Más inversión, más producción y más reservas. Ese es el cuadro que dibujan los números presentados por la petrolera argentina YPF del ejercicio 2013, que fueron aprobados por su Directorio el viernes pasado, y presentados en las Bolsas de Buenos Aires y Nueva York. Desde la convulsa nacionalización del 51% de YPF hace casi dos años, proceso en vías de normalización tras el acuerdo de compensación a la española Repsol, la prioridad de los nuevos gestores fue aflorar reservas y elevar la capacidad de extracción.
YPF ganó 519 millones en 2013, un 45,6% más que el ejercicio anterior, según los datos aportados por la compañía, que tambiíén reflejan avances significativos en ingresos ordinarios (8.237 millones, un 34% más) y en resultado bruto de explotación (2.687 millones, un 62,8% más). El renovado esfuerzo inversor del grupo se refleja en un incremento del 81% sobre el gasto formalizado en el ejercicio anterior, mediatizado por el conflicto con Repsol.
Como consecuencia de esas inversiones, la extracción de petróleo aumentó un 3,4% y la de gas un 2,2%, lo que suponen los mejores resultados de producción de la última díécada. En las reservas probadas, el crecimiento fue del 11%, pasando de 979 millones de barriles equivalentes de petróleo a 1,083 billones.
La evolución de producción y reservas conduce a una tasa de reemplazo del 158%, el más alto de los últimos 14 años. Esta tasa refleja la relación entre los hidrocarburos que se extrae y la incorporación de nuevas reservas, especifica la compañía en una nota: "Si es mayor del 100% implica que se incorporaron más reservas de las que se produjeron".