A la tercera fue la vencida. Ayer lunes, los fondos de inversión gestionados por la firma oportunista Lone Star y el banco de negocios JP Morgan conocieron que su candidatura para comprar la cartera hipotecaria española que el banco alemán Eurohypo puso a la venta a comienzos de año ha resultado la ganadora. El consorcio financiero se ha impuesto a otros rivales tras presentar una oferta en torno a los 3.500 millones de euros, según distintas fuentes financieras, precio que implicaría un descuento medio algo superior al 20% sobre el valor nominal de la deuda.
Tras un intenso fin de semana de información cruzada entre Londres y Frankfurt, al final Eurohypo (banco filial de Commerzbank) se decantó por la oferta de Lone Star y JP Morgan, una de las favoritas. No en vano, el fondo tejano ya compró a mediados de 2013 junto con el banco Wells Fargo la cartera hipotecaria de 4.000 millones de euros que el banco alemán tenía en Reino Unido. Esa operación, según fuentes del mercado, había generado unos derechos de tanteo sobre futuras desinversiones de nuevos activos financieros que se han revelado claves para el desenlace final.
Igual que ya ocurrió con la liquidación de esa cartera hipotecaria, los fondos finalistas que pujaban por todo el balance de Eurohypo en España, operación bautizada como Octopus, se habían asociado con entidades financieras de primer orden. La alianza más amplia era la formada por Apollo, que iba junto a Banco Santander (a quien compró Altamira Real Estate) y a Merrill Lynch-Bank of America, mientras que Blackstone se había emparentado con Deutsche Bank y Cerberus (que adquirió la plataforma Bankia Habitat) lo había hecho finalmente con Goldman Sachs.
La creación de estas candidaturas tenía que ver con la propia tipología de la subasta en marcha. La cartera de críédito del banco alemán se dividía en un tramo de 3.000 millones de euros de príéstamos al corriente de pago (performing loans), que tambiíén incluye una categoría sub-performing, y otros 1.500 millones de morosos (non-performing loans). Esa diferencia de tipo de activos había dado pie a que algunos fondos, como el caso de Kennedy Wilson, pujaran con precios más agresivos sólo por un tramo de la cartera, opción que Eurohypo descartó al final para no trocear.
Esta inversión, la más importante del mercado español por volumen desde el inicio de la crisis, permite a Lone Star adquirir una dimensión extraordinaria en nuestro país. Aunque como otros muchos fondos lleva años valorando oportunidades de inversión en España, donde ya ha comprado carteras de críédito que gestiona a travíés del recobro Hudson, la firma tejana había salido derrotada de otras grandes operaciones como Bull, el primer portfolio de la Sareb, finalmente para HIG, o como Altamira, la plataforma del Banco Santander que terminó en manos de Apollo.
Aunque hasta ahora España es uno de los mercados distressed de moda, la ventana de oportunidad para invertir en este tipo de activos se reduce a medida que avanza el proceso de reestructuración del sistema financiero. De hecho, algunos de los fondos más representativos ya se han hecho un hueco en nuestro país, como Anchorage, Fortress, Centerbrigde, HIG, Kennedy Wilson o Baupost. A partir de ahora, el interíés de los inversores se centra en los 7.000 millones de euros en hipotecas de Catalunya Banc… a la espera de que BBVA se atreva a limpiar su balance.