Mediaset España asumía allá por 2010 importantes compromisos con las autoridades de Competencia para cerrar la absorción de Cuatro. Más de tres años despuíés y vencido el plazo para decidir sobre la prórroga o eliminación de dichas obligaciones, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido ampliar la vigencia de esos pactos y mantener bajo vigilancia a la sociedad cabecera de Telecinco. Según explican fuentes del sector conocedoras del expediente, la decisión sienta un precedente para la integración Antena 3-La Sexta, que el año próximo tendrá que pasar la misma reválida. Los dos grandes grupos controlan en torno al 90% del mercado publicitario.
La resolución, fechada el 28 de octubre de 2010, dejaba claro que los compromisos estarían en vigor durante tres años, aunque tambiíén advertía de que la supervisión podría ampliarse. “Transcurrido dicho plazo, la Comisión Nacional de la Competencia [CNC, cuyas competencias ha asumido este miíércoles la CNMC] valorará si se ha producido una modificación relevante en la estructura o la regulación de los mercados considerados, que justifique el mantenimiento, adecuación o supresión de las condiciones correspondientes por un período adicional de dos añosâ€, rezaba el hecho relevante remitido un día despuíés por Gestevisión Telecinco. El actual regulador ha preferido mantener la supervisión sobre un mercado que opera como un duopolio.
Las duras restricciones asumidas en su día por la empresa italiana para cerrar la compra de la cadena de Prisa pasaban, entre otras, por no comercializar conjuntamente la publicidad de Cuatro y Telecinco o grupos de canales cuya audiencia conjunta superase el 22%. Tambiíén obligaban a la separación operativa entre Publimedia y Publiespaña para la gestión de la publicidad de pago y en abierto. Respecto a la adquisición de contenidos, se limitaban los contratos en exclusiva a tres años de duración y se impedían derechos en exclusiva o primera opción sobre la totalidad de la producción de productoras nacionales de programas. Todo un corsíé para el día a día.
Pese a esos acuerdos, la tensión ha sido la tónica en la relación entre Mediaset y las autoridades de Competencia. Hasta el punto de la guerra abierta. No en vano en febrero de 2013 la propia CNC imponía a la editora de Telecinco una multa histórica de 15,6 millones de euros por el incumplimiento de algunas de esas condiciones pactadas para la adquisición. El supervisor consideraba acreditado que el grupo de medios había incurrido en una infracción muy grave, castigada con hasta el 10% del volumen de negocios total de la infractora. Por ejemplo, denunciaba la presencia de las mismas personas en los órganos de Publiespaña y Publimedia y estrategias de facto para vender conjuntamente la publicidad de sus canales, entre otras irregularidades.
Una “tragedia†para España
La sociedad que gestiona Paolo Vasile ha negado siempre de plano las acusaciones. Es más, el propio consejero delegado de la sociedad llegó a hablar de la CNC como “una de las grandes tragedias de este paísâ€. En sus últimas cuentas, la firma zanjaba: “Mediaset no ha incumplido ninguno de los compromisos que asumió frente a la CNMCâ€. Y subrayaba que “no ha habido ningún aprovechamiento†tras la fusión por la comercialización conjunta de los anuncios, como demostraría la reducción tanto de la cuota de mercado como del precio medio de la publicidad comercializada en el año posterior a la operación. Tambiíén se insistía en que se eliminaron de forma diligente las duplicidades de cargos en Publimedia y Publiespaña. No admitía tampoco anomalía alguna en la gestión de los derechos de contenidos, como le imputaba la CNC.
En esta línea, Mediaset no ha contemplado provisión alguna por este conflicto. No lo hizo en las cuentas de 2012 ni tampoco en las de 2013. “El balance de situación adjunto no incluye provisión alguna en relación con esta contingencia, al estimar los Administradores y sus asesores que no es probable el riesgo de que se materialice finalmente este pasivoâ€, subraya en su última Memoria. Todo con un plácet del auditor no exento de políémica. De hecho, la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pedía explicaciones a la compañía en mayo de 2013, por no haber “reconocido una provisión por el importe correspondiente de acuerdo con lo establecido en la NIC 37â€, artículo de las Normas Internacionales de Contabilidad que recoge las obligaciones para las empresas en cuestión de provisiones, activos y pasivos contingentes.
Atresmedia tendrá que pasar por un trance similar dentro de aproximadamente un año. En su caso, las condiciones impuestas por la CNC eran todavía más restrictivas que en el caso de Telecinco-Cuatro, lo que llevó inicialmente a la compañía de Planeta a rechazar la transacción. Fue la intervención del Gobierno en agosto de 2012, suavizando esos planteamientos, la que habilitó finalmente la integración. Acudió entonces el Ejecutivo para explicarlo a razones de simetría en el sector y de “interíés general relacionadas con la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial y la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológicoâ€. Un galimatías, con generosidad.