Un ejercicio de saneamiento. Así debe verse el paso dado por ServicePoint al elevar de 144 a 194 millones de euros las píérdidas correspondientes al ejercicio 2013. Este incremento de los números rojos es resultado de que la compañía ha decidido amortizar el valor de sus filiales, debido a la situación concursal en que se encuentran y a que algunas han sido intervenidas como consecuencia de la ejecución de garantías.
En concreto, se trata de las actividades en Reino Unido, Holanda, Alemania, Noruega y Suecia donde, de una u otra manera, la empresa ha tenido que rehacer los números que presentó el pasado mes de marzo.
No obstante, lejos de ver este incremento de las píérdidas como algo negativo, debe interpretarse como algo positivo, ya que detrás de este movimiento está la pieza clave con la que la compañía, actualmente dirigida por Matteo Buzzi, confía en salir de concurso.
De hecho, diversas fuentes apuntan al inminente cierre de una operación corporativa, fruto de las conversaciones que desde hace meses está manteniendo la compañía con sociedades como Springwater, Sherpa y Paragón Group.
En medio de todo este plan de salvamento, que tiene como objetivo último sacar a la compañia de concurso de acreedores, los tenedores de las obligaciones convertibles han manifestado su intención de ejercitar su derecho de conversión en el corto plazo, lo que ha llevado a la empresa a clasificar estos instrumentos como patrimonio neto, con impacto positivo de 25 millones de euros en el patrimonio.