Las entidades financieras siguen soltando todo aquello relacionado con el ladrillo. Liberbank, BMN y Cajamar ultiman la venta de sus plataformas inmobiliarias, las gestoras con que administran los activos adjudicados en sus balances. Este paso sigue la senda marcada antes por Santander, Popular, Bankia o Caixa, que a lo largo del segundo semestre de 2013 colocaron estos activos para hacer caja y sanear sus balances. Ahora llega el turno de los más pequeños.
Según fuentes del mercado, el proceso de venta más avanzado es el de Banco Mare Nostrum (BMN), participado mayoritariamente por el FROB (65%). La entidad presidida por Carlos Egea recibió ofertas informales por su plataforma de gestoras internacionales como Cerberus (BankiaHabitat) y Portico, o de la española Almar, aunque al final la puja se resolverá entre Apollo (Altamira Real Estate/Santander) y Centerbridge (Aktua/Banesto), los dos fondos finalistas.
Los grandes quieren consolidar su presencia en el mercado. La plataforma de BMN gestiona los activos adjudicados transferidos a la Sareb por un importe total de 5.800 millones de euros, que se concentran fundamentalmente en el arco mediterráneo, zona geográfica donde desarrollaban su actividad bancaria las fusionadas Caja Murcia, Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedíés (el negocio financiero de la caja catalana se vendió más tarde a Banco Sabadell).
Otro de los procesos en marcha es el de Liberbank, aunque la entidad presidida por Manuel Meníéndez ya contempló la posibilidad de vender su plataforma de activos inmobiliarios a finales de 2013. La concurrencia de operaciones en esa íépoca del año hizo que la operación se aplazara temporalmente, ya que buena parte de los potenciales compradores participaban en procesos de mayor importe y de ámbito nacional, mientras que las actuales son de dimensión regional.
La entidad resultante de la fusión entre Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Cantabria y CCM transfirió activos adjudicados a la Sareb por un importe de 2.900 millones de euros a comienzos de 2013. La venta de la plataforma contribuirá a la generación de recursos para devolver al FROB los 124 millones recibidos como ayuda a travíés de bonos contingentes convertibles (CoCos), asistencia financiera con la que evitaron la entrada en el capital del organismo público.
El tercero en discordia es Cajamar. El grupo cooperativo pretende colocar tambiíén en el mercado su plataforma de gestión de activos inmobiliarios. Por su singularidad operativa, pues está formada por la fusión de decenas de cajas rurales, los activos inmobiliarios adjudicados están ubicados en municipios y regiones muy diferentes y complementarias a los de las carteras de entidades nacionales. La gestión del ladrillo cambia por completo de manos.