Cristóbal Montoro persigue cualquier indicio que permita a la Agencia Tributaria arañar ingresos con los que mejorar las cuentas del Estado. Con este fin, sus tíécnicos están escudriñando las compañías, cotizadas o no, y cualquier persona física o jurídica que haya podido cometer cualquier infracción. Una de las 'víctimas' es Bodybell, a quien Hacienda le ha impuesto una multa que pone en juego la viabilidad financiera de la cadena de perfumerías.
El 17 de julio de 2012, la Agencia Tributaria inició una inspección parcial del impuesto sobre sociedades de los ejercicios 2007 a 2010 que saldó con un acta por el que Bodybell debía hacer frente a una sanción de 2,24 millones de euros, incluidos 427.000 euros en intereses de demora. La compañía, cuyos propietarios son los fondos de capital riesgo Mercapital y Dinamia, ambos englobados en el holding N+1, no está de acuerdo con esta multa, por lo que firmó el acta en disconformidad.
El grupo de perfumerías ha presentado una alegación en la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, reclamación de la que está a la espera de decisión, según documentos oficiales. Al no tratarse de una sanción en firme, The Beaty Bell Chain, la sociedad patrimonial a travíés de la cual N+1 controla Bodybell, no ha provisionado el posible pago extraordinario.
La compañía presidida por Fernando de Vicente López está convencida de que el malentendido fiscal se resolverá a su favor, por lo que descartan que el grupo tenga que hacer frente al desembolso de la cuantía resultante del acta de inspección. Pero en caso de no doblarle la mano a Montoro, la sanción agravaría la situación financiera del grupo, que ha tenido que refinanciar su deuda tres veces desde que N+1 y Mercapital la compraran en 2008 por algo más de 120 millones.
La última fue en febrero de 2013, cuando la compañía anunció el alargamiento de su deuda hasta 2016 tras incumplir sus obligaciones financieras con la banca. Bodybell no había podido amortizar la cuota del críédito sindicado al que se había comprometido y tampoco había alcanzado los ratios que miden la relación entre la deuda y ebitda. Teniendo en cuenta que la cadena de perfumerías tiene un ebitda de 5,4 millones, la multa de la Agencia Tributaria representaría un 43% del beneficio bruto de explotación.
Cien millones de píérdidas
Ello supondría un castigo que dificultaría el cumplimiento de sus renovados compromisos con el sindicato de bancos dirigido por BNP Paribas, a los que adeuda 125 millones. Además, la compañía tiene un pasivo corporativo con sus propios accionistas de 208 millones en críéditos participativos, una línea de financiación que sirve como patrimonio y que le permite seguir operando, ya que sus fondos propios presentan un agujero de 137 millones, según sus últimas cuentas públicas.
Una situación sobre la que advierte Ernst & Young, ya que con ese dinero la compañía podría hacer frente a una reducción de capital para absorber las píérdidas de los últimos años y equilibrar su balance. Desde 2010, Bodybell ha registrado números rojos por cerca de 100 millones de euros, lo que le ha impedido hacer frente a sus obligaciones financieras. La compañía cuenta en la actualidad con 207 perfumerías distribuidas en todo el territorio español, además de los 75 puntos de venta de la enseña Juteco, situados sobre todo en la Comunidad de Madrid.
Para hacer frente a la coyuntura del consumo y a los problemas derivados de su excesiva deuda, los gestores de Bodybell pusieron en marcha el llamado Plan de Transformación, que incluía medidas como la mejora de la fidelización, el impulso de la facturación online, el aumento de las ventas de parafarmacia, un mayor control de los stocks y el lanzamiento de varios proyectos como las cabinas de belleza.