Los sucesivos cambios normativos y aumentos fiscales en el sistema elíéctrico que el Ministerio de Industria ha adoptado en los últimos dos años han colocado a todo el sector energíético en pie de guerra. Las reformas han disparado las alarmas en las elíéctricas. Con mucho menos eco, hay otras cotizadas víctimas de las nuevas retribuciones que amenazan su futuro. Son Ence, Iberpapel, Europac, Sniace o Cementos Portland.
Lo advirtió Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, hace un mes: "las inversiones irán destinadas principalmente a los proyectos energíéticos y países que disfruten de una regulación predecible y estable". España no está entre ellos. Otras grandes ya han avisado de que tambiíén las rebajarán. La internacionalización de estas compañías les permite lidiar con los recortes del Gobierno, que ha conseguido poner en su contra a todos los jugadores del sistema elíéctrico.
El sector de las renovables, especialmente el eólico, tambiíén está en pie de guerra. La patronal eólica ha denunciado que el borrador de Industria implica que asuman el 67% de la rebaja de las primas a las renovables. Se consideran víctimas de un "expolio".
Pero no son las únicas, igualmente las empresas de cogeneración han alzado la voz. Con los recortes del año pasado -cíéntimo verde al gas e impuestos- ya tuvieron que parar el 20% de las plantas y la nueva retribución, que aún tiene que ser aprobada definitivamente, puede herir de muerte a un sector al que, según señala la patronal Acogen, están vinculadas industrias que suman 200.000 empleos.
El impacto de la reducción en la retribución será de 660 millones, lo que hace que toda la reforma energíética suponga 1.032 millones para el sector. De los 6.000 megavatios (MW) instalados de cogeneración, 1.800 MW ya están parados.
El año pasado, la cogeneración produjo el 12,4% de la electricidad de España. Es la quinta tecnología de España, por detrás de la eólica (21,1%), la nuclear (21%), el carbón (14,6%) y la hidráulica (14,4%).
CIERRES, DESLOCALIZACIONES, DESPIDOS...
La cogeneración es la producción en un mismo proceso de energía elíéctrica y calor útil. Por tanto, el golpe afecta a empresas agrícolas, de materiales de construcción, alimentación, del textil, cementeras, químicas, azulejeras, papeleras... Las nuevas retribuciones directamente "sitúan en píérdidas operativas a la mayoría de las plantas actualmente instaladas, es decir, no hay margen para poder fabricar, los costes son superiores a los ingresos e impuestos que ha fijado el Gobierno", advierten desde Acogen. La amenaza de cierres, deslocalizaciones y despidos es creciente.
Entre las cotizadas con una actividad relevante en cogeneración sobresalen tres: Ence, Europac e Iberpapel. Tambiíén están en el mercado continuo Sniace y Cementos Portland, la filial de FCC, que se ven claramente afectadas por la reforma. El comportamiento en Bolsa ha sido más dañino en unos casos que en otros, pero en general, salvo Sniace, que está suspendida de cotización desde septiembre al encontrarse en situación de concurso de acreedores, la curva tiende hacia abajo desde que se anunciaron las nuevas remuneraciones al ríégimen especial (ver gráficos).
De momento, algunas de estas empresas ya han comenzado a tomar las primeras decisiones. Iberpapel ha anunciado la "paralización total" de todas sus inversiones. Esta compañía cuenta con una planta de cogeneración de gas en ciclo combinado y otra de biomasa, a las que ha destinado más de 50 millones de euros.
A su ya de por sí compleja crítica financiera, suma ahora otro varapalo con la retribución propuesta por el Ministerio de Industria. Esto, junto con el cíéntimo verde, ha llevado a la compañía a plantearse abandonar la cogeneración en su fábrica de Torrelavega despuíés de que haya estimado el impacto de la reforma energíética sobre sus cuentas en 32 millones de euros -en 2012 facturó 140 millones-. De esta forma, está estudiando paralizar la cogeneración y comprar otra caldera de carbón, según informó Europa Press.
Por su parte, Papeles y Cartones de Europa (Europac) cifra el golpe en 13 millones sobre su resultado bruto de explotación (ebitda). De ellos, tres ya se incluyen en las cuentas de 2013 y otros 10 son derivados de la nueva remuneración. La papelera consiguió salvar sus resultados el año pasado gracias a la buena evolución del papel. Ganó 27,4 millones, un 92% más que en 2012.
EL LICOR NEGRO DE ENCE
Finalmente, Ence es sin duda la empresa más perjudicada por las modificaciones del Gobierno. Al fin y al cabo, es la que más apostado por la cogeneración en España. No en vano, hace unos años cambió su histórico nombre de Empresa Nacional de Celulosa por el de Energía y Celulosa. El negocio del papel sigue siendo principal, pero muy asociado a la generación de electricidad, que representa prácticamente una tercera parte de los ingresos.
En su caso, el golpe es mayor porque la propuesta de Industria contempla una retribución cero para la cogeneración de celulosa con el llamado licor negro (lignina), un combustible comparable a los purines y los orujillos que se produce de la cocción de la madera con compuestos químicos y que es el que más utiliza Ence (las papeleras normalmente usan el gas). El Gobierno tambiíén ha reducido -en el sector creen incluso que haya podido ser un error- la remuneración a la inversión de 3 millones a 300.000 euros y ha equiparado la retribución del cultivo energíético a la de la biomasa, cuando los costes asociados son muy diferentes.
La consecuencia es que la inversión de 61 millones que Ence ha realizado en los últimos cuatro años en plantas de cogeneración puede ser inútil. De hecho, la empresa que dirige Ignacio de Colmenares estudia el cierre de su fábrica de celulosa en Huelva, donde es necesario el cultivo energíético, frente al Norte de España, con más bosques y por tanto más residuos forestales.
De momento, la compañía no ha formulado completamente sus cuentas de 2013, ya que la normativa incluye una sorpresa adicional: tiene carácter retroactivo al 1 de julio. "Y como han limitado las horas de producción a 6.500 horas al año, ocurre que hemos generado más energía que no se retribuye". En consecuencia, Ence contabilizó un impacto de 43 millones en su beneficio del año pasado, la mitad de lo que estiman tras los últimos cambios (86 millones). El resultado neto fue de 3,7 millones, un 92% menos.
Todos los implicados, tanto de cogeneración como las elíéctricas y el sector de las renovables, tratan de presionar al Ministerio de Industria para relajar los recortes que contempla el borrador. La solución, previsiblemente, se conocerá el próximo mes de abril.