Por… Julian Asange
Pero la cosa más importante que el Sr. Snowden ha hecho es despertar a la civilización mundial a la comprensión de que la vigilancia masiva es real. Hace un año, los periodistas no hubiesen publicado que la NSA estaba vigilando la Internet entera. Varios periódicos se negaron -para su descríédito- a dedicar espacio al asunto. El Sr. Snowden estaba lejos de ser el primer denunciante de la NSA para alertarnos sobre esto, pero íél fue quien finalmente colmó el vaso con pruebas documentales actuales y autenticadas por las dimensiones de la cacería que lanzó el gobierno de EE.UU.
El hemisferio sur tiene que proteger a sus poblaciones de la vigilancia. En Amíérica Latina, casi todas las conexiones a la Internet mundial pasan a travíés de cables de fibra óptica que atraviesan Estados Unidos. Esta es una cuestión de soberanía y de competitividad económica. Los países necesitan formar alianzas industriales para crear la infraestructura física alternativa para Internet, para que sus comunicaciones no tengan que atravesar las fronteras de un vigilante depredador del calibre de Estados Unidos, el Reino Unido o sus aliados. Tambiíén deben considerar el fortalecimiento de su propia infraestructura, mediante la regulación del sector de los proveedores de Internet, de manera que sea obligatorio aplicar un fuerte cifrado de datos en los enlaces de comunicación.
Los países que valoran su soberanía deberían anular sus contratos con empresas estadounidenses, y rechazar las donaciones de infraestructura y tecnología subvencionada de superpotencias como China y Estados Unidos. No deben utilizar hardware de encriptación controlada por EE.UU., debido a que ese hardware tiene una larga historia de “puertas traserasâ€. Deben hacer obligatorio el uso de hardware y software libre, cuyo código fuente estíé abierto para que cualquiera lo pueda examinar, y deben apoyar financieramente a los desarrolladores y comunidades de desarrollo con el fin de fomentar los bienes comunes de software, a escala mundial, en tecnología segura y fiable, que todos los países pueden utilizar.
Ellos deberían liderar el camino, al adoptar leyes progresistas de libertad de expresión y protección de datos, y abandonar cualquier política de vigilancia del estilo de la NSA que hayan implementado. Los países en donde no se invade la privacidad de los clientes serán lugares atractivos para las empresas de Internet preocupadas por la privacidad que buscan alejarse de los Estados Unidos. El Sur global puede atraer a empresas y promover el crecimiento de sus sectores de Internet en la medida en que se diferencien de las prácticas perjudiciales de los Estados Unidos y sus aliados en las esferas de la inteligencia.
En el ámbito internacional, deben tratar de desarrollar un consenso para prohibir el uso de armas de vigilancia masiva contra la población. Tiene que adoptarse un marco internacional que permita llevar ante la justicia a los Estados que practiquen la vigilancia masiva. Ningún país puede aspirar a competir con EE.UU. en materia de vigilancia masiva; debido a su posición geográfica de "araña en el centro" de los flujos de telecomunicación, más bien hay que matarla de hambre. Ellos deben tratar de aprovechar sus posiciones en los comitíés internacionales para influir en la adopción de estándares web en la dirección correcta. A EE.UU. no se le debe permitir que menoscabe los estándares de cifrado y de comunicaciones para aumentar su acceso.
Suerte en sus vidas...