El operador histórico francíés de telecomunicaciones Orange, del que el Estado tiene más de un cuarto de las acciones, negocia la compra de la tercera empresa del sector, Bouygues Tíélíécom, según revela hoy la edición digital del diario Les Echos. Almunia rechaza relajar las normas para facilitar las fusiones de telecos.
Según ese medio, los presidentes de ambos grupos han analizado en varias ocasiones la fusión, de la que el Gobierno está al corriente.
Orange, principal operador del país, desembolsaría unos 6.000 millones de euros por esta compra, indica el rotativo, que señala que parte del pago se haría en acciones, por lo que Bouygues se convertiría en el segundo accionista de Orange, por detrás del Estado.
Desde hace varios meses la filial de telefonía de la constructora Bouygues busca una alianza que le permita afrontar en mejores condiciones la competencia creciente en el sector de los móviles.
Bouygues Tíélíécom es la única de las cuatro grandes operadoras del país que no ofrece servicios fijos, lo que debilita sus ofertas.
Hace unos meses, fracasó en su intento de hacerse con el segundo operador, SFR, propiedad de Vivendi, que finalmente optó por venderlo al grupo de telecomunicaciones por cable Numericable.
El Gobierno francíés se había pronunciado en favor de la venta de SFR a Bouygues para reducir el número de operadores y afianzar a los mismos.