AFP
El consejo de ministros nipón adoptó el viernes el plan energíético del país que consagra la energía atómica como "un recurso básico importante" y entierra oficialmente el proyecto "cero nuclear" del gobierno anterior.
Este plan a mediano plazo prevíé la reactivación progresiva de los reactores que sean considerados seguros por la autoridad del sector, en conformidad con la opción defendida por el primer ministro de derecha Shinzo Abe desde que volvió al poder, a fines de 2012.
Sin embargo, no se dice nada sobre la parte que podría representar la energía atómica en el total de la electricidad producida y consumida en Japón.
Antes del accidente de la central de Fukushima, en marzo de 2011, la energía nuclear producía entre un cuarto y un tercio de la electricidad de Japón, y las autoridades preveían una proporción de más de 50% hacia 2030, pero ese objetivo fue abandonado.
El plan posterior a Fukushima del anterior ejecutivo de centroizquierda de suprimir totalmente la energía nuclear hacia 2040 tambiíén cayó en el olvido, y podría llegarse a un compromiso entre esos dos extremos.
Por el momento, la mayor parte de la electricidad japonesa es producida en centrales tíérmicas que funcionan a plena capacidad, y cuyo carburante importado (gas natural, petróleo, carbón) cuesta una fortuna a las empresas regionales.
Desde el terremoto y tsunami que hace tres años provocaron la catástrofe de Fukushima, la mayor parte de la población es partidaria de que se abandone a mediano plazo la energía atómica para reemplazarla por energías limpias y renovables.