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La IATA acordó una resolución que busca garantizar que pasajeros y tripulación tengan un viaje tranquilo y sin incidentes derivado de los pasajeros insubordinados.
En el marco de la 70 Asamblea General Anual (AGM) de la Asociación de Transporte Aíéreo Internacional (IATA), se acordó una resolución unánime para instar a gobiernos e industria a que aborden de forma efectiva la problemática de los pasajeros insubordinados, cuya conducta deriva en agresiones físicas, alteración del orden o el incumplimiento de las instrucciones de la tripulación.
“Esta resolución confirma la determinación de las aerolíneas para defender los derechos de sus pasajeros y tripulación. Todo el mundo a bordo tiene derecho a disfrutar de un viaje tranquilo, sin incidentes derivados de comportamientos inaceptables o abusivos. Muchas aerolíneas entrenan tanto a su personal de tierra como a tripulantes de cabina en procedimientos no sólo para gestionar este tipo de incidentes, sino, tambiíén, para prevenirlos. Pero una solución robusta requiere una postura conjunta de aerolíneas, aeropuertos y gobiernosâ€, dijo Tony Tyler, consejero delegado de la IATA.
La resolución se adopta tras la conferencia diplomática de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en la que los gobiernos acordaron modernizar y fortalecer el Convenio de Tokio de 1963. El resultado, conocido como Protocolo de Montreal 2014 (MP14), facilitará la gestión de conductas perturbadoras al extender la jurisdicción del país de origen al territorio en el que el avión aterriza.
La definición de comportamiento indisciplinado es amplia e incluye el incumplimiento de las instrucciones de la tripulación, consumo de drogas ilegales, acoso sexual y la agresión física, verbal o amenazas.
De acuerdo a la IATA, la intoxicación, a menudo como resultado del consumo de alcohol antes de embarcar, es uno de los principales factores relacionados con estos incidentes. Otras causas incluyen irritación con el comportamiento de otro pasajero, frustración ante normas restrictivas como la prohibición de fumar o el uso de dispositivos electrónicos, o los desencadenantes emocionales previos a volar.
Además de pedir a los gobiernos que ratifiquen el MP14, los principios básicos contemplan que las aerolíneas garanticen la aplicación de políticas corporativas y programas de formación adecuados para la tripulación de cabina y personal de tierra para la prevención o control del comportamiento inadecuado de los pasajeros, empezando desde el propio momento de facturación, en el control de seguridad o en el embarque y que aeropuertos y empresas concesionarias, como cafeterías y restaurantes, pongan en práctica procedimientos que ayuden a prevenir comportamientos perturbadores en los vuelos.