Cataluña y Valencia mantuvieron en 2013 su particular y reñida pugna por ser las campeonas en deuda autonómica. Por una parte, la Generalitat catalana fue la más incumplidora con respecto a su objetivo asimíétrico de pasivo -rebasó en 2,7 puntos porcentuales el 27,2% del Producto Interior Bruto (PIB) que le permitía el Ministerio de Hacienda- y tambiíén fue la que mayor volumen total acumuló, con 57.146 millones de euros en el cuarto trimestre del pasado ejercicio.
Por su parte, el Gobierno valenciano, que preside Alberto Fabra, resultó ser un año más el que mayor porcentaje de deuda registró en relación a su PIB -el 32,9%-, tras sobrepasar en 1,6 puntos porcentuales su tope a la carta del 31,3%.
El objetivo asignado a Valencia era, asimismo, el más elevado de todos cuantos Hacienda había autorizado a las autonomías en 2013, y aun así el Ejecutivo de Fabra no pudo cumplirlo.
A mayor tope, mayor desvío
Así lo certifican los últimos datos del Banco de España, de los que se concluye, asimismo, que tan sólo dos Gobiernos regionales -Castilla y León y Extremadura- lograron en 2013 sus objetivos de pasivo individuales. Las restantes autonomías rebasaron sus topes asimíétricos de deuda, que habían sido dictados por el Consejo de Ministros el pasado 30 de agosto, al igual que un techo máximo conjunto del 19,1% del PIB. Esta meta global tampoco se cumplió en 2013, ya que el año se cerró con un pasivo regional global del 20,2%.
Ahora bien, aunque 15 de los 17 Gobiernos regionales superaron sus metas particulares, no todos los incumplimientos son iguales. Por ejemplo, sólo cuatro autonomías disponían de un tope de deuda superior al 19,1 por ciento conjunto: Valencia (margen permitido del 31,3 por ciento de su PIB), Castilla-La Mancha (29,8%), Cataluña (27,2%) y Baleares (23,2%).
Pues bien, según las estadísticas del Banco de España, estas cuatro CCAA no sólo fueron incapaces de cumplir sus márgenes a la carta, sino que formaron parte del quinteto que más se desvió respecto a lo autorizado: 2,4 puntos porcentuales de PIB más en el caso balear; 1,8 puntos en el castellano-manchego; 1,6 puntos en Valencia; y 2,7 puntos en el caso catalán.
La Región de Murcia completa el podio de las cinco más incumplidoras en 2013, puesto que a finales del cuarto trimestre su pasivo era 2,1 puntos porcentuales superior a su tope del 18,8 por ciento. Con tal resultado, Murcia tiene ya empeñado el 21% de su PIB.
Otro caso de flagrante incumplimiento de su meta de deuda es el de Castilla-La Mancha, con el agravante de que, además de pasarse en 1,8 puntos porcentuales, la comunidad que preside María Dolores de Cospedal es la segunda con mayor pasivo en relación al PIB: el 31,6%, a tenor de los últimos datos del Banco de España.
Más de 200.000 millones
En total, al cierre de diciembre de 2013, las comunidades autónomas presentaban una deuda según el Protocolo de Díéficit Excesivo (PDE) de 206.797 millones de euros, frente a 185.456 millones en idíéntico período de 2012. Es decir, un alza de 21.341 millones en el ejercicio.
De esa cifra global, casi el 55 por ciento del pasivo lo acumulan tres comunidades: Cataluña -la más endeudada en tíérminos absolutos, con 57.146 millones-, la Comunidad Valenciana -31.884 millones- y Andalucía, que tiene empeñados 23.898 millones. Madrid, que debe 22.104 millones, es la cuarta con mayor cifra de pasivo.
La evidente dificultad de las autonomías para embridar su deuda parece indicar, asimismo, que una parte del ajuste en díéficit que el Gobierno Central les exige acaba yendo a engordar el pasivo. De hecho, las más incumplidoras en deuda son las que más arduo lo tienen para cuadrar el díéficit -tambiíén asimíétrico-, con Cataluña , Valencia, Murcia y Baleares entre las rezagadas.