Las bolsas europeas respiran con las referencias de EEUU. Wall Street cortó su racha de caídas, y Alcoa inauguró con buen pie la nueava temporada de resultados. El Ibex busca frenar sus dos últimas caídas y recuperar los 10.500 puntos.
A diferencia de las dos jornadas anteriores, las bolsas europeas afrontan la sesión sin las presiones bajistas procedentes de Wall Street. Los temores a una burbuja tecnológico provocaron la peor racha del Nasdaq desde 2011. Los inversores pusieron freno a su recogida de beneficios. El S&P 500 remontó un 0,3%, y justo despuíés del cierre Alcoa convenció al mercado en el inicio de la nueva temporada de presentación de resultados. Sus acciones en los mercados fuera de hora de Wall Street se revalorizaron un 2,6%.
La buena acogida de las cuentas de Alcoa ayuda a mitigar las alertas con las que comenzó la temporada de resultados. Los analistas temen la primera caída en los beneficios de las empresas del S&P 500 desde 2012. Las referencias tranquilizadoras de EEUU no han podido evitar un descalabro en la Bolsa de Tokio. El índice Nikkei se ha desinflado un 2,1% como respuesta a la mayor subida del yen desde agosto.
De momento, los futuros de las bolsas europeas pasan de lado el varapalo al Nikkei y cotizan prácticamente en tablas de cara a la apertura. Uno de los factores que no pasan por alto los inversores es el rebrote de la tensión entre Rusia y Ucrania. Sus efectos se han traslado al mercado de commodities. El precio del barril de Brent supera los 107 dólares, y la cotización del oro se afiazna por encima de los 1.300 dólares la onza