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El barco OSA Goliath de Oceanografía, firma proveedora de servicios a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), permanece en manos de acreedores de la naviera, que lo utilizó como garantía para obtener un príéstamo.
Norsk Tillitsmann, fondo noruego que gestiona parte de unos bonos emitidos por Oceanografía, informó este sábado que se apresta a vender la embarcación con el fin de recuperar los recursos.
Según detalló Norsk Tillitsmann la víspera en su página digital, el buque, el más grande del mundo en su tipo, fue detenido el viernes en aguas de la isla caribeña de Aruba y pretende obtener con íél los 251 millones de dólares adeudados por la naviera.
Oceanografía informó en septiembre pasado que había logrado colocar bonos por un monto de 160 millones de dólares a fin de arrendar una embarcación que serviría para dar servicios a Pemex Exploración y Producción.
Pero la firma fue intervenida por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes en febrero último por presuntamente defraudar con 585 millones de dólares al Banco Nacional de Míéxico (Banamex), lo que provocó que los bonos cayeran en impago.
Los problemas en torno a la naviera han repercutido en el Congreso mexicano, pues los legisladores del conservador Partido Acción Nacional (PAN) abandonaron el debate de las leyes secundarias de la reforma energíética aprobada en diciembre de 2013 al considerar que el caso tiene ribetes políticos.
De acuerdo con esa bancada, no regresará a la discusión hasta que se deslinden responsabilidades en la cuestión de la compañía, acusada de fraude y lavado de dinero, pues en las dos administraciones anteriores, encabezadas por el PAN, Oceanografía obtuvo una centena de contratos.
Por su parte, David Penchyna, del gobernante Partido Revolucionario Institucional, expuso que es una falta de respeto condicionar la participación panista en las discusiones, porque ponen como justificación un tema que corresponde a la Procuraduría General de la República.
Sin embargo, representantes del Movimiento Ciudadano pidieron crear una comisión especial para revisar y certificar a las principales firmas contratistas del sector petrolero y suspender el proceso de las leyes secundarias de energía hasta esclarecer plenamente este caso.
Para estos parlamentarios, con la reforma energíética se otorgará un mayor número de contratos a empresas nacionales e internacionales, por lo que es indispensable prevenir que situaciones como la de Oceanografía se repitan y multipliquen en el futuro.