Mediapro refuerza su posición al otro lado del charco. Y es que, según aseguran a El Confidencial fuentes del sector, la productora de Jaume Roures y Tatxo Benet se ha hecho con los derechos de explotación en exclusiva de la Fórmula 1 para Latinoamíérica desde el año próximo y hasta 2019. El acuerdo multianual, que implicará un desembolso superior a los 100 millones de euros, supone el desalojo de un gigante como Fox, que hasta el presente ejercicio controlaba las retransmisiones.
Según añaden estas fuentes, la firma catalana no sólo tendrá la exclusividad de las carreras en el pago y en abierto, sino que explotará los derechos para todos los dispositivos. El contrato –que incluye Centroamíérica y todo el Caribe, pero no Brasil– alcanzará a 90 millones de hogares, el equivalente a entre 250 y 300 millones de espectadores. El patrón del circo, Bernie Ecclestone, no ha ocultado el interíés de la Fórmula 1 por aumentar la penetración en esa región, donde apenas se celebra un gran premio –precisamente el de Brasil– pese a la resistencia del continente frente a la crisis económica y la debilidad europea.
El idilio entre Mediapro y el Mundial de automovilismo es de largo aliento. No en vano, el grupo ya arrebató en 2009 a Telecinco los derechos de retransmisión de la Fórmula 1 para España, despuíés de que la cadena de Paolo Vasile los hubiera explotado durante cinco temporadas con un notable íéxito de audiencia. Aunque el tándem Roures-Benet es tradicionalmente reacio a facilitar las cifras de sus transacciones, el sector estima que la productora habría abonado a Formula One Management (FOM), la empresa que gestiona el campeonato, en torno a 200 millones de euros por el siguiente quinquenio de carreras, periodo que finalizaba en 2013.
Cerrado ese lustro, Mediapro anunciaba a principios de octubre un nuevo acuerdo con la FOM para renovar los derechos dos años más. Semanas despuíés, a comienzo de diciembre, la sociedad abría un plazo de presentación de ofertas para las cadenas u operadores interesados en obtener la emisión de todos los grandes premios en exclusiva para las temporadas 2014 y 2015. Antena 3 se hacía finalmente con el concurso, reteniendo unas retransmisiones que mantiene en su parrilla desde 2012, cuando Mediapro se las arrebató a laSexta al incumplir esta con sus obligaciones económicas. La productora está integrada de forma indirecta en el accionariado de Atresmedia.
Desembarco en Amíérica
La apuesta de Mediapro por el continente americano no es nueva. La empresa tiene sede en Buenos Aires y, sobre todo, Imagina –rama del holding que agrupa a la firma y Globomedia– está desde 1998 radicada en Miami, donde opera un centro de producción (Imagina US). Tambiíén tiene enclaves operativos en República Dominicana, Venezuela y Colombia, siempre con dos principales áreas de actividad: la creación de contenidos y la distribución de canales. En esta línea, su división Media World anunciaba recientemente un acuerdo con el grupo estadounidense Hemisphere para la venta de tres canales de televisión de pago en español por 74,5 millones de euros.
La compra de acontecimientos deportivos es una de las rúbricas que más pesa en las cuentas de Mediapro. Según las últimas remitidas al Registro Mercantil, correspondientes al año 2012, las obligaciones para los siguientes 24 meses no eran pequeñas. "La sociedad tiene adquiridos los derechos audiovisuales de determinados eventos deportivos a disputar hasta la temporada 2014-2015, inclusive –expone la compañía–. La adquisición de estos derechos lleva inherente la asunción de ciertas obligaciones, entre ellas el pago de aproximadamente 1.451 millones de euros (2.103 millones en 2011), de los cuales 64 millones de euros (...) se encuentran avalados bancariamente".
En todo caso, se añade que hay pactadas ventas que en parte compensan esas obligaciones. De hecho, la compañía está especializada en la gestión de estos derechos audiovisuales, con el fútbol como piedra angular. En esencia, se trata de modelos de explotación take and pay, en los que Mediapro simplemente intermedia entre los operadores –sobre todo de televisión– y los propietarios de los derechos. "Está claro que nos faltan carreras en Latinoamíérica y estamos mirando atentamente esa parte del mundo", aseguraba Ecclestone hace un par de Mundiales. Mediapro se suma ahora a esa estrategia.