La agencia de calificación de solvencia Moody's advierte en un informe sobre la economía española que la recuperación no bastará para cumplir el objetivo de díéficit y ve necesarios nuevos recortes de gasto estructural, incluida "la factura de la masa salarial del sector público". Según su informe, "la factura de la masa salarial del sector público en España permanece en torno al 11% de su Producto Interior Bruto (PIB), que es significativamente más alta en proporción al PIB que en otros estados descentralizados como Alemania y Austria, aunque es inferior a la de Bíélgica".
Moody's no afirma que los salarios de los funcionarios y empleados públicos españoles sean más altos que los de los alemanes, pero sí que el gasto global de personal en el Estado español es más alto en proporción al que efectúa Alemania (un 7,8% de su PIB) dadas las tallas de sus respeCtivas economías y que ambos son países descentralizados. Además, Moody's asegura que "en comparación con otros países de la Eurozona bajo presión de los mercados, los avances de España hasta la fecha en la reducción de su factura salarial ha sido relativamente moderada". Acompaña esta afirmación de un gráfico en el que se aprecia más esfuerzo de recorte de la masa de salarios del sector público en Italia, Irlanda, Portugal y Grecia.
En general, Moody's sostiene que "con la excepción de los recortes en inversión que ha caído al nivel más bajo en tíérminos nominales desde 1997, el resto de áreas de gasto del Estado han sido moderadamente reducidas en el mejor de los casos". Menciona entre ellas, además del gasto en personal, el consumo público, o las prestaciones sociales y las subvenciones.
La agencia señala que, sin embargo, "la recuperación económica por sí sola no será suficiente para reducir el díéficit desde el 4,2% previsto en 2015 al 2,8% al año siguiente", que es la senda comprometida con la Unión Europea. "Creemos que si no hay medidas de ajuste del gasto estructural adicionales, el proceso de consolidación fiscal será más lento que la previsión oficial del Gobierno". Solo el gasto en pensiones y la carga de intereses de una deuda pública que será creciente hasta 2016 representarán el 30% del gasto total.
Junto a esta advertencia, Moody's hace una valoración positiva de la reciente evolución de la economía española, que "se está reequilibrando hacia un patrón de crecimiento más sostenible" y señala al Gobierno español como uno de los más reformistas de la OCDE, especialmente por su actuación en el mercado laboral y en el sector financiero. Tambiíén resalta que persistirá la baja inflación lo que hará "más difícil y dolorosa la reducción de la deuda" en España y en la Eurozona en general.