Por.. Alfonso Fernández
El lento proceso de saneamiento de las cuentas bancarias en la zona euro, que supone un freno a la recuperación, y la adaptación de los emergentes a la progresiva normalización de la política monetaria en EE.UU., suponen los principales desafíos globales financieros a juicio del FMI.
"El proceso de saneamiento de los bancos y la deuda privada es incompleto en el euro y está todavía frenando la recuperación económica", explicó Josíé Viñals, director del departamento de Mercados de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI), en rueda de prensa.
Viñals destacó que pese a los avances "significativos" realizados hasta hora, la "fragmentación financiera" entre la periferia y el centro de la zona euro continúa "en varias dimensiones".
Por un lado, las "condiciones expansivas de la política monetaria en el euro aún no se han traducido en el flujo del críédito necesario" y "está particularmente deprimido en lo referente al sector privado y las pequeñas empresas".
Pese a que el clima y las condiciones de financiación han mejorado mucho en la eurozona, especialmente en países como Italia y España, el Fondo se muestra cauteloso e insta a concluir los pasos hacia una unión bancaria integral.
"La actitud del mercado con respecto a los bancos y las entidades soberanas de la zona del euro sometidas a tensiones ha mejorado notablemente, pero es posible que esa actitud se haya adelantado al proceso de saneamiento de los balances que aún es necesario", advirtió el Fondo en su informe de "Estabilidad Financiera Global".
Asimismo, remarcó los retos de cara a las políticas macroeconómicas que supone la normalización de la política monetaria en EE.UU., donde la Reserva Federal (Fed) ha iniciado ya la retirada paulatina de su multimillonario estímulo monetario.
El Fondo prevíé que la Fed anuncie su primera subida de tipos de interíés de referencia en el "segundo trimestre de 2015", que se encuentran entre el 0 % y el 0,25 % desde diciembre de 2008, y que evolucionen de manera "progresiva y gradual".
No obstante, advierte que una salida algo más "apresurada" tambiíén es posible si crecen las preocupaciones sobre los riesgos financieros en EE.UU. o la inflación sube más de lo previsto.
En este sentido, y en previsión ante los episodios de volatilidad financiera vividos en mayo del pasado año cuando la Fed anunció su plan de retirada paulatina del estímulo, el Fondo recomienda a los mercados emergentes estar preparados.
"Cuanto más espacio tengas en tíérminos de baja inflación, manteniendo controladas las finanzas públicas, más capacidad tendrás para poner en práctica medidas contracíclicas en caso de ser afectado por condiciones externas", subrayó Viñals.
Especialmente sensibles a esta modificación de la política monetaria en EE.UU., subrayó, se encuentran Brasil, Turquía y Rusia, que cuentan con un alto nivel de endeudamiento y se han mostrado vulnerables a los movimientos de los flujos de capital.
Por último, se refirió a la situación del sistema financiero de China, en un contexto de leve ralentización económica.
El Fondo destacó, particularmente, el crecimiento de la llamada "banca en la sombra" (los príéstamos realizados a travíés de entidades no financieras) y sus posibles consecuencias para el gigante asiático.
"Es muy importante que las autoridades chinas continúen con su senda de políticas que ya han iniciado para aumentar la transparencia y mejorar la regulación", subrayó Viñals