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Autor Tema: EEUU suspende la cooperación militar y comercial con Rusia  (Leído 86 veces)

Eguzki

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EEUU suspende la cooperación militar y comercial con Rusia
« en: Marzo 04, 2014, 07:38:09 am »
Con ganas de moverse más rápido que la Unión Europea, Estados Unidos suspendió este lunes su cooperación militar y comercial con Rusia. La Administración Obama tambiíén prepara sanciones contra el presidente Vladimir Putin, sus bancos y sus empresarios fieles.

Presionado por las crí­ticas contra sus titubeos internacionales en el último año, el presidente Barack Obama anunció que tomará "una serie de medidas económicas y diplomáticas que aislarán a Rusia" si las tropas de Putin no se retiran de Crimea. "Rusia está en el lado equivocado de la Historia en esto", dijo Obama antes de reunirse con el primer ministro israelí­, Benjamin Netanyahu.

Unas horas despuíés, el Pentágono hizo pública la suspensión de su cooperación militar con Rusia, por ejemplo con la cancelación de un ejercicio naval previsto para mayo y de todas las conferencias y visitas. Entretanto, el Departamento de Estado planea prohibir la entrada en Estados Unidos de altos cargos del Gobierno ruso y congelar sus bienes. El Congreso tambiíén está estudiando el bloqueo de la ayuda que recibe Rusia a travíés del Fondo Monetario Internacional.

Estados Unidos tambiíén decidió este lunes cancelar las reuniones con Rusia para fomentar la inversión y el comercio entre los dos paí­ses. El intercambio de bienes con Rusia supone para Estados Unidos apenas el 1% de su comercio, pero la decisión es la primera señal de los castigos que se pueden avecinar para las empresas que hagan negocios con Moscú, un paso al que la UE se resiste por los intereses de la holandesa Shell o la británica BP.

Mientras los europeos dudan, demócratas y republicanos presionan a Obama para que utilice todas las herramientas diplomáticas posibles para sancionar a Rusia despuíés de años en que Putin no ha respondido a las buenas maneras.

Hace justo cinco años, Hillary Clinton le dio al ministro de Exteriores ruso en Ginebra un botón de plástico rojo con la palabra "reiniciar". Sergei Lavrov prometió ponerlo encima de su mesa de trabajo.

"Simboliza lo que el presidente Obama, el vicepresidente Biden y yo hemos dicho: queremos volver a empezar", explicó la entonces secretaria de Estado mientras Lavrov no dejaba de reí­rse. Pero el botón ya tení­a defectos. Los americanos no lograron traducir correctamente el tíérmino "reset" y escribieron en ruso "peregruzka". Lavrov dijo que la palabra elegida significaba en tono informal "descarga". "No dejaremos que nos hagáis eso", bromeó.

Las buenas intenciones de la Administración Obama para superar la tensión con Rusia por la invasión de Georgia han dado los mismos resultados que los intentos de George W. Bush de cortejar a Putin (el ex presidente se arrepintió de haber dicho en junio de 2001 que habí­a mirado en "el alma" del ruso y notaba que era "de fiar").

Tras años de negociaciones, Estados Unidos y Rusia ni siquiera tienen una relación de confianza mí­nima. La semana pasada, Kerry, habló cuatro veces con Lavrov, quien aseguró que su ejíército no invadirí­a Crimea. Putin hizo lo mismo con Obama hasta que el sábado reconoció en una conversación de hora y media el despliegue de miles de soldados rusos en Crimea.

El papel de Obama

La posición de Obama es especialmente díébil despuíés de sus bandazos en verano sobre la intervención en Siria y de ponerse en manos de Putin, aliado de Asad y quien se inventó la salida del desarme quí­mico del ríégimen de Damasco.

La obsesión de Estados Unidos es mantener unidos a los europeos y dar ayuda económica al nuevo Gobierno de Kiev, pero las represalias preferidas por la UE contra Putin son hasta ahora menores.

Instigados por Obama, los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón) anunciaron el domingo la suspensión de todas las reuniones preparatorias de la cumbre de Sochi del G-8 prevista para el 4 y 5 de junio. Esto supone una retirada temporal de facto del G-8, el foro de grandes paí­ses industrializados formado para incluir a Rusia. La Casa Blanca tampoco enviará delegación a los juegos paralí­mpicos de esta semana.

El presidente Obama está ahora bajo presión para hacer más y más deprisa. Además de congelar los bienes de Putin y otros dirigentes, la Administración puede impedir los negocios de bancos rusos ligados al Kremlin, ampliar la lista de oligarcas que tienen prohibido viajar a Estados Unidos o investigar el lavado de dinero negro más agresivamente. Tambiíén tiene en su mano reforzar la protección de los paí­ses vecinos de Rusia.

Crí­ticas a su polí­tica exterior

El senador republicano Marco Rubio, convertido estos dí­as en voz de las protestas en Ucrania y Venezuela, aconseja al presidente que "reconsidere" el escudo anti-misiles que la Administración Bush planeaba desplegar entre Polonia y la República Checa. El senador demócrata Richard Durbin propone "echar del todo" a Rusia del G-8. Pero Obama tiene poco margen si los europeos, dependientes del gas ruso, no apoyan todos los castigos y no puede contar con Naciones Unidas.

El Consejo de Seguridad se reunió este lunes por tercera vez desde el viernes, pero por el veto de Rusia es un mero foro de debate.

Desde el amago en Siria, la polí­tica exterior del presidente suspende en las encuestas en casa. El 'Washington Post' dedicó este lunes a Obama un duro editorial en el que le acusa de vivir en un mundo de "fantasí­a": "El presidente Obama ha llevado una polí­tica exterior más basada en cómo cree que el mundo debe funcionar que en la realidad".