PABLO PARDO/ELMUNDO.ES
WASHINGTON.- El banco británico Barclays cerró el miíércoles un acuerdo para adquirir un tercio de la nómina de Lehman Brothers, el gigante de la banca de inversión cuya quiebra ha sumido a EEUU en la mayor crisis financiera desde principios de los años 30.
Barclays quería hacerse con las divisiones de fusiones y adquisiciones, y las actividades como broker en EEUU de Lehman, que en total emplean a 8.000 personas. Y lo hará gracias al acuerdo sellado a última hora del martes, que supondrá un desembolso cercano a los 2.000 millones de dólares.
La clave del interíés de Barclays por esos trabajadores es el conocimiento que tienen del mercado y sus carteras de clientes. Por esa razón, al banco británico le urgía la operación. Esos empleados estaban tratando de irse a trabajar a otros bancos y sus clientes estaban desertando en masa para seguir haciendo negocios con entidades que van a continuar en el mercado.
A cambio, Barclays no ha tenido que cargar con los llamados activos tóxicos, que son los que han provocado la quiebra de Lehman, es decir, su cartera de bonos basados total o parcialmente en hipotecas y en propiedades inmobiliarias. Y todo por un precio de ganga.
De hecho, el banco británico se ha quedado tambiíén con las oficinas centrales de Lehman en el centro de Manhattan -a cinco bloques del hotel Waldorf Astoria y a siete del Plaza, que ha sido transformado en apartamentos- y con dos centros de datos en el vecino Estado de Nueva Jersey, cuyo valor de mercado combinado probablemente sea superior a todo lo que va a pagar en la transacción.
Así, Barclays ha logrado su objetivo de quedarse sólo con la parte buena de Lehman. Una meta que el Departamento del Tesoro trató de torpedear de todas las formas posibles durante el fin de semana, cuando intentó buscar a la desesperada un comprador para Lehman. El objetivo de Hank Paulson, que dirige ese Departamento, era que el banco que se quedara con Lehman asumiera tambiíén esa cartera de bonos hipotecarios.
Ante la imposibilidad de lograrlo, el Tesoro intentó que unos 21.000 millones de euros en activos dudosos de ese banco fueran separados del balance y colocados en una entidad diferente, que quedaría en manos de varios bancos de Wall Street. Ninguna de las opciones salió adelante, y al final la quiebra puso punto y final al decano de Wall Street y cuarto mayor banco de inversion de EEUU.
Barclays puede financiar con esta operación una pequeña ampliación de capital, según informaban los medios de comunicación norteamericanos. Así, el banco británico continuará sus planes de expansión, que recibieron un duro golpe el año pasado cuando perdió la puja por el gigante bancario holandíés ABN Amro, que acabó en manos del Banco Santander, el belga Fortis y el británico RBS.
La estrategia de comprar entidades en crisis es una de las vías más consolidadas para expandir bancos. Y todo indica que los compradores de gangas van a tener muchas oportunidades en los próximos meses. Por de pronto, 'Washington Mutual', la mayor cooperativa de críédito de EEUU, con 50.000 empleados y unos activos de 210.000 millones de euros, ha visto rebajada su calificación de deuda a bonos basura. Desde Julio de 2007, los títulos de Washington Mutual han caído un 96%.
