El Ministerio de Fomento trabaja para aumentar la carga de trabajo de Renfe y Adif en Arabia Saudí, donde ambas participan en la construcción del AVE del desierto, el mayor concurso público ganado nunca por un consorcio español. Las dos empresas públicas optarán el próximo 13 de abril a hacerse cargo de un nuevo proyecto en el país para operar y gestionar una red de ferrocarril de 2.750 kilómetros de extensión que discurre en un triángulo entre la frontera con Jordania -en el norte del país- la capital, Riad, y el puerto de Ras Al Khair, en la costa del ocíéano índico.
Adif y Renfe firmaron el pasado 26 de marzo un acuerdo para presentarse de manera conjunta al concurso, aunque si su oferta en común no sale elegida, cualquiera de ellas podría participar en el proyecto por separado. Aún así, no estarán solas. Arabia Saudí es un cliente deseado por empresas de todo el mundo y el concurso ha despertado un gran interíés entre los mayores operadores y gestores de infraestructuras ferroviarias globales. Fuentes del sector dan por hecho que las empresas españolas deberán competir con gigantes como la compañía pública francesa Sociíétíé Nationale des Chemins de Fer Franí§ais (SCNF) o el operador alemán Deutsche Bahn, segunda y primera empresas ferroviarias europeas, respectivamente.
A diferencia del proyecto de Alta Velocidad entre Medina y La Meca construido y operado por un consorcio de 10 empresas españolas en asociación con grupos locales, en este caso serían sólo Renfe y Adif las protagonistas, si bien el fabricante CAF ha vendido a la Saudi Railway Company (SAR) cinco trenes diíésel elíéctricos que alcanzarán una velocidad de hasta 200 kilómetros por hora. El importe del nuevo concurso tampoco está definido, aunque será muy inferior a los 6.000 millones de euros del AVE del desierto.
En el caso de resultar ganadores, Renfe y Adif gestionarían el denominado ferrocarril Norte-Sur durante los próximos cinco años. Por esta vía circularán mercancías, cargamentos de bauxita y fosfatos procedentes de minas hacia los puertos del índico. El inicio del tráfico de viajeros está previsto para el año que viene, aunque parte de la infraestructura como las estaciones de pasajeros o las terminales para el tráfico de contenedores más próximas a Riad aún están en fase de construcción.
Más que inversiones Renfe y Adif deberán transferir sistemas de gestión, tecnologías y personal. El operador ferroviario por ejemplo, deberá aportar al menos 17 puestos de dirección obligatorios a la nueva sociedad. Arabia Saudí es un país al que resulta difícil adaptarse, según explican «expatriados» que actualmente construyen el AVEa La Meca. No obstante, las dificultades se compensan con sueldos hasta tres veces más altos que en España.
El AVE del desierto debe estar listo en diciembre de 2016. El pasado mes de febrero, la ministra de Fomento Ana Pastor viajó a Riad para asegurar a las autoridades saudíes del cumplimiento de los plazos. Pastor subrayó la posibilidad de ganar contratos como la línea Norte-Sur, la construcción de metro en Riad, Meca y Jeddah, hospitales... El propio Ministerio cifró entonces en 90.000 millones de euros el volumen de capital que moverán los proyectos de obra civil en el país