Empresas y gobiernos se exponen a nuevos riesgos a partir del 8 de abril, cuando el sistema operativo dejará de actualizarse. Alrededor de 300 millones de ordenadores, incluidos los que se usan para operar cajeros automáticos y plantas de tratamiento de agua, electricidad y residuos , pronto quedarán desprotegidos ante posibles amenazas de seguridad informática. Microsoft dejará de ofrecer el 8 de abril actualizaciones a su sistema operativo Windows XP, dejando al descubierto los ordenadores que se usan en sistemas industriales y en agencias gubernamentales. Microsoft ha advertido a sus clientes desde hace años sobre el cambio, pero, aun así, más de 10% de los PC utilizados por gobiernos y empresas en todo el mundo usan todavía esta versión del software de Microsoft, lanzada hace 12 años, según la empresa de ciberseguridad Qualys. Si se cuentan los PC de usuarios particulares, el porcentaje de ordenadores que operan con XP es de 28%, según NetApplications. A medida que se acerca la fecha, el Gobierno de EEUU ha instado a los responsables informáticos de empresas de servicios públicos y otras entidades a que actualicen sus sistemas operativos. No obstante, algunas áreas del Gobierno estadounidense han tardado en hacer la transición. La misma Microsoft contribuirá a que se agrave el problema cuando lance en mayo actualizaciones para Windows 7 y Windows 8, versiones posteriores desarrolladas con una base de programación similar a la de XP. Los parches que envíe para esos sistemas operativos les indicarán a los hackers posibles debilidades de XP sin proporcionar una solución para esta versión. Es como si “hubiera una gran burbuja de aire en un neumático a punto de reventar. No es cuestión de si sucede, sino de cuándoâ€, dice Mark Bernardo, responsable de software de automatización de la división de Plataformas Inteligentes de General Electric. La división vende sistemas de control industrial usados para operar desde plantas de gas y electricidad hasta perforadoras de plataformas petroleras y motores de aviones. Entre el 30% y el 35% de sus clientes aún usan XP, asegura Bernardo. En el último año, GE ha tratado de hacer que sus clientes adopten Windows 7.1, que fue lanzado hace cuatro años. En su opinión, las empresas más reticentes a actualizar sus sistemas han sido las compañías de agua y aguas residuales, debido a los costes. En EEUU, alrededor del 95% de los 211.000 cajeros automáticos de entidades financieras operan alguna versión de XP. No obstante, parte de esas máquinas usan una versión particular para la cual Microsoft brindará soporte hasta 2016, según un memorándum que envió el Departamento de Seguridad Nacional en marzo. Compañías independientes, como estaciones de servicio, tienen otros 211.000. Ejecutivos de grandes entidades financieras dicen que han tomado medidas para mitigar el problema, entre ellas el uso de software que bloquee instalaciones de nuevos programas en los cajeros, algo que los expertos en seguridad llaman «listas blancas». Una razón por la cual las empresas se han demorado en actualizar sus sistemas es la complejidad de algunos cajeros antiguos que requieren visitas en persona para instalar nuevo software. Los hackers siempre han aprovechado la falta de protección de algunos programas para causar daños. XP, lanzado en 2001, es un blanco tentador y es conocido por sus vulnerabilidades a los ciberataques. “Si hay una razón por la que estamos retirando estos sistemas operativos, es por la seguridadâ€, dice Tom Murphy, portavoz de Microsoft.
Pasen ustedes un buen fin de semana.
