El banco holandíés ING ha renunciado de momento a su propósito de ofrecer información a las empresas sobre el comportamiento de pago de sus clientes con el fin de promover anuncios a medida para íéstos, tras las protestas que la idea causó en Holanda y las dudas el Banco Central nacional.
"Queremos tomarnos el tiempo de analizar estos aspectos con todas las partes, así que de momento vamos a suspender el proceso", señaló el director de ING en Holanda, Nick Jue, en una carta abierta a sus clientes.
"Vamos a mantener discusiones con nuestros clientes y con los organismos de protección del consumidor para saber hasta dónde podemos llegar", añadió.
La entidad había anunciado la semana pasada que se planteaba facilitar información relacionada con los hábitos de gasto de sus clientes e incluso llego a crear un equipo especial para analizar el tráfico de los pagos.
ING solo llegó a realizar una prueba piloto con "varios miles de clientes", con vistas a que si la iniciativa tenía íéxito, el servicio podría extenderse a unos 4,2 millones de ahorradores que hacen sus transferencias y pagos con ING.
La entidad justificó esta idea con las oportunidades de negocio que ofrece la digitalización de los procesos bancarios porque la banca digital está creciendo enormemente, sobre todo a travíés de aplicaciones de móvil.