Abengoa tiene muy avanzados los trámites con la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglíés) para sacar a bolsa una compañía que agrupará varios de sus activos al otro lado del Atlántico. La novedad es que esta Oferta Pública de Venta (OPV) irá dirigida a los inversores minoristas americanos, una operación iníédita por parte de una empresa española.
Según indican fuentes financieras, Abengoa ya tiene definida la compañía que a partir del próximo mes de mayo cotizará en el Nasdaq. La sociedad, conocida como Yieldco, incluirá la planta termosolar en Arizona, en la que la empresa española ha invertido 1.500 millones de dólares; otra en California, todavía en contrucción. y una más en Míéxico. El grupo agrupoa además la filial de líneas de trasmisión en Brasil y otras empresas similares en Chile, y Perú. Asimismo, forman parte de esta nueva sociedad dos termosolares en España, Solaben 2 y Solaben 3 y un parque eólico en Uruguay.
Entre todas producen 710 megawatios, más otros 300 en desarrollo, y arrastran una deuda de casi 3.000 millones de deuda. Entre ambos negocios sumarán una valoración cercana a los 1.000 millones de dólares, unos 726 millones de euros. La empresa facturó 379,6 millones de dólares en 2013, con un beneficio operativo de 111 millones y unas píérdidas netas de 1,8 millones.
La intención de Abengoa es vender entre un 30 y un 40% del capital de esta nueva sociedad, por lo que captará entre 220 y 300 milloens de euros, según fuentes próximas a la operación, que va a ser dirigida por Citi y Bank of America Merrill Lynch. El diseño de la colocación supone que las acciones se ofrecerán a inversores particulares estadounidenses, un hecho insólito puesto que hasta la fecha todas las OPV de empresas españolas habían sido distribuidas exclusivamente entre gestores de fondos, de pensiones y hedge funds.
Esta decisión de buscar el dinero de los pequeños ahorradores americanos se ha podido tomar porque la sociedad que va a salir a bolsa es considerada como una compañía con ingresos garantizados por contrato, con generación de caja estable y recurrente. Es decir, con escaso riesgo y una rentabilidad asegurada de entre el 7 y el 8%, una inversión perfecta para ahorradores sin la experiencia de los profesionales. El porcentaje de los beneficios que se destinará a dividendos asciende al 90%.
Para Abengoa se trata de una operación estratíégica para su crecimiento futuro porque a travíés de esta Yieldco podrá pujar por otras concesiones sin afectar al endeudamiento de la matriz. Las próximas plantas que pueda construir en Estados Unidos, donde tiene tambiíén seis instalaciones de bioetanol y otra termosolar, se harán con la financiación de esta nueva sociedad si la junta de accionistas aprueba el proyecto, por lo que no impactará en el balance del grupo.
Un asunto de vital trascendencia para el grupo controlado por la familia Benjumea, que lleva varios años peleando para rebajar el ratio de endeudamiento y reforzar su capital. Con eses objetivo vendió el pasado año Befesa por 1.075 millones de euros, pese a no obtener apenas plusvalías, y salió a cotizar al Nasdaq con una emisión de ADR (acciones americanas emitidas por una compañía extranjera) por 450 millones de euros. Dos transacciones que le permitieron obtener liquidez para hacer frente a los vencimientos de deuda de 2013 y 2014.
Reunión clave con inversores
No obstante, la nueva salida a bolsa en Estados Unidos no tendrá efectos en el apalancamiento de la compañía, ya que la Yieldco seguirá consolidando en las tripas de Abengoa. A cierre del pasado año, el grupo con sede en Sevilla tenía una deuda de 7.974 millones, 1.300 millones más que en 2012. Un aumento derivado del pasivo originado por las concesiones obtenidas, que se elevó desde los 4.215 hasta los 5.850 millones. Sin tener en cuenta este aspecto, su apalancamiento neto hubiera bajado de los 2.486 hasta los 2.124 millones.
Esta será una de las cuestiones más relevantes que los gestores de Abengoa tratarán de exponer este jueves en su octavo Día del Inversor que van a mantener en Londres y en Nueva York entre el jueves y el viernes con una centena de inversores de todos el mundo, incluidos los bonistas en cuyas cuentas está la mitad del endeudamiento del grupo. Un Investor Day al que los Benjumea acuden con la tranquilidad de que las acciones han duplicado su valor respecto al anterior encuentro mantenido en mayo de 2012.
