Las cartas ya están encima de la mesa. Adif, el gestor español de infraestructuras ferroviarias, decidirá en las próximas horas a quiíén vende su joya de la corona: su negocio de fibra óptica. La principal candidata es Red Elíéctrica, empresa de carácter semipúblico, que compite con el fondo Ambar Capital por quedarse con los servicios de telefonía móvil de toda la red del AVE y de los cercanías.
Según han confirmado fuentes próximas al proceso, Adif recibió ayer dos ofertas vinculantes por su división de telecomunicaciones, valorada en cerca de 450 millones de euros. La empresa pública, que tiene una deuda de 11.000 millones de euros, quiere desprenderse de este negocio dentro de un plan de desinversión de activos cuyo objetivo final es mejorar su situación financiera.
Las mismas fuentes aseguran que las dos ofertas son de Red Elíéctrica y de Neo Sky, propiedad del fondo Ambar, participado por Investgala, Talde y el Grupo Fuertes . Hoy está previsto que Adif abra los sobres de ambos candidatos, momento a partir del cual comenzará una subasta por rondas hasta que uno de los dos decida retirarse tras las sucesivas mejoras. En el mercado se señala que la empresa participada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), tenedora de un 20% del capital, es la gran candidata para hacerse con la joya de la corona del tambiíén ente público de infraestructuras ferroviarias.
La red de fibra óptica de Adif consiste en un tendido de 16.000 kilómetros que se extiende a lo largo de las líneas de tren y conecta las principales ciudades españolas. Este cableado da servicio a la gestión de los convoyes de Renfe, tanto de larga como de corta distancia, opera el sistema de señalización de alta velocidad (ERTMS) y el modelo de comunicación GSM-R.
Una vez atendido el tráfico puramente ferroviario, Adif emplea la sobrante capacidad de su red de fibra para proveer tecnología a las empresas de telecomunicaciones. Sus principales clientes son Telefónica, Vodafone, Orange, Jazztel, British Telecom, ONO, Cogent, Colt, Al-Pi, Islalink, VSNL y la Universidad Rey Juan Carlos, que utiliza la fibra óptica para comunicar sus campus. La que más tira de Adif es Vodafone, que usa más de 7.000 km de la red troncal de fibra óptica de Adif para prestar sus servicios de telecomunicaciones comerciales.
Un tesoro para las operadoras
Debido al gran consumo de datos de los clientes, especialmente los que viajan en las líneas de AVE, la relevancia de la red de fibra óptica de Adif ha crecido exponencialmente. Las vías de alta velocidad que se encuentran en servicio (las que unen Madrid con Málaga, Barcelona, Valencia, Toledo y Valladolid) ya cuentan con esta infraestructura, que está siendo utilizada por Vodafone, Telefónica y Orange.
Por este motivo, tanto Red Elíéctrica como Neo Sky consideran que este negocio es una gran oportunidad. La empresa pública, presidida por Josíé Folgado, hombre de confianza del PP, del que ha sido diputado y secretario de Estado en varias ocasiones, es la candidata número uno. Esta vinculación, junto a la capacidad financiera de la compañía, es la que hace deducir que tiene ventaja sobre la empresa privada, que hasta 2010 era propiedad de Iberdrola. Investgala la adquirió por 70 millones de euros para crear uno de los líderes de España en fibra óptica.
El pliego del concurso contempla la posibilidad de que las empresas interesadas presentarán ofertas con un periodo de concesión de distintos años, comprendidos entre los diez y los veinte. El presupuesto de licitación del contrato oscila así entre los 343 millones de euros para el caso de un plazo de explotación de diez años y los 450 millones de euros para un periodo de veinte. Ambas empresas han optado por la segunda opción.
La venta de la fibra óptica es la desinversión más grande prevista en el plan de adelgazamiento del ente público, presidido por Gonzalo Ferríé. En 2013 cerró el traspaso de la gestión de la red de aparcamientos situada al lado de las principales estaciones, subasta en la que se impuso Saba –participada por Juan Abelló– al poner por adelantado 140 millones de euros. Entre las dos operaciones, que han sido coordinadas por Jorge Segrelles, un exdirectivo de Repsol que se incorporó hace un año a la compañía, Adif ha conseguido levantar 600 millones. Además, ha colgado el cartel de "Se vende" a una serie de inmuebles y terrenos para encarrillar unas cuentas dañadas por la gran inversión de los últimos años.