a mantener los títulos y no provoquen una avalancha de venta a los pocos días de la colocación. El Ministerio de Economía no quiere verse en la tesitura de tener que dar explicaciones en el caso de que los cortoplacistas echaron abajo el valor de los títulos a escasos meses de las elecciones europeas.
La elección de Morgan Stanley se debe a que es el bróker que tiene el precio objetivo más alto para Bankia. Por su parte, la contratación de UBS responde a que ha sido uno de los bancos que ha organizado uno de los últimos road shows en Londres para los administradores del banco nacionalizado. La entidad suiza fue una de las que lideró, junto con Deutsche Bank, la oferta pública de suscripción (OPS) con la que el grupo se estrenó en bolsa de la mano de Rodrigo Rato.
La cotización de Bankia acumula una revalorización cercana al 20% en el año y en torno al 165% desde los mínimos que marcaba en junio de 2013. Los títulos del banco nacionalizado concluyeron la sesión de este jueves en 1,58 euros, con lo que la colocación a precios de mercado ascendería a unos 1.365 millones de euros.
El organismo designó al banco de inversión Goldman Sachs para llevar a cabo el análisis de la estrategia a seguir en la desinversión. Además, BFA tambiíén fichó a Rothschild para que le asesore en la enajenación del Estado en Bankia.