Por... Luis Manuel Arce Isaac
Panamá inicia en abril el viacrucis para la firma del Modelo 1 del Foreign Account Tax Compliance Act (Ley de Cumplimiento Fiscal de las Cuentas en el Extranjero o Fatca) que le obliga a dar información bancaria a Estados Unidos.
Es un gran sacrificio, una aberración jurídica, extraterritorial, invasiva, anticonstitucional, repudiada por todos los banqueros, rechazada por los cuentahabientes y depositantes, pero hay que cumplirla para evitar represiones estadounidenses.
Así los expresaron hoy banqueros, economistas y empresarios en el foro Presente y Futuro del Sistema Tributario donde el ministro de Economía y Finanzas, Frank de Lima, anunció el proceso para un acuerdo entre Autoridad Nacional de Ingresos Públicos y el Sistema de Rentas Internas de Estados Unidos.
Según De Lima, el acuerdo establecerá las condiciones para el intercambio de información entre las partes, y si no se modifica la cláusula 6, Panamá se verá obligada a acatar e incluso a promover la firma del FATCA de otros países, por eso espera que no sea íél quien lo firme.
Dijo que el gobierno no quiere que se apruebe el FATCA, tampoco los bancos, ni los abogados que lo llaman aberración jurídica porque atenta contra la propia Constitución de Panamá. Pero no hay remedio, pues si no se cumple las sanciones que Estados Unidos imponga a los bancos serían catastróficas.
Nos están obligando, nos lo están imponiendo, clamó el abogado Camilo Valdíés quien confesó que la imposición parece ser inevitable, y por lo tanto sugirió buscar ideas para blindar a la banca nacional de sus efectos negativos pues de lo contrario el país podría verse expuesto legalmente por inconstitucional.
El presidente del Colegio Nacional de Abogados, Josíé ílvarez, estuvo de acuerdo con que la propuesta estadounidense atenta contra la Constitución, y sugirió interponer una demanda a la Corte por el FATCA.