EFE
Los beneficios de las principales empresas industriales chinas alcanzaron los 1,76 billones de yuanes (unos 280.000 millones de dólares, 206.000 millones de euros a cambio de hoy) hasta abril, un incremento del 10 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
Según datos publicados hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS), el crecimiento de las ganancias de estas empresas es ligeramente inferior al que se registró durante el primer trimestre del año, cuando aumentaron un 10,1 por ciento.
El indicador tiene en cuenta solamente los resultados mensuales de las firmas del país asiático con ingresos anuales superiores a los 20 millones de yuanes (3,22 millones de dólares).
En cuanto al mes de abril, los beneficios de estas grandes empresas se situaron en los 468.630 millones de yuanes (74.830 millones de dólares, 54.900 millones de euros), un 9,6 por ciento más que el mismo mes de 2013.
Por tipos, las empresas privadas fueron las que experimentaron una mayor subida de los beneficios, con un 13,8 por ciento, seguido de las que cuentan con capital extranjero -incluido Hong Kong, Macao y Taiwán- con un 12,7 por ciento, mientras que las ganancias de compañías estatales crecieron en menor medida, un 2,6 por ciento.
De los 41 sectores analizados, 30 de ellos experimentaron un incremento de los beneficios, mientras que en 10 cayeron y uno se mantuvo igual.
El sector energíético registró uno de los mayores crecimientos (27,2 por ciento), mientras que las ganancias de las compañías dedicadas a la extracción de carbón cayeron hasta un 42 por ciento y la de petróleo y gas un 6,7 por ciento.
La economía china creció un 7,4 por ciento durante el primer trimestre del año, una de las tasas más bajas de los últimos años debido a la inestabilidad de la demanda externa y el conjunto de reformas estructurales que las autoridades están llevando a cabo para cambiar el modelo económico del país.
A pesar de las menores tasas de crecimiento, el Gobierno no ha implementado por ahora medidas de estímulo contundentes, aunque sí ha intentado avivar la economía con rebajas fiscales a las pequeñas empresas o con el recorte de los coeficientes de caja de los bancos rurales para contribuir al aumento del críédito en esas zonas.