En la última campaña de la renta, 35.000 irreductibles rellenaron a boli su declaración del impuesto sobre la renta, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que se presentan más de 19 millones de declaraciones. Sin embargo, la Agencia Tributaria pondrá punto final a esta práctica a partir de este año e impedirá que se entreguen impresos del impuesto sobre la renta cumplimentados a boli. Fuentes de la Administración señalan que a este colectivo se le ofrecerá el servicio de cita previa para la confección y presentación de la declaración. Y ello será así, incluso, si alguno de ellos incumple algunos de los requisitos para acceder a este tipo de asistencia como ejercer una actividad económica o contar con más de un inmueble arrendado.
Así, la imagen de un contribuyente rellenando un impreso de la Agencia Tributaria con un boli y una calculadora pasará finalmente a la historia. Para Hacienda, recibir impresos cumplimentados a manos supone un hándicap en la medida que su sistema de envío y recepción de datos está totalmente informatizado. De hecho, la Administración tributaria española es una de las más avanzadas tecnológicamente de Europa. A partir de este año, tambiíén se ha obligado a los autónomos a presentar solo por vía telemática sus autoliquidaciones de IVAo retenciones del IRPF. Y, desde 2011, Hacienda dejó de remitirá cartas certificada a las empresas que tributan por el impuesto sobre sociedades y la comunicación se realiza a travíés del correo electrónico.
Una carta personalizada
A partir de este año, al colectivo de irreductibles del bolígrafo en el IRPF deberán llamar al telíéfono habilitado para solicitar “la cita previaâ€. Recibirán una carta individualizada en que se les informará de las novedades y de los medios y fórmulas para presentar la declaración. Fuentes de la Agencia Tributaria aclaran que se pone fin a las declaraciones rellenadas a boli, no a la presentación del impreso en PDF. Es decir, los contribuyentes que así lo deseen seguirán cumplimentando su declaración a travíés del programa PADRE, imprimiíéndola y entregándola a la Agencia Tributaria o al banco.
Se mantendrá tambiíén el cada vez más utilizado “borradorâ€, que los contribuyentes que cumplen determinadas condiciones pueden solicitar a la Agencia Tributaria directamente o esperar a recibirlo. Este colectivo se amplía año tras año. Por ejemplo, en la campaña anterior, se extendió el borrador a contribuyentes que tenían hasta ocho inmuebles no arrendados –antes eran 2–, que habían registrado píérdidas patrimoniales derivadas de Instituciones de Inversión Colectiva antes las píérdidas obligaban a presentar declaración o que eran perceptores de la Renta Básica de Emancipación, entre otro perfiles.
Están obligados a presentar la declaración de la renta aquellos contribuyentes que sus retribuciones superan los 22.000 euros cuando hay un único pagador o los 11.200 euros cuando son dos. En cualquier caso, a los contribuyentes que están por debajo de estos umbrales les puede interesar presentar la declaración si el resultado es a devolver.
Los últimos datos oficiales indican que en la pasada campaña de la renta, la Agencia Tributaria recibió más de 19,4 millones de declaraciones y, de ellas, 12 millones (el 61,9%) se presentaron a travíés de Internet. A cierre de 2013, Hacienda había ingresado ya el 96,5% de las devoluciones solicitadas y que ascendieron a 10.110 millones de euros.