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Autor Tema: Alstom acepta una oferta preliminar de General Electric por su rama de energí­a  (Leído 137 veces)

Eguzki

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La junta directiva del conglomerado industrial francíés Alstom ha aceptado de manera preliminar la oferta de General Electric para comprar su división de energí­a, por la que habí­a ofrecido 12.000 millones de dólares (más de 9.000 millones de euros), según aseguró una persona familiarizada con la operación a la publicación estadounidense The Wall Street Journal. La agencia de noticias Bloomberg asegura que la firma francesa iniciará ahora un periodo de conversaciones con el gigante estadounidense.

Según la agencia AFP, la aprobación de la oferta por parte de la junta de Alstom ha sido por unanimidad. El acuerdo preliminar da a General Electric mucha ventaja en la batalla con su rival alemán Siemens AG, que podrí­a aquedarse fuera de la carrera francesa. La compañí­a alemana tambiíén pugnaba por el control de la división de energí­a de Siemens, que incluye tambiíén las empresas que hacen las turbinas de energí­a y los sistemas de transmisión de electricidad. Los detalles del acuerdo entre la francesa y la estadounidense puede ser anunciado el miíércoles, tambiíén según The Wall Street Journal, pero necesitará la aprobación de varios organismos de la empresa antes de que pueda ser definitivo.


El gobierno francíés habí­a aumentado la presión sobre Alstom en los últimos dí­as para evitar la venta de su rama energíética al gigante estadounidense. Tras la irrupción en el tramo final de las negociaciones del alemán Siemens, dispuesto a realizar una contraoferta, el consejo de administración del grupo francíés parecí­a dispuesto este martes a darse un plazo de unas semanas para examinar las diferentes opciones, según avanzaban el diario Le Monde y la agencia Reuters. Pero, al final, General Electric se impone. El Ejecutivo por su parte, habí­a pedido al supervisor bursátil, la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), que vigilara que ambas ofertas fueran examinadas con equidad.

Siemens se queda atrás

Siemens habí­a confirmado la mañana del martes su intención de presentar una oferta formal si disponí­a del tiempo necesario. “La condición previa a esta oferta es que Alstom autorice el acceso de Siemens a su data room y que pueda entrevistarse con sus dirigentes durante un periodo de cuatro semanas”, anunció el grupo a media tarde en un comunicado.

El domingo el grupo alemán trasladó una simple carta de intenciones en la que proponí­a intercambiar parte de sus actividades de transporte contra la rama de energí­a de Alstom, que incluye turbinas para centrales elíéctricas, eólica y sistemas de transmisión de electricidad y supone el 70% de su volumen de negocio, completada por una suma sin especificar. Según la prensa alemana, en total supone valorar la rama de energí­a de su competidor en unos 10.500 millones de euros.

El nuevo plazo que parecí­a haber ganado Siemens era tambiíén una pequeña victoria para el ministro de Economí­a, Arnaud Montebourg, muy indignado por las negociaciones secretas entre Alstom y GE y que habí­a manifestado su clara preferencia por la opción de una cooperación franco-alemana. Este mismo martes por la mañana recibió a los sindicatos para informarles “de los detalles de esta operación enmascaradas, realizada a espaldas del consejo de administración y del Gobierno”. Añadió tras el encuentro que el Ejecutivo harí­a uso de “todos los medios necesarios para defender los intereses del Estado” y que habí­a recurrido a la AMF para “garantizar la estricta igualdad” entre las dos ofertas.

Un caso de Estado

El caso Alstom, empresa emblemática del tejido industrial francíés, se ha convertido en un verdadero caso de Estado. La empresa, conocida sobre todo por los trenes de alta velocidad TGV, cuenta con 18.000 trabajadores en Francia, 9.000 de ellos en las actividades de energí­a en venta. El lunes, fue el presidente en persona, Franí§ois Hollande, quien recibió uno tras otro a los tres principales actores de las negociaciones: el presidente de General Electric, Jeffrey Immlet, el de Alstom, Joe Kaeser y el de Bouygues, Martin Bouygues, accionista mayoritario.

El Estado francíés ya rescató de la quiebra a Alstom hace 10 años, pero en 2006 vendió sus acciones a Bouygues. Pese a no ser ya accionista de peso (Francia mantiene un pequeño 0,99% del capital), la legislación prevíé que el ejecutivo pueda exigir garantí­as a los inversores extranjeros que aspiren a la compra de sectores considerados sensibles. La ley no cita especí­ficamente el sector de la energí­a, pero sí­ el de defensa, que podrí­a justificar la intervención gubernamental: Alstom construye por ejemplo las turbinas del portaviones Charles De Gaulle. El grupo, además, depende en gran medida de los contratos públicos, por lo que la buena sintoní­a con el Estado es importante para su negocio.