Era la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del pasado viernes y cuando tocaba responder a la pregunta sobre Magdalena ílvarez, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, endureció el gesto para lanzar la respuesta que tenía preparada. «Su situación es cada vez más comprometida». ¿Por quíé? ¿Ocurre algo más grave aún que la imputación en firme hace diez días de la actual vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI)?.
Sí. Hay algo peor, un bochorno que la vicepresidenta no dijo: el Gobierno alemán ha empezado a preguntar -de momento discretamente- por la situación de ílvarez y por quíé continúa en el cargo. Alemania es el primer accionista del BEI que, a su vez, es la entidad internacional que más dinero presta a España para su desarrollo. El propio ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schí¤uble, forma parte del consejo de gobernadores del BEI al igual que Luis de Guindos. Es lógico que el Gobierno alemán -en el que, por ejemplo, dimitió sin dudarlo el ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, por plagiar en su juventud una tesis doctoral- pregunten quíé diantre hace todavía Maleni en la cúpula de BEI mientras está imputada y embargada por dictar normas que facilitaron el mayor saqueo de los fondos públicos de la historia de España a travíés de los ERE. Eso sin contar los sobrecostes que van trascendiendo de su etapa de ministra de Fomento.
ílvarez ha transmitido en privado al propio Rubalcaba y a otros dirigentes del partido que dimitir sería reconocer un delito que no ha cometido y se muestra «encendida» por la actuación de la juez Mercedes Alaya. A la espera de veredicto judicial, es un bochorno que para un puesto internacional que ocupa un español provoque el estupor de los principales socios europeos. «Desde el Gobierno hacemos un llamamiento a la responsabilidad para que no afecte a los Estados que la designaron y, lo que es más importante, a esa institución que es clave y fundamental en el entramado institucional europeo», dijo Soraya. «Lo mejor que podría hacer y así se lo pide el Gobierno es valorar su propia situación», remachó. Los Estados que designaron a ílvarez son España y Portugal, que se turnan en rotación por ese puesto en la cúpula del BEI. Preguntada por este cronista sobre si cree que ílvarez debe seguir en el cargo, la ministra de Finanzas de Portugal, Maria Luís Albuquerque, responde que «sin comentarios». No la defiende.
ílvarez puede intentar agarrarse a que el secretario general del BEI, el español Alfonso Querejeta -promovido al cargo en la etapa de Pedro Solbes- no ha emprendido aún ninguna acción interna conocedor de que una imputación en España no implica una condena, pero el comitíé de í‰tica si está analizando «muy seriamente» el caso. Además, fuera de cuestiones jurídicas, el problema de ílvarez es político e internacional. El Gobierno podría forzar su destitución, pero no lo hará antes de las elecciones europeas del día 25 para no provocar al PSOE.
Mientras tanto, Alaya tambiíén mueve el suelo que ha sentido siempre sólido bajo sus pies desde hace 27 años un viejo amigo de Maleni e icono del poder financiero andaluz: el presidente de Unicaja, Braulio Medel. í‰ste formaba parte del consejo rector de la agencia IDEA, un organismo que, según la juez, fue «el compañero perfecto» de la Consejería de Empleo en el fraude. El presidente de Unicaja apenas asistía a las reuniones, pero según la juez, «cabe inferir» que midió sus ausencias «de forma cómoda y a propósito». Medel tendrá que pasar el miíércoles por la llamada pena del telediario cuando vaya a declarar ante la juez. Tenga razón Alaya o no, Medel se ve de lleno en el artículo 2.2.c de la nueva Ley de honorabilidad, que prevíé prohibir ejercer como banquero a quien estíé sometido a «investigaciones relevantes y fundadas» sobre delitos «contra la Hacienda pública». Medel tiene derecho a recurrir su imputación, pero el tiempo juega en su contra. El Banco de España puede actuar ya solo con indicios de píérdida de honorabilidad. Y aunque no actúe, Unicaja deberá transformarse en breve en fundación bancaria y elegir de cero a sus dirigentes. Por ejemplo, la asamblea de la Caixa del viernes podría teóricamente acabar con la carrera de Isidro Fainíé, aunque será reelegido sin problema hasta 2018. Sin embargo, ¿podrá Medel presentarse a presidir Unicaja como imputado? El líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, apunta que Medel debe dimitir y en el Gobierno central le quieren como a Maleni.
Una errata de 400.000 euros
De la lectura del informe de retribuciones de Reyal Urbis se deduce un dato asombroso y es que el presidente, Rafael Santamaría, se sube el sueldo para 2014 en un 15% un año despuíés de solicitar... ¡concurso de acreedores! En la página 3 del informe, la empresa estima que ganará 1,5 millones en este ejercicio tras haberse embolsado 1,3 en el año en que ha presentado suspensión de pagos. En la empresa aseguran que se trata de una errata y que Santamaría, presidente y máximo accionista, ha decidido reducirse el sueldo y ganará este año entre retribución fija (999.000 euros) y dietas, un máximo de 1,1 millones, que tampoco es para llorar, pero que implica recorte. Por tanto, el informe enviado a la CNMV encierra una errata de 400.000 euros en la retribución del jefe de esta importante inmobiliaria española.
Mora y los 'chicles' de 'Goiri'
La ex consejera de Bankia en la etapa de Rodrigo Rato y catedrática de Economía y Contabilidad, Araceli Mora, no sólo se declara inocente sino que pide al juez Fernando Andreu que analice las cuentas del actual presidente, Josíé Ignacio Goirigolzarri. Mora ha presentado un duro escrito al juez de 54 páginas sobre la, en su opinión, irregular reformulación de cuentas que hicieron Goiri y Deloitte y llega a esta conclusión: «No tiene sentido alguno obtener píérdidas de 18.306 millones en 2012 y mucho menos declarar 171 millones de beneficios en 2013». Tambiíén considera «sin sentido económico ni contable» la evolución del deterioro por mora de activos declarado por Bankia. «La contabilidad no es un chicle», dice Mora al juez. Goiri tiene de su parte hasta ahora a Oliver Wyman y los órganos internacionales.
Si Montoro hubiera tragado...
El ministro de Industria, Josíé Manuel Soria , ha acogido como un íéxito la liquidación de 2013 de la CNMC, porque arroja un díéficit de tarifa de 3.188 millones. El cálculo es que si Cristóbal Montoro no llega a frustrarle el pasado año el traspaso a los Presupuestos de los 3.600 millones prometidos a las elíéctricas, el Gobierno habría proclamado no solo el fin del díéficit de tarifa, sino incluso un superávit en el sistema elíéctrico de más de 400 millones. Soria tambiíén va a explotar que, por primera vez, los consumidores acogidos a la tarifa regulada recibirán a partir del 1 de julio la devolución de lo pagado de más -unos 18 euros de media- en el primer trimestre, además del IVA. Las elíéctricas no recurren esta vez la resolución, porque los mecanismos de cobertura la hacen neutra en sus cuentas y el ministro les ofrece «diálogo».