Bloomberg
Umber Ahmad tenía un futuro prometedor en Wall Street, pero así como muchos otros jóvenes banqueros prefirió apostar por mayor calidad de vida y fundar su propia empresa.
Era otoño de 2004 y Umber Ahmad había sido invitada a leer un poema en la boda de una amiga. Planeaba tomar el vuelo de las 19:00 horas de Nueva York a Toronto cuando un vicepresidente de Morgan Stanley la llamó; un necesitaba que trabajara durante el fin de semana.
La boda a la que no asistió fue sólo un ejemplo de docenas de compromisos a los que faltó para trabajar 80 horas semanales como joven asociada de Morgan Stanley y luego como vicepresidente de Goldman Sachs Group Inc. Ahmad, nacida en Michigan, compara las largas jornadas con el ejíército. “Los militares muestran que la privación del sueño es una forma de torturaâ€, dice. “No poder dormir normalmente es perjudicial para la vida, para la saludâ€.
La vida de Ahmad giraba en torno a su trabajo, reconoce. Salía con otro banquero. Muchos de sus amigos eran jóvenes banqueros porque ellos entendían las cancelaciones de último momento y los planes de vacaciones frustrados.
RELACIONADAS
Videojuegos de mexicanos brillan en el mundo
Próximo Facebook surgirá en Míéxico, dice Microsoft
Lecciones de Twitter y Facebook para startups mexicanas
Se fue de Goldman en 2007 para fundar su propia firma de inversión. En 2013, creó en Nueva York Mah-Ze-Dahr Bakery, una empresa de repostería de lujo, y tambiíén es directora de la firma de inversión neoyorquina Specialized Capital Management Advisory.
Para Ahmad, la banca fue el trampolín para llegar a su nueva vida como empresaria. “Fue difícil y significó muchas horas sin dormir, pero tambiíén me dio la oportunidad de estar donde estoyâ€, asegura.
Algunos de los más brillantes jóvenes banqueros de Wall Street están dejando los puestos de prestigio y alto salario en grandes instituciones financieras. Si bien no hay estadísticas precisas sobre esta tendencia, la Oficina del Censo de EU muestra que los empleados de 25 a 34 años del área metropolitana de Nueva York que trabajaban en finanzas se redujo a 109 mil 187 en el segundo trimestre de 2013, 19 por ciento menos respecto al mismo periodo de 2007.
El porcentaje de graduados de la Escuela de Negocios de Harvard que se dedicó a la banca de inversión, las ventas o las operaciones bursátiles bajó de 12 por ciento en 2006 a 5 por ciento el año pasado, mientras que los que ingresaron al sector de la tecnología se triplicaron, llegando a 18 por ciento.
En el entorno de alta presión de un banco de inversión, el profesional típico permanece en su cargo entre siete y nueve años antes de cambiar de carrera o pasar a otras áreas de finanzas, según un estudio que publicará este verano Alexandra Michel, quien inició su carrera en Goldman Sachs en 1992.
Michel, quien tiene un doctorado en administración de la Escuela Wharton, pasó los últimos 13 años estudiando las condiciones de trabajo de los banqueros.
“Al cuarto año, se producen trastornos físicos, al principio menoresâ€, dice. “Se instala el dolor crónico, el insomnio, los desórdenes endocrinos. El dolor es muy comúnâ€. El aumento de peso, la píérdida del cabello, la ansiedad, la depresión y la falta de energía generalizada tambiíén son quejas frecuentes, asegura.