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Autor Tema: 60 años de transistores: la carrera por ser cada vez más pequeño  (Leído 3150 veces)

danielummm

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Hace 60 años la vida cotidiana de los seres humanos dio un pequeño vuelco con la aparición del primer transistor, un elemento clave de los chips, los procesadores y semiconductores que hoy se encuentran en todas las facetas de vida cotidiana: en los ordenadores, los televisores, los automóviles, los reproductores mp3, los telíéfonos móviles, los electrodomíésticos?.

El transistor, que proviene del inglíés: tranfer resistor -resistencia de transferencia- es un módulo electrónico que tiene como cualidad ser semiconductor y cumple con determinadas funciones como la amplificación o la oscilación de señales. Desde que John Bardeen y Walter Brattain, dos investigadores de Bell Labs, construyeran el primer dispositivo su tamaño se ha ido reduciendo de forma considerable.

Tanto es así­ que desde el comienzo, la batalla de las compañí­as residí­a en hacerlos cada vez chips más rápidos, para lo cual habí­a que incorporar un mayor número de transistores, y para que estos fuera posible habí­a que hacerlos cada vez más pequeños.

Gordon E. Moore, cofundador Intel, la empresa que se convirtió en el rey de los procesadores, creó el 19 de abril de 1965, una norma que marcará para siempre la evolución de industria de los semiconductores: cada dos años se multiplica el número de transistores de un microchip. Esta declaración de intenciones dio lugar a la famosa Ley de Moore, que se ha ido cumpliendo a raja tabla hasta nuestros dí­as y ha marcado la rapidí­sima evolución de la informática.

La velocidad de los procesadores se ha multiplicado año a año, gracias a enornes inversiones en investigación y desarrollo para lograr tíécnicas de fabricación que permitiesen integrar circuitos más pequeños. Pero desde hace ya más de una díécada, hay quien cí­clicamente lanza la voz de alarma para advertir de que la ley de Moore está tocando su techo. Sin embargo, la nanotecnologí­a, ha hecho que se rompan muchas barreras que parecí­an imposibles de superar.

El lí­mite de la Ley de Moore

En los 90, se creyó que ninguna tíécnica para dibujar circuitos podrí­a ser menor de una micra, y a mediados de la díécada, se aseguraba que era imposible batir la fabricación a 250 nanómetros, como recuerda la publicación tecnológica C/Net News.com. Y sin embargo, los microprocesadores actuales se manufacturan con tíécnicas de 45 nanómetros.

Para ser conscientes de los tamaños tan pequeños de los que se hablan, hay que tener en cuenta que una micra es la milloníésima parte de un metro, y un nanómetro, es la 1.000 milloníésima de un metro.

Predecir el final de la Ley de Moore se antoja difí­cil, las últimas estimaciones es que llegue a su final en 2020. Pero el modelo de la industria ya ha dado un importante cambio. De la carrera por aumentar la velocidad de proceso se ha pasado a la búsqueda de la eficacia, y el menor consumo de energí­a.

Los chips actuales gastan menos energí­a y hacen que duren más las baterí­as, además tienden a incorporar funciones especí­ficas según el tipo de máquina en la que trabajan, y se busca más de velocidad de proceso, añadiendo múltiples núcleos. El doble núcleo ya es un estándar en las nuevos ordenadores, e incluso ya hay procesadores de cuatro núcleos dirigidos al mercado de consumo.

Estas tecnologí­as están haciendo que la importancia deje estar en la velocidad del reloj de un procesador, pero lo cierto es que los usuarios siguen exigiendo máquinas con más prestaciones, lo que hace presagiar que los transistores seguirán menguando para poder cubrir nuestras exigencias.

Fuente: elpais.com