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Autor Tema: Repsol y Cepsa se suman al 'low cost'  (Leído 135 veces)

Eguzki

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Repsol y Cepsa se suman al 'low cost'
« en: Abril 14, 2014, 07:38:05 am »
El sector español de los carburantes se enfrenta a su reconversión total. En un contexto de incipiente recuperación económica y de los desplazamientos por carretera -13 millones en la presente Semana Santa-, cada vez son más los agentes que apuestan por los precios baratos para luchar contra las grandes firmas que dominan un 60% del mercado.

El objetivo es subirse a la ola de la recuperación y aliviar la caí­da del 26% de la demanda de gasolina y gasóleo acumulada desde el año 2007. De forma paralela a este descenso del consumo, el número de puntos de venta no ha parado de crecer en este periodo hasta situarse en 10.617 unidades en 2013, según las cifras de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolí­feros (AOP).

Este incremento -del 12% desde el inicio de la crisis- ha venido impulsado por las estaciones blancas, que incluyen las independientes y las adjuntas a hipermercados, frente una reducción de la red de los grandes operadores. «El consumidor no es tonto y mira cada vez más el precio», explica Laurent Martí­n, portavoz del negocio de carburantes en España de los hipermercados E.Leclerc.

Las gasolineras de esta firma francesa registraron en 2013 un incremento del 10% en sus ventas, frente a la caí­da del consumo global. Así­, estos agentes se han consolidado como un gran revulsivo de precios a la baja en aquellas zonas donde ya han instalado sus 12 gasolineras, que podrí­an llegar a la veintena en 2015, impulsadas por la nueva normativa que facilita la apertura de nuevos puntos de suministro. En Francia -el paradigma del modelo low cost- el mismo grupo dispone de más de 500 puntos de venta, explica Martí­n. La penetración de las grandes superficies en este segmento es ya un hecho con 308 puntos de distribución y una cuota de ventas del 20% entre consumidores no profesionales.

El nuevo tablero del sector está cambiando de tal forma que Repsol y Cepsa -las dos grandes petroleras que abanderan la mitad de las gasolineras en España- se han lanzado al low cost con las marcas Campsa Express y Red Ahorro, respectivamente. Esta nueva estrategia pretende «adaptarse» a las nuevas pautas de comportamiento del mercado y «atender a todos los segmentos de clientes», explican estas compañí­as.

La estrategia está todaví­a en una fase «incipiente» y «piloto», argumentan. Campsa Express ha abierto ya 19 gasolineras en España, una cifra que se incrementará de forma «muy selectiva» en el corto plazo, según fuentes del grupo presidido por Antonio Brufau. En el caso de Red Ahorro, el número de surtidores asciende a 13, según la estadí­stica que maneja el Ministerio de Industria.

Las gasolineras low price tienen unas caracterí­sticas comunes: son desatendidas; la forma de pago habitual son lectores de tarjeta de críédito instalados en el mismo surtidor; los carburantes son de gama básica y sin aditivos; y no disponen de tienda, aparcamiento ni servicio de lavado. Se trata sólo de repostar, aunque eso sí­ con descuentos de entre cinco y 10 cíéntimos por litro con respecto al precio de la marca matriz.

Estas dos petroleras advierten de que su estrategia low cost no «contaminará» de ninguna forma al servicio que ofrecen en sus estaciones tradicionales, de ahí­ la creación de dos marcas independientes. «El sector camina hacia un modelo dual en el que convivan grandes gasolineras y puntos de suministro básicos. Hay clientes para todo, y como empresa lí­der no podemos renunciar a ningún tipo de suministro sin renunciar al valor de nuestra marca», explican en Repsol.

En otro carril circulan los propietarios de estaciones de servicio abanderadas por las grandes petroleras, que gestionan su propia instalación pero que tienen el compromiso de comprar el carburante a un determinado operador mayorista a cambio de utilizar su marca. Este sector es el que más ha sufrido la crisis de las ventas, lo que a su vez ha motivado su propia reconversión.

Una de las medidas empleadas para contrarrestar la caí­da del consumo ha sido la reducción del coste laboral, «que en algunas estaciones supone un 60% del coste total del negocio», explica Ví­ctor Garcí­a Nebreda, secretario general de Aevecar. Esto ha provocado una fuerte reducción del número de estaciones de servicio abiertas en turno de noche, que hoy en dí­a sólo son un tercio del parque de gasolineras de Cepsa y Repsol. «Tambiíén se ha tenido que mover al personal de la pista a la tienda o al servicio de lavado, en un intento de salvar el empleo y mantener los servicios», añade.

Los gasolineros abanderados argumentan que sus márgenes brutos de venta minorista rondan los 7 cíéntimos por litro, de los que hay que descontar los costes del negocio (laborales, logí­sticos, financieros) e impuestos. Esta cantidad está lejos de los 16 cíéntimos por litro que atribuye la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia al sector, al que vincula con la escalada vertical del precio de estos productos en los últimos años y, especialmente, en fechas de muchos desplazamientos por carretera. Sin ir más lejos, el pasado viernes, en plena operación salida, el organismo denunció que los márgenes en España subieron un 8% en febrero, mientras que en el resto de la UE se mantení­an.

Un litro de carburante cuesta hoy un 46% más que en el inicio de la crisis, si bien en el último año se ha abaratado. A pesar de esta última rebaja, España sigue manteniendo posiciones altas en los ranking europeos de precio antes de impuestos, una situación que el Gobierno vincula a los «márgenes» del sector y que las petroleras achacan a que la comparación con otros Estados «no es homogíénea».

Uno de los puntos de divergencia en este sentido es la no inclusión de los descuentos en el precio que las estaciones remiten semanalmente a Bruselas para confeccionar la estadí­stica comunitaria. Las petroleras alegan que los paí­ses comparables reportan datos con descuentos. En España, aseguran, un 30% de los litros vendidos incluyen rebajas directas o mediante tarjetas de fidelización, pero estos no se reportan a Bruselas. Todos los descuentos ofrecidos son comparables a travíés de la página web de Industria.

Esta fue una de las medidas incluidas en la Ley 11/2013, aprobada por el Gobierno en un intento de reforzar la competencia. Otras fueron un lí­mite del 30% a las cuotas de mercado provinciales y otro temporal de un año en la duración de los contratos de abanderamiento. Además, la Ley desbloquea la paralización de las licencias de apertura en ciudades donde íéstas habí­an quedado atrapadas en la burocracia municipal.

La petición de licencias para abrir puntos de suministro en polí­gonos industriales se ha disparado con la nueva normativa. «La revolución del low cost es imparable. Las petroleras van a tener que dejarse la piel para fidelizar a sus clientes», concluye un experto del sector.