El negocio de prestar dinero tiene nuevos protagonistas. Mutua Madrileña ultima su salto al mercado de la financiación directa a pequeñas y medianas empresas de la mano de Bankinter y Banca March. La compañía de seguros presidida por Ignacio Garralda tiene previsto formalizar en los próximos días una alianza estratíégica con ambas entidades para desarrollar su irrupción en este segmento, bautizado tíécnicamente como ‘banca en la sombra’ (shadow banking), según han confirmado a este diario fuentes financieras.
En principio, los tíérminos del acuerdo de Mutua Madrileña con Bankinter y Banca March están sujetos a un importe mínimo que se repartirá entre una decena de príéstamos al año, que podrá ir ampliándose de acuerdo a la evolución del proyecto. En cualquier caso, la aseguradora participará siempre como coinversora con ambas entidades (bien sea en mayoría o minoría) en función del críédito en cuestión, con un compromiso temporal de medio-largo plazo (5-7 años) y con una expectativa de rentabilidad a partir del 7%.
Esta alianza supone un hito en el mercado nacional que puede abrir camino a inversores similares como fondos de pensiones y mutualidades. Mutua Madrileña se convierte en la primera compañía de seguros española en dar este salto a la hora de diversificar el perfil de su cartera de activos, como ya hizo antes con sus áreas de negocio (salud).El gigante del seguro del coche gestiona un patrimonio superior a 6.000 millones de euros, en su mayoría concentrado en renta fija (pública o privada) y sector inmobiliario.
Fuera de nuestras fronteras, las grandes compañías de seguros ya son operadores activos en el segmento de financiación directa o banca en la sombra. En el mercado de Estados Unidos, por ejemplo, donde el peso de la financiación bancaria es muy inferior a Europa, los gigantes Metlife y Prudential tienen una exposición conjunta a este negocio superior a los 100.000 millones de euros, una cantidad similar a la que tienen los grandes europeos como Aviva, Axa, Allianz y Generali en la región continental.
La financiación alternativa se abre paso al margen de los más grandes. Banca March o Bankinter, con un balance pequeño, buenos ratios de solvencia y bajas tasas de mora, han apostado por abordar la demanda de críédito existente de la mano de inversores institucionales interesados en participar en financiación directa. Este producto puede resultar complementario para inversores como Mutua Madrileña, necesitados de diversificar su cartera de activos y obtener rentabilidades algo superiores a las de la renta fija.
Además del dinero fresco procedente de las grandes gestoras de fondos alternativos (Apollo, Cerberus, Blackstone, KKR…) en sus distintas versiones (equity, mezzanine, deuda…), otros grandes inversores institucionales tienen presencia en la financiación directa de la mano de un socio estratíégico. Hace sólo unos meses, la propia Bankinter presentó en sociedad su proyecto con el fondo Magnetar, con el que la entidad naranja ha creado un vehículo para financiar proyectos empresariales en España.
La desintermediación bancaria para el acceso al críédito ha sido percibida por algunos operadores como una oportunidad de negocio. En este sentido, Banca March apostó fuerte hace unos meses con la incorporación en bloque de un equipo de mercado de capitales. Su estrategia pasa por ofrecer a las empresas (emisores) distintas soluciones de financiación no bancaria a medio-largo plazo, bien sean públicas (bonos) o privadas (directa), dirigiíéndose a un segmento de valor añadido que los más grandes han desatendido.