El volumen de dinero público empleado o “comprometido†por España en apenas tres años con el rescate de su sistema financiero ronda los 108.000 millones de euros, de los que más de la mitad, unos 57.000 millones, se ha gastado en aportaciones directas al capital de las entidades financieras.
De esos 57.000 millones, unos 50.800 millones salieron del Estado, a travíés del FROB, y el resto de los Fondos de Garantía de Depósitos, que se nutren de las aportaciones de las propias entidades.
A continuación figura una partida de 28.666 millones de euros comprometida tambiíén por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y los Fondos de Garantía de Depósitos, que son las píérdidas máximas que se pueden llegar a cubrir en entidades vendidas con esquemas de protección de activos.
Parece prácticamente imposible que se acabe desembolsando esta cantidad, pero ya que el comprador disfruta de estas garantías, el Tribunal de Cuentas considera que esta cantidad se debe sumar a los fondos públicos “comprometidos†por España con el sector.
Además, en su informe de fiscalización de la legalidad de las actuaciones del FROB, de los Fondos de Garantía de Depósitos y del Banco de España sobre la reestructuración bancaria en el periodo 2009-2012, el Tribunal de Cuentas suma líneas de críéditos concedidas a las entidades por un máximo de 16.300 millones.
Por entidades, a tenor de las ayudas recibidas y el volumen de recursos públicos comprometido, Banco CAM, creado por la extinta CAM alicantina, con 24.861 millones, es el que más dinero acapara, por encima de los 22.426 millones de Bankia y su matriz BFA.
En el caso del Banco de Valencia, los fondos comprometidos superan los 17.868 millones; en Catalunya Banc, 12.055 millones; en Novagalicia, 9.055 millones; en Caja Castilla La Mancha (CCM), 7.316 millones; y en Unnim Banc, hasta 5.779 millones.